miércoles, 25 de julio de 2012

Los paseos de Jerónimo

Sigo sin comprender –y a este paso y con mi edad me voy a quedar con las ganas– absolutamente nada de la crisis. O somos falsos a más no poder o seguimos empeñados en echarnos aquello mayor que lo otro. Entro en facebook y observo cientos de fotografías con gentes presumiendo de bronceados, unas piscinas impresionantes, apartamentos de los que no valen cuatro euros, terrazas de verano, maletas prestas para emprender viajes, un cóctel de no sé qué… O puede que todos los amigos que tengo en esa red social (deberé incluirme, qué remedio) sean ajenos a este fenómeno por el que atravesamos y que tiene una protagonista esencial que es nuestra estimada y mejor considerada prima de riesgo.
Sigo escuchando, hasta la saciedad, lo de la cosa está floja. Y como en mi particular caso, y por razones obvias del DNI, tal particular lo tengo asumido desde ha bastante, me da que también existen unos añadidos de exageración. De no ser así, habría mucho más personal por este Norte y algo menos por esos ‘sures’. Pudo ser una casualidad –algo que no me entra en el magín– pero mucho móvil captó instantáneas del incendio que comenzó en Ifonche y coincidirán conmigo en que ello no era posible si no se andaba de garbeo por aquellos lares. Y a buen entendedor…
Sigo desorientado con las expresiones de que no hay dinero. Yo creo que sí, pero, como siempre, mal repartido. Un servidor estima que el dinero está, lo que ocurre es que Hacienda (el estado) lo deja pasar ante sus narices y no lo hace circular por donde debe. Todos sabemos que hay mucho experto que está sacando tajada de esta crisis. Y mientras a unos nos exprimen, se continúa con las ganancias especulativas, con la economía sumergida, con la evasión de capitales, con pagos en negro, con fraudes masivos en el pago de los impuestos (IVA incluido), con indemnizaciones de escándalo, con sueldos que rayan el insulto… Todos estos últimos constituyen o conforman un selecto clan que acude cada día a darse golpes en el pecho para que la situación se mantenga. Las arcas públicas están vacías y la escasez debe paliarse con millones de granitos porque los que se dicen gobernantes (parte del tinglado beneficiado) –y añadan los de la oposición porque hoy por ti y mañana por mí– dejan a buen recaudo a las grandes sociedades y los chollos de las Sicavs (vete a la Wikipedia como yo), rescatan –a medias, para luego volver a empezar– a los bancos-inmobiliarias (después de que sus directivos hayan hecho su agosto y resto de meses)… Y mienten como bellacos. Pero no es que mañana se desdigan de lo que dijeron hoy; no, a los cinco minutos, y en el transcurso del mismo discurso, ven negro donde antes lo atisbaron blanco. Y sin cambiar de criterio. Qué morros. Pero ve a este enlace y lee lo que escriben plumas mejor cortadas que la de este ignorante y atrevido redomado: http://blogs.publico.es/juantorres/2012/07/24/nos-hunden-la-incompetencia-y-la-mentira.
Te habrás fijado de que raro es el día en que no aparece en cualquier periódico la noticia de que “el alcalde, concejales y personal de confianza renuncian a la extra de Navidad”. De todos los signos políticos y de cualquier ayuntamiento. Parece que se han puesto de acuerdo en ir espaciando los comunicados a fin de que todos tengan cabida en las planas; si es la primera, mejor. Pero lo curioso es que quieren dar la impresión de que son los buenos de esta película, de que realizan un sacrificio tremendo, cuando en realidad, y como medida preventiva por la que les puede caer, intentan salvar el pellejo ante sus propios funcionarios. Porque estos no tuvieron opción alguna, se les cerró el grifo y punto. Añoranzas, quizás, de un pasado de ordeno y mando. Y suelen acompañar la información, mero adorno, con el vocablo solidaridad. Debe ser la misma con la que predica Paulino Rivero (tiempo hacía que no lo mencionaba) y sus múltiples viajes en busca del arca perdida. Ahora se nos fue a París y desde allí lanzó su quinientos discurso prometiendo otro buen montón de empleos. A este paso, en dos meses más… el 50% en el paro.
Puede que Esperanza Aguirre (menudo ejemplar), antes de seguir los ejemplos de Valencia, Murcia y Cataluña, esté fisgoneándome el blog y cuando habla de acabar con la mamandurria esté aludiendo, expresamente, a los garbeos (sobre todo los del helicóptero) de nuestro presidente. ¿Cómo podemos esperar que solucionen nuestros problemas si ellos (los políticos) lo son mucho más, tanto que no hay por donde cogerlos? Sí, ya sé que estás pensando en los fondillos del culo y otras partes más o menos pudendas. Ojalá fuera tan fácil.
Soria (José Manuel), el ministro, que estuvo este pasado fin de semana de congresos insulares (pagando aviones y taxis de su bolsillo; no te rías), se erige en dinamitero (por lo de los mineros) mayor de las ínsulas y suelta que Canarias debe pagar en este 2012 unos mil millones de euros. Calderilla para el cortado. Y que debemos acudir a que nos financien desde Madrid (como los que aludí en el párrafo anterior). Sale corriendo nuestro consejero Ortiz para llamarlo mentiroso. Y tú –incluidos ateos y agnósticos– te pones a hacer cruces. El Estado no tiene dinero y debe acudir a los prestamistas que le cobran un interés de escándalo, pero puede inyectarle a las Comunidades para que estas tengan liquidez. Por favor, si lo entiendes, explícamelo.
Y casi me olvido del verdadero motivo de este post. Jerónimo Saavedra, predicando con el ejemplo, se subió al carro de los paseos y anda el hombre del tingo al tango para demostrarnos que lo suyo es muy común, y que así se defiende a un pueblo atribulado, masacrado por los recortes. No es capaz de convocar tres reuniones en Tenerife (zonas Norte, Sur y Metropolitana) y sentar a los alcaldes para platicar cuanto crean conveniente. No, hoy a La Orotava, mañana a Los Realejos y pasado a San Juan de la Rambla. Y así hasta 88. Y no pasa nada, oiga, no pasa nada. Qué bueno es disfrutar con dineros ajenos. Ya pagarán los empleados públicos, y los pensionistas, y el copago farmacéutico, y más chicos en las aulas (en peores condiciones que los cochinos en una granja)… ¿Adelgazar la administración? ¿Y eso qué es? Con tales mimbres y con tanta mentira y falsedad, así nos va.
Y para rematarme, mi ayuntamiento quiere celebrar hoy el “DXVI aniversario de la fundación del pueblo”. ¿Qué pueblo? Viva el rigor histórico, el pendón y el apóstol Santiago. Y a todas estas, ¿cómo se come todo esto, don José? Sí, el de la calle de Los Barros. No pretenderán que en este mundo de idos sea yo el único cuerdo. Voy a seguir pintando un fisco.

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