13 de febrero de 2025

Nadal y nadar (entre dos aguas)

Creo que se ha impuesto en esta sociedad el intercambio de cromos. En la justicia: tú me cantas por aquí y yo te suelto por allí. En la universidad: tú destacas en jugar a la petanca y yo te nombro doctor honoris causa. En la política: tú asientes con la cabeza y yo te elevo a los altares.

Martes, 11-02-25

Puedes ser buen deportista / ─el mejor en tu faceta─ / pero alcanzar esa meta / no te hace más papista. / Y arriba que se te invista / como doctor honorario, / me parece estrafalario / degradando el galardón, / dejando a la institución / con señales de mal fario.

No está la universidad / para donar las prebendas, / no son esas buenas sendas / para brindar equidad. / Reviste solemnidad, / mas es una pantomima, / que al centro deslegitima / por semejante boutade, / y garbanzo negro añade / al honor de una tarima.

Merece Rafa Nadal, / por éxitos deportivos, / nuestros plácemes más vivos / mas no este trato especial. / Nunca el tenis será aval / para mérito académico / y convertirlo en sistémico, / estimada Salamanca, / te va a dejar cojitranca / con proyecto tan polémico.

Un doctor honoris causa, / lo es por su formación / y alcanzar tal distinción / por otros mimbres se encauza. / Procede, pues, una pausa, / que toca reflexionar: / no es cuestión de regalar / ni de ofrecer canonjías; / no hablamos de soserías, / que es un asunto ejemplar.

Miércoles, 12-02-25

Ni Gustavo, ni Valbuena, / y mucho menos Patricia, / busque el soe otra franquicia / pues este elenco da pena. / Tenemos la isla llena / de ilustres acomodados / y es menester otros hados / con rumbo hacia el veintisiete, / que nuevo paso concrete / y presencia en todos lados.

De espalda a la sociedad / no vamos a sitio alguno, / parece, pues, oportuno / fundamento, seriedad. / Se requiere, de verdad, / más gente comprometida, / que se implique en la partida / con un proyecto potente, / que seduzca a nuestra gente / sin que a cambio nada pida.

Lo que ocurre es que se quiere / atender muchos calderos, / agarrando los dineros / mientras el norte se muere. / Si por un casual volviere / aquella ilusión de antaño, / se acabaría el apaño / de tanto acaparamiento; / hay que poner más aliento, / dejar a un lado el amaño.

El que pretenda medrar / en un puesto ejecutivo, / no puede ser digno activo / con su afán de figurar. / Quien no es capaz de implicar / mejor que dé un paso al lado; / socialista es ser honrado / y se demuestra en la práctica, / abandonen ya la táctica / de vivir pluriempleado.

A modo de conclusión:

Estoy más disgustado, obviamente, con los míos que con los otros. Porque de los segundos nada espero, pero de los primeros, como mínimo, coherencia. Y prima más una foto que un planteamiento ideológico serio y concienzudo. Lo mismo es pedir demasiado. Cómo cambian los tiempos.

Redactado lo anterior, surgió Tamara. No me disgusta. Que reviva el Norte. Vamos a ver. 

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