Jueves, 30-01-25
Ya cobramos la pensión / con incremento incluido, / la
cuesta se ha despedido: / superado ese listón. / Otra más para el montón / y ya
exceden dieciséis / del centenar que podréis / ver en Pepillo y Juanillo / y
aunque parezca sencillo, / dispuesto aquí me tenéis.
Qué godo me fui poniendo / en la anterior espinela, / mas si
la rima no cuela / deberemos ir saliendo / del embrollo y transmitiendo / que
hay recursos suficientes / e, incluso, en las pendientes / podemos ir escapando
/ y sensación vamos dando / de mostrarnos resilientes.
El rimar no es poesía, / que poeta yo no soy, / mi opinión
es lo que doy / con algo de melodía. / En el fondo es bobería / y un pasatiempo, no más, / así entretenido estás / sin pensar en cosas malas, / que
peores son las balas / y las guerras con Hamás.
Unos pasan en el bar, / o en la plaza sentados, / el tiempo
desocupados… / lo mío no es vegetar. / Debemos participar, / cada cual a su
manera, / de lo que ocurre en la esfera / que ya muy revuelta anda / y nosotros
de parranda / echando leña a la hoguera.
Viernes, 31-01-25
¿Cuántos más deben morir / en esta maldita ruta, / donde el
negro se disputa / un lugar donde vivir? / ¿No se pueden reunir, / quienes
toman decisiones, / sin las previas condiciones / que el acuerdo no permite / y
brindar un buen convite / por solidarias razones?
¿De qué nos vale, Clavijo, / que señales al pepé, / si justificas al que / tienes al
lado, carijo? / Ya no sé quién es más pijo / en tema tan importante, / pongan
la gente delante / y permanece sentado / hasta que dejes sellado / un concierto
bien garante.
Cansado me tienen ya / de bailar el pasacatre; / ¿qué
quieres, que te idolatre / mientras el tiempo se va? / El panorama no está /
para bailes de salón, / sino buscar solución / a un problema humanitario; /
maldigo tanto falsario / que no merece perdón.
Y molesta mucho más / que el hijo de un emigrante, / ofrezca
tanto desplante / al que viene en son de paz. / ¿A dónde carajo vas, /
presidente don Fernando, / por el mundo mendigando / cuando tu interlocutor /
lo encontrarás a estribor / a lo suyo: engañando?
Otro mes que ya concluye / y seguimos enquistados, /
disculpas por todos lados / y el de siempre que rehúye. / El futuro se construye / uniendo todas las manos / y
murallas derribamos, / como nos dijo Guillén; / dejando ya este vaivén / que
con dolor observamos.
A modo de conclusión:
124 décimas, o espinelas, en el mes de enero. Una media de
cuatro diarias. Y como he estado ocupado, la gripe pasó de largo. La covid
también. Sigo a la espera de que Muface se aclare y decida qué hacer conmigo.
Bueno, y con un montón más.
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