Fontaneros e izquierdas

¿Faltan fontaneros? Parece ser que no. Y uno, cuando tiene una avería en casa, acude, por lo visto, al lugar equivocado. Que lo diga –o escriba– yo, pasará desapercibido. Como siempre. Pero que se juegue con la desgracia valenciana, y que lo haga quien debe sentirse culpable ante la nefasta gestión de la catástrofe…

Miércoles, 11-06-25

Fuerte falta de respeto, / se pensará el fontanero, / que habrá dicho yo no quiero / ser de ustedes parapeto. / No puedo aceptar el reto / de verme en la pericosa, / porque no soy una diosa, / mas tampoco marioneta, / dejen a un lado la treta / y carguen con esa losa.

Esta digna profesión / no se presta al trapicheo / y a tenor de lo que leo / me toman como un balón. / Yo no soy el quitaipón / de unos juegos infantiles / y harto estoy de que unos miles / me confundan con el pito / del sereno como un rito / de mayos a los abriles.

Procuren hacer las cosas / sin que se metan conmigo, / o perderán un amigo / por sus maneras tramposas. / Que no es camino de rosas, / lo entiendo perfectamente, / mas no mezclen lo caliente / con la bandeja del hielo, / o el estampido en el suelo / hará saltar más de un diente.

A pensar no me resisto / de que se busquen excusas, / si te abandonan las musas / martirízate a otro cristo. / Territorios no conquisto / en profesiones ajenas, / tampoco ahogo las penas / en estanques del vecino, / soy dueño de mi destino / en las malas y en las buenas.

No confundan chapucero / con esta noble labor, / ¿o acaso tú eres mejor / porque cobras más dinero? / Soliviantarme no quiero, / pero mereces nalgadas / por todas esas niñadas / que cada día nos cuentas / en busca de nuevas rentas / con que aumentar las soldadas.

Jueves, 12-06-25

Habiendo tantas izquierdas / contra una sola derecha, / no cerraremos la brecha / ante actitudes tan lerdas. / Sigan tensando las cuerdas / mientras se frotan las manos / aquellos que bien ufanos / la cesta ya están llenando / y nosotros divagando / de postulados freudianos.

Y no íbamos a ser menos / los vecinos de estos lares, / donde se escuchan cantares / que inoculan los venenos. / Unos se dicen los buenos, / los pulcros, los verdaderos, / erigiéndose en voceros / de la izquierda más genuina: / esos que con su traquina / favorecen a terceros.

Cuando se tiran al monte / sin un ápice cortarse / a la hora de pronunciarse, / nosotros, de confronte. / Para empezar el remonte / se deberían limar / asperezas y tratar / de remar hacia adelante / y no seguir dando el cante / ¿con afán de jorobar?

Porque dimes y diretes / solo traen dispersión / y no va una embarcación / solamente con grumetes. / Ellos celebran banquetes / y nosotros les brindamos / cachetones que nos damos, / lanzando a los cuatro vientos / que tenemos los talentos / en el “con que nos sentamos”.

¿Tanto cuesta dialogar / para llegar  a un entente / o dejamos que la gente / se tenga que conformar? / Otra imagen hay que dar / al inmenso electorado, / que se encuentra acomodado / al no ver alternativa, / sino gente a la deriva / en terreno desmochado.

Al margen personalismos / haciendo causa común / o seguimos al tuntún / sin mejorar los guarismos. / Ya está bien de tantos trismos / que anquilosados nos tienen, / acordes nuevos que suenen / con la ilusión por bandera, / unidos en la carrera / y, sobre todo: faenen.

A modo de conclusión:

Yo opino. Nada más. Es un derecho constitucional. Y lo publico en mi blog. Que alguno leerá. Y sacará sus conclusiones. Incluso puede hacer un comentario en el que manifieste que yo escribí lo que no escribí. Está, asimismo, en su derecho. Y cargará culpas de todas las desgracias ajenas sobre los hombros de este pobre infeliz. Que como se llama Jesús, deberá soportar el peso de esa cruz. Amén.