5 de julio de 2025

Y en esto llegó Felipe

In crescendo. Sin visos de solución a corto, medio o largo plazo. Todo un espectáculo. En las cámaras legislativas y fuera de ellas. Lo que antes era patrimonio del bar de la esquina, se ha generalizado hasta extremos insospechados. Y en medio de la escandalera, surge la figura de un preboste: Felipe González.

Jueves, 03-07-25

Los insultos permanentes / en sesiones del Congreso / demuestran el retroceso / de unos seres indecentes. / Se asemejan a serpientes / que lanzan mortal veneno, / mientras cobran, que es lo bueno, / algo más del sueldo base: / ¿necesitan una clase / o inmensa ración de heno?

El respeto que en la escuela / inculcamos los maestros, / no le dejó a estos cabestros / la más mínima secuela. / Ellos siguieron la estela / de la enseñanza privada, / donde acude esa manada / porque tienen pasta gansa, / la razón en que descansa / el tajo de la alcurniada.

No escuchan, no atienden, ríen, / cuando habla el adversario, / convirtiéndose en aulario… / ¡ojalá que se resfríen! / Con buen chorro los rocíen / para bajar calenturas, / pues llamarlos caraduras / no sería suficiente, / ¿o acaso piensa esta gente / que son justas sus hechuras?

Estas funciones circenses / demuestran bien a las claras / que la limpieza de piaras / no admite nuevos suspenses. / Por lo tanto, más no tenses / y sé digno acreedor / al jornal que sin pudor / te embolsas por payasadas, / que jornadas tras jornadas / meritas por chillador.

Los llaman “sus señorías” / a esta panda de bergantes, / muy curritos, bien tunantes, / mas dados a fechorías. / Pues no solo son manías / los exabruptos verbales / con las conductas gestuales / que denotan gamberrismo, / amén del grave cinismo / en procederes asnales.

Viernes, 04-07-25

Felipe se está llenando / de inmundicia hasta las cejas, / con unas sonadas quejas / que lo están desprestigiando. / Pues el hombre va olvidando / ciertos oscuros pasajes / con difíciles encajes / por lo mismo que critica: / que pase por la botica / y se deje de chantajes.

Lo malo del susodicho / es el creerse endiosado, / ese ser divinizado / que ya vive del capricho. / Actuando cual mal bicho, / picotea por doquier, / mas obvia que en el ayer / hubo más de una ocasión, / no solo con corrupción… / ¿y no se pudo prever?

El que estés obsesionado / con quien ahora dirige, / mayor respeto te exige / por losa de tu pasado. / Se te nota muy crispado / cuando toca meditar, / harías bien en callar / y no escupir para arriba, / hay que mirarse la giba / y luego despotricar.

Como ha expresado Rufián, / hay que mandarle bemoles / cuando te metieron goles… / ¿te acuerdas de un tal Roldán? / Tus principios regirán… / en cubos de la basura; / te recomiendo cordura / y mirarte en el espejo, / pues me da que ya estás viejo / y escasea la frescura.

Mejor monta un chiringuito / con eximias viejas glorias, / para que cuenten historias / y se tomen un caldito. / Consejo que me permito / con el máximo respeto, / pero al tiempo yo te espeto / que callado estás mejor, / pues si aireas el hedor / lo mismo no me sujeto.

A modo de conclusión:

Diga lo que diga el Tribunal Constitucional. Y el que pueda hacer, que lo haga. ¿Cuál es el siguiente paso? Asustado estoy. Lo mismo dejo de escribir una temporada por si acaso. Aunque puede que escape con un arresto domiciliario, porque a mi edad, ¿para qué enchironarme si les va a salir más cara la pensión completa o el todo incluido?

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