1 de junio de 2025

Bobo tieso

Persiste el juego peligroso, la deriva constante. Se carece de juicio y prima la hipocresía. Y un bobo tieso, que yo conozco bien (el de la foto) sigue empeñado en predicar en el desierto. Cierra mayo con ochocientas décimas en la mochila y pretende hacernos ver que es consumado poeta. Vétete por ay.

Viernes, 30-05-25

“No hay derecho a que el pepé / desatienda al inmigrante”, / y se quedó tan campante / Clavijo con quien me sé. / Después se bailó un claqué / con Domínguez de pareja, / mientras tanto se acompleja / el pueblo pa´l que gobiernan, / que ve cómo se consternan… / riendo de oreja a oreja.

No piensan que somos tontos, / pues ellos lo son con creces / y salen con esto a veces… / no engañan con falsos prontos. / Mejor dejen esos montos / y piensen con la cabeza, / aunque solo con corteza  / y nula sustancia gris; / no aciertan ni por desliz: / fuerte pena, qué tristeza.

Un bochorno de gestión / del pacto en que Casimiro / le basta dar un suspiro / y dinero a mogollón. / Predomina la inacción / que como logro se vende, / pues sé de uno que pretende / extrapolar las ausencias / por sobradas experiencias, / algo que al común ofende.

Casi me siento cansado / de predicar en vacío, / porque se impone el hastío / en un mundo acobardado. / No está bien mirar a un lado / y en silencio vegetar, / se debe la voz alzar / ante tamaña injusticia, / pues no puede la estulticia / el futuro programar.

Esta deriva constante / de la derecha insensible / es el afer más horrible / que tenemos por delante. / La diatriba chillante, / surgida del todo vale, / provoca que aquí se instale / un ruido ensordecedor, / con decibelios de hedor, / pues a inmundicia equivale.

Si el canario no es consciente / de este juego peligroso, / parece poco juicioso / seguir siendo complaciente. / No hay cosa que más reviente / que esta enorme hipocresía, / lo que a muchos nos chirría / por ser algo habitual, / mejor se pongan bozal / en la boquita todía*.

*adv. desus. siempre (en todo tiempo).

Sábado, 31-05-25

Tras el Día de Canarias, / hoy concluye el quinto mes; / aquí sigo, ya lo ves, / con mis rimas voluntarias. / A un ritmo de cinco diarias / la talega va subiendo, / poco a poco voy tejiendo / una trama peculiar / y si puedo mejorar: / por si algún día las vendo.

Cuando cierre esta remesa, / prometo hacer un recuento, / pues si no las vuela el viento… / ¿me llevaré una sorpresa? / Un carajo me interesa, / me dirás con gran razón, / que presumas del montón / acumulado en tu haber; / más malas no pueden ser, / un auténtico tostón.

Tremenda majadería / le entró a este bobo tieso, / lo mismo nos pide un beso / porque si no nos la lía. / Las rimas yo cogería, / si estuviera en su lugar, / y las iría a quemar / en la hoguera más cercana, / riendo de buena gana / por tal hazaña lograr.

El quererse comparar / con grandes verseadores / te causan tantos dolores / que al médico vas a dar. / Y acabarás por tomar / unos veinte termalgines, / pues ni el relax de los cines / te curan la enfermedad, / ¿serán cosas de la edad / o toca los cataplines?

Puede ser que ya chochea / el que se cree figura, / puede que la calentura / le hace ver que lo que crea, / por infumable que sea, / es digno de ser leído, / hasta, quizás, compartido, / ¡ay!, poeta de glorias vanas, / dónde vas con tantas canas, / no me seas engreído.

Si no fuera la ironía, / con unos gramos de humor, / qué desgracia, cuánto horror, / de la vida qué sería. / Se acaba la tontería / que ya por mayo está bien, / pues llevamos más de cien, / pero menos de un millar: / deberemos mejorar / en el mes de junio. Amén.

A modo de conclusión:

Si no fuera tan saludable reírse de uno mismo, puede que ya estuviese en la UCI. Porque sentarte delante de la tele a ver un informativo en cualquier cadena, acabará por ser la primera causa de los infartos. Qué racha, compañero. 

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