Ha comenzado
el mundial de fútbol. Leyó Soria su pregón en recóndito lugar de Telde. Se
acabaron los problemas. Ya no hay paro. ¿Monarquía o República? That´s the question. Una Ley (¿otra?) de
muerte digna en Canarias para cuando nos alcance el petróleo. ¿Juan Fernando
candidato? ¿Soraya más de lo mismo? El circo parlamentario en el Congreso de
los diputados: leones por fuera y monos por dentro.
El panorama
político es como el Facebook. Sí, tú escribes lo que te parece conveniente y
comienzan tus amigos (más que serlo, dirían que son enemigos acérrimos) a
escribir lo que les venga en gana. Tanto que si comparas el último comentario
con lo que originalmente plasmaste en tu muro, ni semejanza.
Uno le
presupone a los representantes públicos unos mínimos de cordura y sensatez.
Dejo a un lado la preparación, pues me asaltan las dudas. Pues ni lo uno ni lo
otro. Se establece un orden del día a debatir. Y se aprovecha que el Barranco
de Godínez pasa justo al lado del colegio Agustín Espinosa para que el uno
saque un cacho de trapo, el otro muestra una revista… Mientras, las dos
terceras partes del hemiciclo se marcharon a mandarse el gin-tonic. Y los que
aguardan, porque tienen encomendada la tarea de contarle la película al jefe,
juegan con sus móviles, curiosean en sus tabletas y wasapean que es un
disgusto.
Hoy me
apetece sumarme a la corriente librepensadora del cambio. Porque la Carta Magna ya tiene muchos
años y está obsoleta. Nació en el 78. Y yo tenía casi treinta años. Qué dejarán
para los jubiletas.
Me subo al
carro, pues, de la reforma constitucional y propongo plasmar por escrito el
sentir de la mayoría. Porque si te fijaste bien, el pasado miércoles todos
estaban de acuerdo. Diferían solo en los tiempos. Y me he percatado de otra
curiosidad: El PSOE es el culpable de todo, el enemigo a batir. Pero eso toca
otro día. Porque podemos. Me acecha mucho izquierdoso nervioso, qué gracioso.
Vamos con el
artículo 1. El apartado 1 puede permanecer tal cual. Queda bonito eso de la
libertad, justicia, igualdad y pluralismo. Aunque en demasiadas ocasiones la
justicia no sea muy igual (para todos) y sí demasiado plural. El apartado 2,
quedaría del tenor literal siguiente: "La soberanía nacional reside en el
pueblo español, del que maman los
poderes del Estado". Demos carta de naturaleza a las evidencias. Y el
tercero estaría pendiente al resultado del referéndum. Que podría aprovecharse,
por economía procedimental, el mismo de la propia aprobación del nuevo texto.
Que, y sigo con los ahorros, nos valdría, asimismo, para los casos vasco y
catalán, en el supuesto de que Barça, Athletic y Donosti (no procede,
obviamente, lo de Real Sociedad) se decanten por jugar allende Los Pirineos.
Canarias, al ser territorio ultraperiférico, quedaría englobada en varias
disposiciones adicionales.
No ha lugar
al artículo 2. Eliminado. Lo de indisoluble, indivisible, integridad y
solidaridad son conceptos rancios y añosos, fuera de lugar. Aire libre, que
circule el viento.
En
consonancia con lo argumentado para el artículo precedente, suprimiremos los
apartados 2 y 3 del artículo tercero. Y ya no sería menester aludir al
castellano, sino que se denominaría, sin tapujos, español.
La
capitalidad de la nación, artículo 5, parece conveniente ubicarla en Zaragoza.
Primero, por cercanía al resto de naciones, y segundo, por reconocimiento al
indudable apoyo de La
Pilarica en los momentos claves y decisivos de nuestra
historia.
Por lo que
respecta a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales
(artículos 6 y 7), no cabe la oración siguiente: “Su estructura interna y
funcionamiento deberán ser democráticos”, por tratarse de una injerencia a
todas luces reprobable.
Lo dejo en el
artículo 8 para un próximo día. Para quien fue alférez de infantería es
complicado asumir que la ONG
de las Fuerzas Armadas vaya a garantizar la independencia nacional. ¿¡Ah!, que
fuiste militar (de complemento)? ¿Y también de la OJE? ¿E hiciste un campamento
cuando terminaste Magisterio para poder ejercer la carrera? Se lo diremos a
Pepe. Y como ya no escuchas la emisora municipal, te pondremos…
Mañana
comeremos juntos los de la promoción. Debemos estar todos jubilados, aunque
puede que alguno se halle en activo. Ejerciendo, me refiero. Porque, por mis
informaciones, nos movemos que da gusto. Arreglaremos el mundo en Casa Yeye
(Las Mercedes). Y lo mismo me echan una mano para modificar la Constitución. O a
lo peor no. La llevaré en el bolsillo, por si acaso.
Oye, y tú que
acabas de leer este post, ¿tenías un ejemplar al lado? Anda, que te trinqué.
Todos caemos en lo mismo, tropezamos con la misma piedra cientos de veces.
Ignoramos casi todo, pero somos catedráticos del bla, bla, bla.
Hasta el
lunes. Y sean felices.
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