lunes, 25 de febrero de 2013

Están bonitos

Vivimos en un país raro. En el que deber muchos millones a la Seguridad Social es un honor, una honra. Porque la mayoría de españoles, a decir del empresario ejemplar Arturo Fernández, es deudora ante la caja en cuestión. Y como habemos algunos que no nos consideramos englobados en ese conjunto, tendremos que ir pensando cambiar de nacionalidad. O coger de una (puñetera) vez el toro por los cuernos y mandar para cierto sitio (estaba pensando en el carajo) a tanto inútil e inepto que nos andan jeringando en la política, en las empresas, en los bancos.
Está bonito el tal Fernández, como lo estuvo el Díaz Ferrán, para deleitarnos con semejantes lecciones de moralidad, ética y buenas costumbres. Golfos, que son unos golfos. ¿Presuntos? Et une merde.
Y ya que nos metimos en el terreno de las bellezas, también está bonito nuestro presidente autonómico. Quien después de aparcar el helicóptero, se ha dedicado a lanzar lindezas sin que los socialistas canarios sean capaces de cambiarle las pastillas de freno. “Más de lo mismo”, fue su explicación ante el recién celebrado debate de las miserias nacionales. Por lo que “exige una segunda transición”. Para lo que se ofrecerá, me imagino, con sumo gusto para ser la cabeza bien visible del cambio en Canarias. Y brinda su blog a la santa causa.
Y esto no tiene visos de modificación y regeneración alguna. Ahí tienen el ejemplo del concejal orotavense de ‘Empleo’ demostrando bien a las claras que se aprende a una velocidad de vértigo. Ahí tienen, y perdón por repetirme, al carnicero de San Juan –no se ofenda, don Tomás, a un servidor lo siguen llamando el maestro de La Longuera– demostrando lo ancho y largo que le queda el cargo. Uno, como bien le señalaron el pasado sábado en un artículo en Diario de Avisos, debe ser consciente de sus limitaciones. Un pueblo no puede convertirse en el hazmerreír de una comunidad por los dimes y diretes de quien lo representa cuando ni siquiera es capaz de entenderse a sí mismo.
Sin pretenderlo ya estoy de nuevo en el pueblo que no se merece estos espectáculos. Como el nuevo equipo gubernamental (D. Tomás, el de los doscientos votos, el único concejal popular y los seis sustentadores del pacto de la ignominia, concejales de las AIS-CC) se halla ‘liberado’ en su totalidad (incluyendo los empresarios; ahora por la responsabilidad que tanto cacarean, irán menos a Marruecos), ha decidido celebrar las sesiones plenarias en horario de mañana. Los argumentos esgrimidos son tan ridículos, vacuos e insostenibles que no merecen comentario alguno. Se caen solos y no por su propio peso porque son más volátiles que el aire.
Lo que en el fondo pretenden es esconder limitaciones y disimular carencias. El pueblo no podrá acudir porque primero es el trabajo, las obligaciones familiares y todo ese capítulo de actividades que te tiene ocupado esas horas en las que los lumbreras, para poder por las tardes dedicarse a otros menesteres (sus menesteres), intentarán justificar lo injustificable. Los concejales de la oposición verán, asimismo, limitada su capacidad de maniobra y puede que alguno, incluso, tenga problemas para poder compatibilizar su jornada laboral con la asistencia a los plenos. Ya sabemos cómo está el patio en este aspecto.
Por ahí se empieza. Luego, como hacen otros muchos dirigentes liberados, asistirán a reuniones de partido en horarios en que deberían estar dando el callo por el pueblo, y por ello cobran, y bien, con lo que al final el ramblero estará pagando suculentos sueldos para que sus representantes paseen, disfruten, se regodeen y acudan a la entidad bancaria.
Al mismo tiempo me reafirmo en la convicción de que es necesario que impere el comedimiento. Sobre todo, enésima vez, en las redes sociales. Foros en los que solemos disparatarnos con frecuencia. Y la obcecación alcanza tales extremos que no caemos en la cuenta de que yo, mero ejemplo, jubilado con mucho tiempo libre, me puedo percatar de que se cuelgan comentarios en momentos que se debería estar trabajando. O escuchando atentamente las declaraciones de sus jefes (políticos) si se hallan, verbigracia, en una reunión importante de su formación.
Por cierto, José Miguel Pérez aludió al afer ramblero en el último comité regional del PSC-PSOE, arremetiendo contra el PP y obviando que los instigadores fueron otros muy allegados a su compañero de viaje en el Gobierno de Canarias. Antes que meterse (lenguaje coloquial) con un pobre diablo como es Tomás (en el sentido más cariñoso de la expresión), debería consultarle a Paulino, abiertamente y sin tapujos. Porque si piensa el secretario general socialista que estas ‘menudencias’ no van a más, cuán equivocado estáis. Si el PSOE a nivel nacional no levanta la cabeza un fisco –y al paso que va, me da que no–, la puñalada te la va a dar sí o sí. Luego no vengas chorriando a quejarte.
¿Quién es este que escribe tantas tonterías?, le preguntó cierto alto dirigente socialista canario a un amigo común tras haber tenido acceso –por un error imperdonable, por supuesto– a Pepillo y Juanillo. Tras la explicación de rigor, la respuesta: ¿Y qué entiende este tío de la dinámica actual si se marchó en la prehistoria del partido? Pues que viva la modernidad.
Concluyo: están bonitos.
Mañana comienzo con Viera y Clavijo. Por unos días seré más literario, más culto. Recomienden la lectura. Puede que a algunos les haga falta. De nada.
Aclaración fotográfica: La instantánea corresponde al concurso de murgas en Tacoronte. ¿Ganaron Los Trapaceros, no? Qué mejor foto para ilustrar el sellado del pacto carnavalero.

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