9 de febrero de 2025

Cambios

La vida es un constante movimiento, un cambio permanente. Y en ello estamos. Y a ello nos dedicamos. Sí, sigo escribiendo. Con un reto añadido: en espinelas. Solo , por ahora, publico en el blog. Que como es ya muy famoso, basta poner Pepillo y Juanillo en el buscador y se opera el milagro. O si te es más cómodo, te lo envío directamente a tu correo electrónico.

Viernes, 07-02-25

Como algunos me preguntan / de si no sigo escribiendo, / otra vez voy repitiendo / y por favor: me lo apuntan. / Si las neuronas barruntan, / aquí seguiré en la brega / con igual o más entrega / que en etapas anteriores, / pues no dejo a los lectores / sin nadita en la talega.

Facebook queda arrinconado, / mas no Pepillo y Juanillo, / donde sigo con martillo / escribiendo de buen grado. / Por si estás interesado /  en algo más conocer, / me puedes hacer saber / tu dirección de correo / y el enlace te volteo / para que puedas leer.

Como al cuerpo arregosté / a tenerlo entretenido, / el escribir me ha servido / como la luz del quinqué. / Que soy viejo, yo lo sé, / que bastantes ya cumplí, / y muchos años viví, / en la calle y en mi casa / no te lo tomes a guasa─ / hasta que luz conocí.

Cuando hablan de penurias / en los tiempos actuales, / siempre pregunto que cuáles, / pues yo tuve buenas curias. / No digo que por centurias, / mas si comparo el ahora / veo que nadie valora / lo que hemos alcanzado: / ¿nos hemos acomodado / de manera abrumadora?

Así que amigos, amigas, / voy a seguir tecleando, / la guerra seguiré dando / y te invito a que me sigas. / Echemos unas cantigas / porque el mundo no se mueve / si un conjunto no se atreve / a decir las cosas claras, / aunque con ello chocaras / con el que jarabe pruebe.

Sábado, 08-02-25

Ya no llueve como antes, / escuchamos con frecuencia, / y me parece una evidencia / con cambios muy importantes. / Las sequías son constantes, / seguidas de temporales / que descargan los raudales / de agua en un santiamén, / convirtiendo en terraplén / los cultivos principales.

Se mudan las estaciones, / mas solo en el almanaque, / sin que en el tiempo destaque / ansiadas alteraciones. / Demasiadas conjunciones / en el mundo confluyendo / y sin pausa vamos viendo / que el clima se vuelve loco, / con cambios que poco a poco / equilibrios van rompiendo.

Seguimos con alegría / cargándonos la natura / en una deriva oscura / que a todas vistas chirría. / A cada paso la lía / el humano testarudo, / que solo ve, el muy tozudo, / lo cercano, lo inmediato, / pero deja, sin recato, / un horizonte muy crudo.

¿Es eterna primavera / o verano permanente?, / pues cada vez hay más gente / que no usa manga entera / Y de no haber regadera / en nuestros campos desiertos, / ¿dejaremos solo muertos / a quienes vienen después, / o empezamos de una vez / a confiar en los expertos?

A modo de conclusión:

En La Gorvorana hubo luz eléctrica cuando ya un servidor llevaba varios cursos de aquel bachillerato de seis años. Así que velas y quinqués o el posterior, y modernísimo, camping gas. Y llovía mucho más que ahora. Y en las casas de medianeros de la finca soportamos enormes temporales de viento. E invasiones multitudinarias de cigarrones africanos. ¿Hoy? Todos ricos. ¿Y todavía te quejas?

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