Saben ustedes
que el Partido Popular se inventó tiempo atrás unos cargos de vicesecretarios
para intentar dar ante la sociedad una imagen de renovación, de ruptura con
viejos moldes, con caras de toda la vida. De progres, en suma. No toman
decisiones –eso llega con la edad– pero quedan bien con su discurso moderado y
sus rostros de no haber roto un plato en su vida (ni en bajada).
Fue Javier
Maroto, quien fuera alcalde Vitoria y casado con Josema el pasado año (otra
marca diferenciadora), el encargado de suavizar las negociaciones con
Ciudadanos para la posible investidura de Rajoy y la posterior formación de
gobierno. Mariano está dispuesto a ofrecer todo, querido Albert(o). Él no te lo
dice directamente porque puede que le dé vergüenza, pero su ofrecimiento es
sincero y respetuoso. Nuestra propuesta es un documento sin líneas rojas.
También
entran aquí los celos, no vayas a creer. ¿Qué pasó para que Rivera dijera sí a
Sánchez?, se pregunta con una candidez digna de enmarcar. Nosotros no decimos
no a nada. En todos los temas decimos que sí…
Cómo se está
poniendo el patio. Caliente, caliente. Tras las declaraciones del pequeño
Nicolás acerca de los piquitos de Aznar en su despacho, habremos de convenir
que este PP ya no es lo que era. Mucho ha cambiado el guion de la película.
Vamos, que si estuviésemos en la época de los rombos televisivos, lo mismo no
escapábamos con dos. Hombre, para x no está la situación, pero sí como para
calificarla con reparos. Mayores de 18 y con bigote, a ser posible.
En ello
estábamos cuando Albert(o), casi por sorpresa –ya se sabe que en pleno estío no
está el cuerpo para bromas–, convoca una rueda de prensa a la hora taurina por
excelencia (también la del té) y espeta: Estamos abiertos a todo. Ya esto no es
una declaración de intenciones, buenas o malas, es… es… es… un relajo en toda
regla. Aunque se disimule con las famosas seis condiciones. Porque el salto de
una abstención a un voto afirmativo bien merece mojarse, dar un paso, asumir
riesgos. Mantendremos abierto un canal de comunicación permanente. Como sigan
abriéndose se van a herniar. O algo peor. Te lo contaré en nueve meses.
A Rajoy, ni
agua, mejor, con Rajoy, ni a misa. Ya hemos mejorado. Atrás quedó la campaña.
La número taytantas, pero da lo
mismo. Debes expulsar a cualquier cargo público imputado (investigado) por corrupción
política y a acabar con los indultos. Pero si apenas tenemos. El PSOE tiene
muchos más. Solo Alaya suma tantos que no entendemos cómo firmaste un pacto con
ellos en el anterior envite. Y a ellos no le pusiste condiciones, al menos
públicas. Porque lo de la vicepresidencia te lo callaste, pillín. Venga, la
siguiente.
Hay que
eliminar los aforamientos. ¿Quisiste decir aforramientos, verdad? ¿Cómo que si
está en el diccionario? Con varias acepciones. Pero nosotros, en el partido,
hemos escogido una que nos copiamos en Mogán. O en Amadores. Como los canarios
son muy dados a trastocar palabras con la preposición a (asiéntate, antonces, ajolá; cuando no se las comen; zotea, cera), nuestro lema es a forrarse. Déjalo así y no te compliques la
vida. Si aspiras a gobernar, es bueno tener amigos en las últimas instancias
judiciales. Que sí, déjalo estar.
¿Una nueva
ley electoral? Eso está hecho, lo venimos sosteniendo desde antes que ustedes
hubiesen nacido. Choca esos cinco. ¿Limitar los mandatos presidenciales? Pero
si lo he plasmado en múltiples intervenciones. ¿Lo dejamos en tres? Choca otra
vez. ¿El caso Bárcenas? ¿Quién es ese señor?
Hay que
mojarse. Ay, pillín, cómo te gusta una lubrificación. Cuán de ralos nos
hallamos. Si te vas, yo también me voy. Si me das, yo también te doy… Qué vas a
hacer, decídete para ver; si te quedas o te vas, si no, no me busques más…
Esta ola de
calor me está afectando las neuronas. ¿A mí solo? La subida del PSOE en el
barómetro del CIS, ¿no será un precocinado del PP para abrírsele también? Con
esto y las reposiciones televisivas de los años del destape (el rescate de
Curro Jiménez se debió a una pérdida, por desgaste, de Verano azul)… Qué malos
pensamientos de viejo verde. Caliente, caliente. Fíjate bien en la foto. Unos sofocos.
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