15 de marzo de 2025

Danas y "este" agua

Ya no llueve como antes. Menos mal. Porque si con cuatro gotas sufrimos tremenda Dana, ¿te imaginas que caigan unos fuertes aguaceros como aquellos que sufrimos viviendo en la Casa de La Gorvorana?

Jueves, 13-03-25

Hemos llegado al extremo / de que a cualquier chubasquillo / lo denomina el velillo / desgracia de Polifemo. / Ya está bien de hacer el memo, / que todo no es una Dana, / aunque alguno bien se afana / en demostrar su ignorancia, / publicando en abundancia / lo que a él le viene en gana.

Con las redes todos somos / consumados analistas, / expertos, especialistas… / en el reparto de cromos. / No son necesarios tomos / ni estudios de mayor porte, / basta con que nos dé norte / una buena conexión, / aprenderás un montón / sin haber nota de corte.

El móvil es suficiente / para hacer un doctorado, / convertirte en ilustrado / por la cara, de repente. / Tanto se abre la mente / con el dichoso aparato, / que no es menester contrato / para que hables del clima, / tú ya estarás en la cima… / ¡pedazo de mentecato!

La ignorancia es atrevida / y todos somos Mariano, / aquel que nos dio la mano / en tele recién nacida. / Hoy ganamos la partida / con múltiples instrumentos, / mas proliferan los cuentos / de sabihondos entendidos, / que solo propagan ruidos / titulares, esperpentos.

Servidumbres del progreso / que deberemos sufrir, / aunque hayamos de vivir / aguantando con tal peso. / Con mi ateísmo aún rezo / porque impere la cordura / y se acabe la locura / de Danas y gotas frías; / lo que antes tú decías: / riqueza pa´ la natura.

Como ahora cultivamos / en grandes hipermercados, / no se escuchan sino enfados / por donde quiera que vamos. / Y para más inri estamos / con falsedades viviendo / y en los mass media viendo / cómo se suben al carro / llenando todo de barro / con lo que estamos leyendo.

Viernes, 14-03-25

Ya no sé cómo indicar / a encumbrados periodistas / ya les di bastantes pistas / que se cuiden al hablar. / Hoy les vuelvo a relatar / un tema archiconocido, / que se cae en el olvido / con suma facilidad / y que no es cuestión de edad / ni de ser más entendido.

Choca bastante el “este” agua, / cuando lo correcto es “esta”, / pero atención nadie presta / y me quedo con la magua. / Como la cosa no fragua, / habrá que insistir en ello; / si “el” agua te llega al cuello / nos señala un masculino, / no presumas que es de fino / colocarle nuevo sello.

Ni “este” ni “ese” son precisos / en nuestro caso concreto; / te lo digo con respeto, / sin mayores compromisos. / Mas el afer guarda visos / de sufrir enquistamiento, / por lo tanto, yo presiento / que se instaló la costumbre, / y sofocada la lumbre: / consejos se lleva el viento.

Cuando “Steaua” se escucha, / a Bucarest me remonto, / porque me viene, de pronto, / cuando yo era radioescucha / una futbolera lucha / de aquella Copa de Europa, / la misma que viento en popa / el Madrid bien nos brindaba, / cuando Matías vibraba / con el juego de la tropa.

Lo mismo que “a grosso modo”, / y también “de motu propio”, / a la trompa de Falopio / ─¿o la de Eustaquio sin nodo? / le cae el granizo todo / de una Dana en miniatura, / desatando la locura / del oyente perspicaz, / quien no se siente capaz / de aliviar su calentura.

Soy consciente de que hablar / muchos peligros implica / mas el éxito radica / en los detalles cuidar. / Te podrás equivocar, / pero en cuestiones sencillas / tú no le hagas cosquillas / al diccionario ilustrado, / porque si no los enfados / lloverán como rosquillas.

A  modo de conclusión:

Sufrimos un exceso desinformativo evidente. Aupado en redes sociales y periódicos amarillistas. ¿O canelos? Ahí lo dejo.

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