sábado, 26 de julio de 2014

De silbos, otra vez (III)

Hoy es sábado. Lo sé. Tocaba descanso. Pero apetece un tercer salto a La Gomera. Si me acompañas, te guío.
Pero antes, a permitir el inciso de rigor. Se informa en diferentes medios de comunicación que hay una señora, o señorita, que asegura conocer una cueva en la que se hallan no menos de 700 momias guanches. Y no entiendo el porqué lo mantiene en secreto, salvo que pretenda obtener algún tipo de beneficio. No creo disponga de espacio en su casa para darle cobijo a semejante tropa.
Le he dado unas dieciocho vueltas al particular y no encuentro mayor mérito al posible descubrimiento. Le apuesto los 50 céntimos de rigor a la investigadora que si me doy una vuelta por los parlamentos que tenemos en este país –y fíjense que no incluyo ayuntamientos, cabildos, diputaciones y otras instituciones públicas– me topo con muchas más momias. Algunas de ellas, guanches también. Y cuento con la ventaja de que las mías están ya identificadas, con nombres y apellidos. Me juego otros cincuenta a que no me aceptan el reto.
En fin, un garbeo de fin de semana por Hermigua (y el pescante que tanto servicios prestara otrora) y Agulo, cuyo Mirador de Abrante abrirá de manera inmediata. Fred Olsen ha optado por la explotación y parece que le echa el ojo, asimismo, al restaurante de La Laguna Grande. Si ello supone más puestos de trabajo…




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