martes, 15 de diciembre de 2015

Plan de trabajo

Me levanto allá cuando el cuerpo lo estime oportuno. Aunque le tengo señalado que de esfuerzos nada, que no se ponga bobo con madrugones ni boberías de ese estilo. Los tiempos de estudiante y de curro ya pasaron. Nada de horarios estrictos. Es más, no pienso buscar trabajo extra para que Mariano me exima del IRPF, porque ello supondría cerrar otra puerta al que pretende abrirse camino en este tortuoso camino de la vida laboral.
Mientras hago la cama –inconvenientes de levantarse después–, el ordenador se va calentando. Sí, es de gasoil, sistema operativo de hace varias décadas y una memoria que flaquea más que la mía. Como intente abrir dos ventanas, pone mala cara a la par que me indica que eche el pestillo a la primera.
Concluida la tarea doméstica y refrescado el hocico, ya está el pecé listo para echar la visual mañanera. Compruebo si el post de Pepillo y Juanillo, que fue programado la tarde-noche anterior, se ha publicado correctamente y si el Twitterfeed ha funcionado con los enlaces (o links) a las dos redes sociales en las que me hallo matriculado: Facebook y Twitter. Ello me da la información de los que se bajan del catre mucho antes que yo y fisgonean los párrafos que uno tuvo a bien plasmar en estos folios virtuales.
Luego corresponde felicitar a los que el artilugio me chiva su cumpleaños. Y como he sido bastante cuidadoso y selectivo en lo de aceptar solicitudes, diré que todos los de la lista son, como mínimo, conocidos. Ya se sabe que la amistad es un concepto mucho más profundo y se halla por arriba de las posibles veleidades de estas modernidades.
Bajo (la cocina está en la primera planta) y me desayuno. Que no solo de bytes, y sus muchos múltiplos, puede vivir uno. Hay que alimentarse para que la neurona quede debidamente engrasada. Si hay que regar las plantas del patio, aprovecho el viaje. Y las de la entrada. Esto del ornato vegetal ha sido siempre una constante allá donde he vivido. Y quedan algunas en la azotea. Amén de las que tengo en Las Abiertas. No, el terreno es de mi hijo. Yo soy el jardinero. Y tuve que ir el pasado fin de semana a rociarlas un fisco, pues este otoño ha sido raro. ¿El cambio climático?
Completo las otras acciones que uno realiza en el cuarto de baño (no me pidas que te las detalle) y arranco la visual a la prensa digital:
“El PP no se presenta con las manos vacías”. Este presidente merece un par de nalgadas. Habla y sube el pan. Y que la gente vea en él alguien en quien poder confiar, me lo expliquen. Después del mensaje al tal Luis (alias el cabrón), y como no entiende su propia letra, ha sido capaz de justificar… todo, y más. Ya lo ratificó el otro portento de Soria cuando soltó la guinda de que la caja no tiene suficiente dinero para que entre a gobernar la izquierda. Esperen que la vaciemos (la hucha de los viejitos también) y después hablamos.
“Los socialistas exigen al alcalde de La Orotava más dedicación”. ¿Cómo va a ser eso? Un hombre que va de tertulia en tertulia y de entrevista en entrevista propagando excelencias de su abnegada entrega (mínimo doce horas diarias) al ayuntamiento de La Villa. Un hombre que es capaz de sacrificar horas de sueño para estar (en espíritu) en Madrid y que el municipalismo se escuche bien alto en la Villa y Corte. Un hombre nacido para la docencia, de la que una llamada divina ha separado para… Ambiciones, sin más. Como el de mi pueblo. Desaparecido de la Avenida de Canarias desde hace semanas y que sigue percibiendo en su cuenta corriente el generoso sueldo que los realejeros le abonamos. Que se retrata en campaña, sin el más mínimo rubor (familia incluida), en horas que debiera estar resolviendo asuntos municipales. Y que cuando le queda un rato se descuelga con multitud de logros que solo su calenturienta imaginación vislumbra. Lo mismo lo llama Casimiro (otro pluriempleado) para que acabe con los muflones que algunos dicen haber visto en La Gomera y que Fred Olsen debió transportar en el mayor de los secretos. Y conozco vecinos, en paro desde ha la tira, con una mísera paga, que justifican estas idas porque va a conseguir ‘cosas’. Despierten de una vez, pues solo busca su promoción y ascenso. Hay tipos con egos sin límites. Ya me quedé sin besito. Y a este paso, sin pensión.
“Por TÍ al Senado”. No, para mí no mires. Debí repetir unos cien millones de veces en clase que ti no lleva tilde. Pero esas reglas ortográficas no rigen para la ASG de Curbelo Curbelo, Conde de Vegaipala, ni para su candidata, Yaiza Castilla, a la cámara dormitorio. Para la que al menos dos ayuntamientos (San Sebastián y Valle Gran Rey), desde sus páginas oficiales, solicitan el voto con una desfachatez institucional merecedora de todas las repulsas posibles.
Otra palmera que acabará dando el estampido. Como tantos y tantos que piensan estar más allá de lo divino y de lo humano, por arriba del bien y del mal, dotados de unas capacidades tales que hacen y deshacen a su antojo. A los que yo tengo el gusto de repetirles una décima:
Una palmera orgullosa
miraba desde bien alto
cómo barría el asfalto
una escobita hacendosa.
Vino una brisa ventosa,
que al suelo la fue arrojando,
y al irse desgajando
se dijo en su fuero interno:
Ya me voy para el infierno
por estármelas echando.
Como el juego me satisface, ya que estamos con el entrenamiento, compruebo que los radicales izquierdosos (¿o ya quieren aparentar ser menos?) siguen con sus desaforados ataques. A ellos, sin acritud y por consiguiente:
No importa que mal estemos,
dijo contento Mariano,
ya nos echan una mano
estos chicos de Podemos.
Mientras nosotros jodemos,
la izquierda se despedaza;
ahí radica nuestra baza
para ganar otra vez,
porque ante tanta memez
el voto viene pa´casa.
Hasta mañana. Ya queda menos.

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