viernes, 4 de abril de 2025

Solo quieren bregar

Se sigue escondiendo. Se halla incómodo. Pero se agarra. El enchufe es infinitamente superior a la dignidad. Otros hubiésemos dado un paso a un lado. Aunque no todos somos iguales. Afortunadamente.

Miércoles, 02-04-25

Entretenidos seguimos / jugando con inmigrantes, / sometidos a desplantes / como jamás nunca vimos. / El racismo consentimos, / con xenofobia incluida, / perdimos ya la partida / y también el humanismo, / y yo creo que, asimismo, / la decencia de por vida.

Con este encono se alcanza / una cota sorprendente / y en el tablero una gente / que ha perdido la esperanza. / Cuando el acuerdo no avanza, / porque el odio sale a flote / imponiéndose el azote, / se pierde la dignidad, / que avergüenza, de verdad… / salvo al voxiano machote.

Lo malo es que la derecha, / que se dice moderada, / se ha sumado a la jugada / con visión bastante estrecha. / Qué desgracia nos acecha / con estas mentes obtusas, / que con palabras difusas / intentan justificar / un maltrato singular: / ¡no se admiten más excusas!

Este asunto, aquí en Canarias, / ya nos produce sonrojo, / porque es mucho nuestro enojo / por tratarlos como parias. / Las actitudes falsarias / del que es vicepresidente, / cuando juega con la gente / a la que damos el plante / olvida que fue emigrante / en un pasado reciente.

Aquello que a tu familia / le dieron en Venezuela, / por mucho que a ti te duela / en tus horas de vigilia, / debe guiarte a la filia / que el ser humano merece, / aunque a tu grupo, parece, / lo negro le desentona, / y dado que no razona, / es la fobia la que crece.

La pena que por ti siento, / debo extenderla a Clavijo, / pues cada cual, a más pijo, / solo viven pa´l sustento. / Hace falta más aliento, / más coraje, más valor, / y no gripar el motor / con desplantes y vaivenes, / que se cuentan ya por cienes: / ¡qué prestigio!, ¡cuánto honor!

Jueves, 03-04-25

Negros que luchan aquí, / en el deporte vernáculo, / pensarán: “En qué espectáculo, / demonios, yo me metí”. / Mientras tanto, sí o sí, / siguen bregando con ganas, / ajenos a las villanas / maneras de comportarse / de quien debiera bajarse / de sus crianzas malsanas.

Genio, destreza y valor / y nobleza en la mirada, / mas la casta acomodada / a tal hecho no hace honor. / Si juegas con el dolor / de los seres indefensos, / se viven momentos tensos / fallando la humanidad: / no ultrajen la dignidad, / no incrementen los disensos.

Los negros vilipendiados / tremenda lección nos dan, / sonrojo provocarán / por los hechos desgraciados. / Estamos harto cansados / por esta escasez de miras; / todo se basa en mentiras / y en la falta de empatía / ante gente que venía / en precario, no de giras.

No es asunto de partidos, / porque es cuestión de estado, / dejen las guerras de lado / y caminemos unidos. / Ellos son agradecidos / que vienen a trabajar / y solo quieren sumar / teniendo una vida digna; / no existe aquí más consigna / que la de siempre avanzar.

A modo de conclusión:

Solo quieren ganar el pan honradamente. Y algunos se empeñan –se emperran, mejor– en negárselo. Hasta la sal. Se extiende, peligrosamente, el circo semanal del Congreso de los Diputados o cualquier cámara autonómica que se (des)precie. Mientras, los negros bregan. Nos sacan las castañas del fuego. Nobleza sublime. La de ellos. Lo nuestro… díselo tú, Manolo.

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