Sábado, 15-02-25
Por activa y por pasiva / en España se han negado / a un
reparto equilibrado / que permita la deriva / de la llegada masiva / de
inmigrantes ilegales / y van en busca de avales, / con Domínguez en cabeza, / a
ver si Europa endereza / insolidarios modales.
Mucho cuajo necesita / esta panda del farsante / que pasea
bien tunante / mientras el negro tirita. / No es panorama que invita / a un
horizonte halagüeño, / pues se cercena al pequeño / un mundo de expectativas /
por continuas evasivas / y falta total de empeño.
Ni se sonroja siquiera / cuando se va de paseo, / porque le
encanta el bureo / mientras el negro aquí espera. / Como Alberto no se entera,
/ podría ser interesante / que alguien de forma elegante / al oído le soplara /
que el que tiene mucha cara / es también un inmigrante.
Y en el Realejo jamás / le pusimos pega alguna, / hasta le
hicimos la cuna / no por la puerta de atrás. / Por eso cuando te vas /
supuestamente a ayudar, / solo quieres figurar / ante otros estamentos, / ya
que vives de los cuentos / porque lo tuyo es medrar.
Yo me siento avergonzado / de tu innoble proceder, / pues no
has sabido hacer ver / a los tuyos el fregado. / Deja las poses de lado / y
convence a tu mesnada, / y si tú no pintas nada / en la esfera nacional, / deja
el papel actoral / que raya la astracanada.
Domingo, 16-02-25
¿Se encuentra alguien al volante?, / pregunto inocentemente,
/ porque le asalta a mi mente / una duda delirante. / Ese carácter mutante / de
aquel que fue moderado, / no se ha visto de buen grado / entre sus propios
barones, / que no entienden las razones / a tenor de lo observado.
Los bandazos populares / merecen profundo estudio, / porque
si escribo repudio / me marcan por estos lares. / No sé si son malabares / o
juegos sin fundamento, / más bien me parece un cuento / de impredecible final,
/ pues no se entiende normal / esa falta de talento.
Cuando llueve, nos quejamos; / si no lo hace, también; / los
unos dicen fetén / y los otros protestamos. / Pues nunca nos conformamos / con
aquello que tenemos, / porque siempre pretendemos / llevar la contraria en todo
/ hasta que llegue un periodo / que más sensatez logremos.
El seguir las instrucciones / que nos dictan los manuales /
no constituyen señales / de verdaderas razones. / Se convierten en zangones /
que repiten cual cotorras; / se habitúan a modorras / y a las siestas
placenteras / que se erigen en maneras / de cualidades bien chorras.
A modo de conclusión:
A pesar del esfuerzo rimado, siguen siendo opiniones. Libres
como el viento. ¿Sesgadas? Por supuesto. Si los propios jueces se adhieren
etiquetas, ¿por qué no yo? Mientras, avanzamos.
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