Bruselas
insiste en que España debe retrasar la jubilación. Esta manía de que sean
ciudades o naciones las que decidan, no acabo de entenderlo muy bien. Bruselas
le indica a España (Portugal, Grecia…) cuáles son las medidas a adoptar. Madrid
recomienda a Canarias que no vaya siempre con una hora de retraso. Cataluña
reclama a Castilla-La Mancha que no siga haciendo El Quijote. Y así. Pero ya en
plan serio, debo declarar solemnemente que estoy de acuerdo con lo que desde
Europa nos sugieren con respecto a la edad en la que uno empieza a chupar del
bote sin dar golpe. Me refiero a los pensionistas, no a los políticos.
Tal y como yo
vislumbro el particular, al paso que vamos podemos alcanzar con suma facilidad
los ciento veinte años de vida en apenas unas décadas. Eso significa que una
persona que haya trabajado una cuarentena de ellos, tendrá otras dos (ochenta)
para dedicarse a otros asuntillos más ociosos. Y eso no hay caja que lo resista,
salvo que esté regentada por Bárcenas. Así que no nos va a quedar más remedio
que currar hasta los setenta bien largos, máxime cuando ya vemos la luz y en
cuanto salga el sol, los puestos laborales saldrán como las setas después de
las primeras lluvias. En pocos lustros volveré a contemplar aquellas numerosas
cuadrillas en las plataneras abriendo pa´istierco.
Sí ríanse, ustedes son jóvenes. A mis décadas llegarán, con suerte. ¿No? Por
favor, no se lo cuestionen, las dudas son malas consejeras y preámbulo de que
el panorama pueda no mostrarse con demasiada nitidez.
Sí se puede
asegura que presentará candidatura en Los Realejos para las elecciones
municipales de 2015. Ni me parece ni me deja de parecer. Pero cuando leo
declaraciones de ciertos políticos reclamando la tan necesaria unidad de la
izquierda, pues son más las cuestiones que los unen que las que los separan, me
entra cierto cosquilleo. Son tantos los grupos, subgrupos y conjuntos vacíos
que pululan por la geografía tinerfeña, que, por lo menos en mi pueblo, la
derecha popular tiene que estar dando saltos de alegría. Si en las de 2011 a Manolo Domínguez se
lo pusieron a yema (o clara), cuando ya nos hemos introducido en el tercer año
de mandato y los derroteros del PP deberían indicar una debacle total, vienen a
resultar que lo mismo amplían la mayoría absoluta. Y a todo ello añadan que la
plataforma AEIOU, que pensábamos presentar en San Juan de la Rambla, dado que aún
seguimos sin conseguir un empresario que nos encabece la lista, es probable que
no desaprovechemos el impulso de estos calores veraniegos y desembarquemos en la Villa de Viera. La táctica
sería idéntica: drástica disminución de concejales liberados a un tercio de los
actuales; supresión de asignaciones, dietas, asistencias, etc. por reuniones de
todo tipo, eliminación de móviles, ordenadores personales, visas, coches
oficiales; ningún asesor ni enchufes parecidos; desaparición del gabinete de
prensa y protocolo u otros análogos; cambio urgente de encargados en las
empresas públicas para acabar con la imagen de que uno trabaja y el resto
observa; puesta en funcionamiento inmediata de la administración electrónica al
menos para el 90% de la tramitación de documentos; reducción a la mitad de la
plantilla de la emisora municipal… Podría seguir, pero ya ustedes captaron la
idea. Ese importante ahorro presupuestario se distribuiría en los apartados de
educación y cultura, así como en el capítulo de inversiones. Que nunca más
vuelva a argumentarse que no se puede arreglar un bache por falta de dinero. Ni
que no se puede publicar un libro, tras haber obtenido el dictamen positivo de
la comisión informativa de cultura, por un par de cientos de euros.
Y otros
breves:
Aguirre
vuelve a la carga. Tiembla Rajoy. Si creías que su marcha de Madrid era para
quedarse en El Retiro, qué equivocado estabas, con lo que le gusta a ella La Moncloa.
El Congreso
decidirá si los toros son Bien de Interés Cultural. Me imagino que si se
presentase la oportunidad de una votación dejarían hacerlo a las vacas, que
deberán ser las que más conocen de ese supuesto interés. De no ser así, me
defraudarían.
Murió el que
fuera director de la central de Fukushima, considerado un héroe en Japón tras
permanecer en la instalación después de la catástrofe. Y desde la ignorancia y
la lejanía, me pregunto de qué le pudo valer tal hecho. Las medallas en las tumbas
carecen de todo valor. Digo.
Vaya acto más
basto la ¿inauguración? del puente de Las Agüitas, en San Juan de la Rambla. Las instantáneas del
corte de la cinta y la prueba de carga (que se hizo luego incumpliendo todas
las normativas en vigor, aunque peso, eso sí, había suficiente) me valen para
ilustrar este segundo rebumbio. Me imagino que habrá alguno más en este estío.
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