lunes, 5 de enero de 2015

Año Nuevo, sí; pero...

Casi todo sigue igual. Finalizada la etapa de los buenos deseos y la paz infinita, corresponde volver a las andadas, a ser los mismos de siempre. Como los cuchillos habían quedado a buen recaudo, no es necesario volver a afilarlos. Prestos y dispuestos se hallan.
Hemos tenido bastantes días de polvo en suspensión. Que no debe ser lo mismo, estimo, que nos encontremos en un periodo en que los polvos estén suspendidos. Al menos no tengo constancia de ello. Y me temo que sería una medida de escaso cumplimiento. Máxime en fiestas tan señaladas que invitan a los arrumacos. Y no sigo porque tú eres inteligente.
Ya saben mi opinión, reflejada en comentarios anteriores, acerca de las campañas de recogida de alimentos y juguetes, tan características de esta época del año. Se quejaba la Casa de Galicia no ha  tanto que sus depósitos estaban vacíos. Leí ayer que ahora se desbordaban. Da la impresión de que en esta sociedad se actúa por los dictados de echarse flores y apuntarse tantos. La coordinación brilla por su ausencia y solo conseguimos que los avispados (más que necesitados) de turno se presten a turbios manejos. Y ahí lo dejo.
Lo de La Graciosa en fin de año no tuvo gracia alguna. Por mucho que don Willy se haga el ídem con su gorro de palma. Como periodista (anda ya, a presumir) me avergüenza que no haya en Canarias cabezas mejor pensantes que estos descerebrados. Ya está más repetida Eloísa que la caja del turrón. Además, este año dejó que fuera una de las K-Canarias la que nos sorprendiera vía destape. Completó el bodrio más visto en todas las teles públicas del país, los aullidos del tal Ginés, que ya pudo quedarse sumergido en el charco del mismo nombre y lo mismo salían a flote los botes hundidos. La mediocridad del director del Ente no da para más. No da más de sí, da más de no. Y la programación es fiel reflejo de sus “altísimas capacidades”. El resto, a obedecer. ¿Y los políticos? Déjenme quieto.
Se acaba el bipartidismo, es el eslogan de los denominados partidos emergentes. Que no debe ser Repsol. Y basan sus campañas en atacar con fiereza inusitada a PSOE y, en menor medida, a IU. Este observador impenitente entiende que estos arribistas de nuevo cuño son unos embaucadores de tomo y lomo. Porque, al final, todo se traduce en quítate tú para ponerme yo. Con lo que su teoría de finiquitar el sistema de dos partidos hegemónicos es pura falacia y mera entelequia. Tanto es así que ya no se recatan en disimular apetencias mediante idénticas luchas intestinas a las que hemos presenciado con los de la ‘casta’ en estos años de democracia. Al final, y sin mentar lo de tiempo al tiempo, más ralea.
Este pasado sábado (3 de enero) nos deleitaba el diario ABC con el siguiente titular: “La Policía despide al agente muerto en Embajadores”. Me fui al diccionario, confidente en mis ratos de dudas académicas, y todas las acepciones que pude leer iban por el camino que tú ya te imaginas. Uno puede quedarse con la nula humanidad de un Cuerpo ante una desgracia como la acaecida al joven servidor público. ¡Ah!, vale, las prisas del cierre.
El avión siniestrado en Indonesia no tenía permiso para volar ese día. Pero bueno, a qué extremo hemos llegado en el intento de justificar ¿qué? Como si un aparato de estos pudiera salir desde la azotea de cualquier edificio para volar miles de kilómetros. ¿No se exige, con carácter previo, un plan de vuelo, que deberá llevar implícito todos los requisitos, beneplácitos y conformidades? Como no escapó nadie a quien poder culpar del lamentable suceso, echemos balones fuera. Cuánto cinismo y falta de humanidad.
La separación de Marta Ortega (¿Te dice algo el apellido?) y Sergio Álvarez copa, y ocupa, portadas de esas revistas de cierto tinte amarillo. Yo lo cambiaría por el marrón (canelo), como, creo, hacen en Brasil. Parece que el jinete (así lo expresan) podría pedir una pensión compensatoria. A lo peor es que cabalgó más de la cuenta y se le sudaron. Chacho, qué falta de ignorancia. Esto es peor que tragarme el buen rato de ‘Sálvame’ que vi en la sala de espera de Bellevue el día de Año Nuevo, donde hube de acudir por una lumbalgia que me traía frito. Al menos en Hospiten Rambla, donde voy al urólogo, ponen el Canal 24 Horas.
Por último, la foto. Ahí tienen a los dirigentes de Nueva Canarias en su particular operación de búsqueda y captura. Comido el terreno al CCN de Nacho González, están de un frenético viajero que las islas se les quedan cortas. Tardan menos en plantarse en Santa Úrsula que en ir de Mogán a La Aldea. Y no creas que los gastos inherentes a tanto garbeo son abonados de sus bolsillos. Los pagamos tú y yo, que somos los idiotas de la película. Y deben estar brindando buenas ofertas (al servicio del ciudadano, claro), porque los brincos partidarios provocan… lástima.
Esta noche vienen Los Reyes. Creo haberme portado bien. Y si no me dejan nada, mejor. Me podré gastar el dinero ahorrado en cualquier viaje. Hasta pasado mañana.

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