Fue estrella
de la PAU la
palabreja catáfora. Para los que estábamos fuera, porque los estudiantes
examinados manifiestan que el vocablo quedaba controlado en el temario
empollado. Pero como los periódicos pasan por momentos complicados y deben
vender a toda costa, o habrá que venderlos, qué mejor que lanzar uno de esos
titulares llamativos y tener entretenido al personal durante unas horas.
De uno de
esos medios de comunicación impresos extraigo: La catáfora, que algunos confundieron ayer con anáfora, es una figura
literaria que se utiliza para anticipar parte del discurso que aún no se ha
enunciado o mencionado, como en los casos de “a 'quien' yo vi primero fue a
Luis” o “Le enseñó 'algo' que le asustó: un frasco de veneno”. La cita de
‘anáfora’, seguro, es un recurso del periodista para demostrar su exquisita
ilustración en el particular. O para regocijarse, como yo, de que somos capaces
de consultar diccionarios y enciclopedias. Por ello:
catáfora. (Del gr. καταφορά,
que lleva hacia abajo).
1. f. Ling. Tipo de deixis que desempeñan algunas palabras, como los
pronombres, para anticipar el significado de una parte del discurso que va a
ser emitida a continuación; p. ej., esto
en lo que dijo es esto: que renunciaba.
Que nos
remite a:
deixis o deíxis. (Del gr. δεῖξις).
1. f. Ling. Señalamiento que se realiza mediante ciertos elementos
lingüísticos que muestran, como este,
esa; que indican una persona, como yo, vosotros;
o un lugar, como allí, arriba; o un tiempo, como ayer, ahora. El señalamiento puede referirse a otros elementos del
discurso o presentes solo en la memoria. Invité
a tus hermanos y a tus primos, pero estos no aceptaron. Aquellos días fueron
magníficos.
Y para que
nada quede al albur:
anáfora. (Del lat. anaphŏra, y este del gr. ἀναφορά;
literalmente 'repetición').
1. f. En las liturgias griega
y orientales, parte de la misa que corresponde al prefacio y al canon en la
liturgia romana, y cuya parte esencial es la consagración.
2. f. Ling. Tipo de deixis que desempeñan ciertas palabras para recoger
el significado de una parte del discurso ya emitida; p. ej., lo en dijo que había estado, pero no me lo creí.
Hasta
aquí la teoría, la explicación. Como con la catáfora se anticipa lo que va a
ser emitido luego, van los ejemplos prácticos:
“Cinco
detenidos por desnudarse en una montaña sagrada y perturbar a los dioses”. Como
si las divinidades fueran de palo. También sienten y padecen. Y se perturban.
Ve a saber otras cuestiones de sus intimidades. Máxime cuando se le brindan
espectáculos eróticos.
“Cierre de
camas en los hospitales cada vez que llega el verano”. Normal. La predicción
del buen tiempo conlleva la curación de la mayoría de enfermedades. Ve a un
centro médico un lunes para una simple analítica. Está a rebosar. Casi se
agotan los recipientes receptores. ¿Has probado acudir un viernes o sábado por
la mañana? ¿Sí? Seguro que no hiciste cola ni tuviste que esperar demasiado.
Por poco te lanzan la aguja extractora nada más alongarte a la puerta de la
entrada.
“Silbidos a
Piqué en León”. ¿Y qué otra cosa podía esperar el angelito? ¿Que la bailara
Shakira la danza del vientre? Se veía venir, ¿no? Catáfora total.
“Cristina
Tavío renuncia al acta de concejal en Santa Cruz de Tenerife”. No sé si se
podrá encuadrar este estado catafórico dentro de los cánones reglamentarios,
pero si no fuera también diputada regional (toma doblete Maribel) lo de “doy el
paso convencida de que es lo mejor para dar estabilidad, seguridad jurídica,
confianza y un nuevo impulso a una capital que realmente lo necesita”… ¿Tú
anunciaste cambios, José Manuel?
“Alonso
afirma que la ley del aborto aprobará pronto”. Que sí, así mismo venía en el
periódico. Lo mismo se presentó (la ley) al examen de la
PAU. Y debió someterse al comentario sobre
la prostitución. Menudo dilema. Capítulos interesantes a desarrollar tenía por
delante.
Mañana se
constituyen los ayuntamientos. Las nuevas corporaciones arrancan eligiendo al
señor alcalde. Que no primer edil. En el pueblo seguirá el mismo. Sin tomar
posesión ya empezó a discriminar en las invitaciones a los actos
institucionales, como los homenajes a entidades deportivas. Menos mal que es su
último mandato (dos por cargo, sentenció tiempo atrás). Como va a gobernar con
dos mil votos que le prestó CC (tres concejales más), le recomiendo moderación
y tacto. No piense que al ser Los Realejos uno de los últimos feudos, tiene
patente de corso. Y de los besos se puede pasar al aborrecimiento con una
facilidad pasmosa. Por una simple halitosis, mero ejemplo.
Hasta la
próxima, si a bien lo tienen.
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