No es eso,
no. Pero como me ha dado por titular con una sola palabra, no hallé otra más
adecuada. Vamos a intentar explicarlo:
Como se
prevé, eso dicen las encuestas, una gran dispersión del voto, ya se barrunta
que las composiciones de las instituciones públicas después del 24 de mayo
pueden ser variopintas, diversas, en definitiva, muy desparramadas. Tanto que
don Román Rodríguez, de oficio recogedor, personaje que aspira –vaya que
aspira– a reverdecer viejos laureles, se frota las manos ante la posibilidad de
que los pactos encaminados a la gobernanza de Canarias no sean posibles con dos
formaciones políticas como hasta ahora. Y deba entrar un tercero en liza. Él,
por ejemplo. ¡Oh!, ya se ve de vicepresidente y consejero plenipotenciario de La Aldea.
Y a partir de
la alegría no disimulada del otrora gallo tapado de Olarte, me surgen dudas a
porrillo. Cuando aún no hemos salido de la crisis, aunque sí de la recesión (De
Guindos), imaginemos cuánto nos va a costar la broma de que en un ayuntamiento,
verbigracia, en vez de gobernar en pareja haya que recurrir a otra ayuda
externa para el trío de rigor.
Vamos a unos
ejemplos prácticos. San Juan de la
Rambla, ahí al lado, 13 concejales, 5.200 habitantes (menos
que la zona realejera de Toscal-Longuera), con un ayuntamiento regido por Tomás
y sus circunstancias (6 concejales de CC), todos liberados y (bien) cobrando de
las arcas municipales. No amplío la parafernalia anexa porque cuanto más
incremente la nómina de allegados, menos valor añadido presupongo de los que
dirigen el cotarro.
Puerto de la
Cruz, alianza entre CC y PP. Me vale el añadido del caso anterior. O lo mismo
me quedé corto.
Pactos
CC-PSOE en ‘tropecientas’ muestras más: Gobierno de Canarias, Cabildo de
Tenerife, ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna…
Con la
mordida que estos acuerdos (¿o mejor componendas?) supone para el capítulo I de
los presupuestos, ya podrás suponer o intuir lo que conllevaría subir a la
guagua un tercer pasajero. Y como el último es el que desequilibra la balanza,
se hallará en condiciones de exigir lo que se le ocurra. O más. Y se enchufarán
los que salieron elegidos y se tenderá generosa mano a los que conformaron el
resto de la candidatura. En suma, todos pa´dentro. Tiempo habrá para culpar a
Madrid de la falta de dinero para cerrar el anillo insular o buscar una
solución urgente para la calle Tegueste (Punta Brava).
Dicen los
expertos que las mayorías absolutas no son buenas para el sistema democrático.
A escala nacional, a la vista está que la posesión de más de la mitad de los
diputados del Congreso ha supuesto la adopción de medidas manu militari que
generan la desconfianza de al menos el cincuenta por ciento de la población.
Con lo que nos pasamos legislaturas cambiando preceptos en un ejercicio
bailongo estilo yenka que bien poco dice de la capacidad de diálogo y consenso.
Pero es que
debemos añadir los parlamentos autonómicos (además de Ceuta y Melilla), amén de
los respectivos gobiernos, las diputaciones, los cabildos, los consejos
insulares de Baleares y 8.122 ayuntamientos. Y si en todo ese maremágnum la
figura a destacar es la del pacto (de tres o más porque ya con dos no será
suficiente), sabiendo que primero se trocea y reparte la tarta al más puro
estilo goloso, me temo que ni siquiera vayan a quedar migajas.
Si el
planteamiento fuera a la inversa (estudio de las necesidades de los pueblos y
su acometida en función de los programas electorales de los firmantes,
reducción drástica de acomodados –ya hemos olvidado que existen los
funcionarios– y etiquetas adhesivas, programación cuatrienal detallada, salvo
imprevistos…) y el pueblo captara que la intención del cargo público es la de
servir y no la de servirse, nada que objetar, al contrario, a los pactos.
Desgraciadamente, botones de muestra hay pocos que se rijan por criterios de
racionalidad y economía. También procesal, pues se ido a la creación de
ayuntamientos paralelos, con duplicidad de dependencias, con ediles en
despachos que visten muy bien y sin la más remota idea de lo que tienen entre
manos y…y…y… O etc., etc., etc… Y tú podrás, asimismo, confeccionar otra lista interminable.
Mientras a
una concejal de barrio, que ni vive en él, no le falla el sueldo mensual, la
parroquia, dirigida por un cura entusiasta que en pocos años ha comprobado cómo
se acrecienta la problemática social y cómo las infraestructuras se caen a
pedazos, se lamenta por los oídos sordos con que tropieza. Los devotos y
religiosos gobernantes populares, al tiempo que se aprovechan de hombros ajenos
en festejos populares, deberán estar, por lo bajini, espetándole que se meta en
sus asuntos. Como si los problemas terrenales fueran coto privado y de
exclusiva competencia de los bien pagados. Es que presumen de no prestar el más
mínimo caso a lo que no haya salido de su escurrido coco. Así nos va.
En fin,
amigos, cuánto lamento contenido. Me gustaría que alguien con tiempo echara una
visual a la documentación de la
Asociación de Madres, Padres y “Amigos” de la que fue
Agrupación Escolar Mixta Toscal-Longuera. De sus orígenes y de sus quehaceres
cuando no existía asociación de vecinos. Y de cómo mimó el poli… Sí, otros
tiempos. Como para que nos vengan a dar lecciones ciertos politiquillos del
tres a cuarto. Que viven de, por y para la foto. Hoy me apetece emular a su
jefe supremo, al mismísimo Mariano: Lecciones, las justas.
Hasta mañana.
¡Ah!, iba a poner solo la foto de la calle Tegueste, pero con este final que me
salió va esta otra composición de un trío famoso en la zona de la que procedo.
A pesar de todo, intenten ser felices.
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