Sí, porque
solo puede deberse a un machango (persona de poco seso y ridícula) el estar
años con idéntico discurso. Y que no es otro que culpar a otros como los
responsables de todos los males habidos y, a este paso, por haber (per sécula
seculórum).
En esta
tierra canaria estamos alcanzado cotas de irresponsabilidad, cuando no de
locura, que rayan los límites de la capacidad de encaje que podamos tener los
ciudadanos. La refriega existente entre los políticos que dicen representarnos
aquí (Canarias) y allá (Madrid), adquiere tintes alarmantes. Al discurso de
Paulino, en el que carga contra quien fue su socio hasta el otro día, José
Manuel Soria, se suma, en actitud aborregada, el de su vicepresidente, José
Miguel Pérez, alabando lo que bien que nos trataba Zapatero. Y al trío de
machangos puede ir, perfectamente, dirigido este discurso que pretendo
hilvanar. Porque, como señalo en el titular, ya está bien. Y amparado en lo que
mentaré luego, recalco, coño, que ya está bien.
Indicaba hace
unos días que en las actuales circunstancias, el gobernar, que debería ser
dirigir un territorio o una colectividad, se ha convertido en algo tan fácil
como esgrimir, en pueril comportamiento, frases como ‘a mí que me registren’,
‘yo no he sido’, ‘Madrid no gira’…
Y el colmo de
la desfachatez alcanza los argumentos peregrinos de intentar escudarse en
decisiones de un pasado inmediato en el que, a lo peor, el crítico era socio
del criticado, pero, lo dicho, él pasaba por allí. Y en ello, la habilidad del
maestro de El Sauzal nos ha conducido a todos, me incluyo, a idéntico grado de
imbecilidad.
La directora
general de Transportes del gobierno canario asegura que se adeuda 30 millones
de euros a Fred. Olsen y Armas por las bonificaciones a los residentes, pero
que esta situación se debe a la mala gestión del ministro de Industria cuando
era consejero de Economía. Y reitera que si se ha llegado a este punto es
debido al Presupuesto General de la Comunidad Autónoma
que elaboró el Partido Popular en 2009, En ese año, explicó, el entonces
consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, presupuestó una partida de
solo cuatro millones de euros para las navieras, cuando sabía que las
subvenciones suponen para las arcas canarias entre 21 y 24 millones de euros al
año. Esta decisión de Soria tuvo una serie de consecuencias, entre las que la
directora general destacó que el Gobierno tuviera que pasar de pagar
trimestralmente a las navieras a hacerlo a año vencido.
Y cuando la
ilustrísima señora doña Rosa Dávila Mamely soltó tal sandez, los periodistas
que se hallaban presentes pensaron que en ese entonces Coalición Canaria era
socio de gobierno, como lo ha sido siempre, pero se callaron porque en la
situación de crisis no es conveniente estirar demasiado la cuerda y lo mismo la
próxima semana –si es mañana mejor– queda vacante algún gabinete y si cae la
breva…
Es decir,
doña Rosa, Soria asignó esa cantidad en los presupuestos, y usted que lleva
aupada en diferentes machitos desde los tiempos en los que Paulino corría los
maratones enteros (y no medios), se lo tragó y santas pascuas. Y el consejo de
gobierno que presidía Rivero, también. Y en Teobaldo Power, más de lo mismo.
Pero a qué estamos jugando. Ya sé que somos idiotas redomados. Soy consciente
de que estas líneas no llegarán a sus manos, ni a las de su presi, jamás en la
vida. Y así viven, en su burbuja, en su mundo. Jugando a que la pelota siga
rodando. Brinca tú un poquito y después me toca a mí. Pero no la dejes caer, en
eso consiste la partida.
Le voy a dedicar a todos –insisto, a todos– unas
líneas que extraigo de un libro titulado ‘Vivencias canarias’, y cuyo autor es
José Meneses Afonso. Si no me trastoco demasiado, aunque creo que los vaivenes
no es cosa que a ustedes les preocupe en demasía, se hallan en la página 77
(las banderitas de Italia, que decíamos en aquellos bingos caseros). Y si algún
militante de CC, PP o PSOE las hiciera circular para general conocimiento de
sus eminencias… Espera sentado, tolete, que las sillas son escasas y de aquí no
se mueve ni dios (en minúscula, que estoy congelado en religiosidad). A ustedes
se les importa bien poco que los índices de abstención lleguen al 90%. Acabarán
yendo a votar militantes y puede que los familiares más directos. Pero dará lo
mismo porque, pretendámoslo o no, serán nuestros representantes. Paradojas de
la vida, que toda ella es sueño, y los sueños, sueños son. ¡Ah!, las líneas:
¡Váyanse a la gran puñeta y al recoñísimo de
sus abuelas, pedazo de machangos!
O, si lo
prefieren, y parodiando lo de querer es poder, en Guad, de Alfonso García
Ramos, página 131, hallarán: El querer,
que hace de los hombres machangos. Ya saben, por querer lean poder,
política, ambición… Y donde se expresa hombres, universalícenlo a ambos
géneros.
Hasta dentro
de un fisco apenas.
¡Totalmente de acuerdo!¡Basta ya!
ResponderEliminarVan a acabar hasta con tu salud ¡Cuídate amigo!
Ana R.
Muy bueno Jesús, como nos tienes acostumbrados. Me lo llevo al "feisbuc". Saludos.
ResponderEliminarJonás Hdez.