martes, 16 de agosto de 2016

La Graciosa en peligro

En el pasado verano comenté en cierta red social que a mi modo de entender nos estábamos cargando La Graciosa. Uno de los asiduos, por mor de una foto en uno de los tantos vehículos que por aquella isla transitan, me tildó poco menos que de ignorante. Penoso sería que te lo espete alguien con responsabilidades legislativas.
Yo creo que no hace falta visitarla tres o cuatro veces al año para percatarse de que mucho se está haciendo mal. Puede que sea suficiente con una sola ocasión. Me atrevo, incluso, a sostener que sin haber puesto un pie en ella.
Pero allá cada cual. Las opiniones son libres aunque lo que salta a la vista requiere gafas de aumento en la dirigencia política. Parece que no hemos tenido bastante con los ejemplos que abundan por las zonas turísticas. Si ese ente abstracto que denominamos Naturaleza hablara, puede que no saliéramos muy bien parados. Y como todo pivota alrededor del número de visitantes, y como bien sostuviera hace unos días el amigo Salvador García, ¿cuánta carga pueden soportar estos peñascos sin que no los hundamos definitivamente?
Manifesté en aquella ocasión que me parecía exagerada la cantidad de coches. Y no solo el clásico jeep Land Rover de toda la vida. Como el asedio al que se somete al turista una vez se baje del barco por parte de los alquiladores de algo. Vamos, como si estuvieras en Las Américas o en Puerto del Carmen. Me parece que César no estaría contento y ahora mismo deberá estar revolviéndose en su tumba.
Este último domingo (14 de agosto) llega a mis manos un reportaje publicado en el Diario de Lanzarote. En el que se detallan los peligros que se ciernen sobre al Archipiélago Chinijo (Parque Natural y Reserva Marina), en general, y en particular sobre La Graciosa. Se alude a la pesca furtiva, al incumplimiento reiterado del Plan de Uso y Gestión (como siempre leyes y normas se establecen para no practicarlas por mor de conveniencias de todo tipo), a la colocación de puertas y ventanas en las antiguas chozas a donde se llevan motores de gasoil, neveras y se hacen hogueras, a la utilización de fusiles y trasmallos… Y todo ello contando con la inestimable ayuda del vigía de turno, quien bien pertrechado de unos buenos prismáticos hace guardia en el risco para avisar a los infractores de la lancha de vigilancia.
Es un espacio muy grande, en el que las amenazas son abundantes y existen pocos medios para atajar a los desalmados. ¿Algo diferente, pregunto, a los lamentos cuando se produce un incendio forestal? ¿O no hemos escuchado letanía similar con este reciente de La Palma? Como contrapartida, ¿has oído quejas de cargos públicos liberados acerca de lo poco que cobra y de los escasos recursos que tiene a sus disposición para que sus auxiliares escriban sus discursos y le señalen lo que debe hacer en cada momento? Cuando no el pasarse la pelota entre las diferentes administraciones.
El plástico y los restos de petróleo procedentes de la limpieza de los barcos en las inmediaciones, junto a la falta de saneamiento donde en época veraniega, semana santa, navidades, carnavales y puentes varios que se prodigan en el calendario se disputan apartamentos y metros cuadrados de playa, constituyen un explosivo que deteriora cada vez más la imagen de la otrora isla marinera. “Se va pareciendo a un destino turístico cualquiera del mundo”.
El triste episodio del asadero de pardelas en Alegranza es un botón de muestra del desaguisado. O ponemos pronto remedio a la situación o el proceso será irreversible a todas luces. “Por el varadero y la calle de atrás pasan vehículos a todas horas”. Es uno de los graves problemas de esta isla, sostiene Alicia Páez, concejala delegada. No olvidemos que La Graciosa depende administrativamente del ayuntamiento de la Villa de Teguise. Hay demasiados coches y hay que disminuir su número, recalca la edil.
En aludido Plan de Uso y Gestión contemplaba (año 2006) licencia para dos taxis y la creación de un Consorcio para el control y puesta en práctica de las directrices del mentado plan. Agua de borrajas todo ello. Es más, según tengo entendido el consorcio en cuestión aún no se ha constituido.
Coches, coches y más coches. Y todo lo que supone tal elevado parque móvil. Como nos guiamos por números, lo que interesa en pavonearnos de 400.000 visitantes en 2015. Las otras cifras, la que aluden a la mierda, y nunca mejor expresado, que genera tal cantidad de animales (¿o no?) se ocultan. ¿Hasta cuándo?
Aquel que me tachó de alarmista el verano de 2015 entiende que todo estaba, y está, bajo control. Los hechos parecen demostrar lo contrario. Si yo fuera uno de los incondicionales gracioseros me quitaría las orejeras. Porque este comentario de hoy tiene más bien poco de opinión personal. Y si estiman que fui de farol y te quedan unos minutos, pincha en este enlace: http://www.diariodelanzarote.com/noticia/las-amenazas-del-archipi%C3%A9lago-chinijo-pesca-furtiva-presi%C3%B3n-tur%C3%ADstica-o-la-anulaci%C3%B3n-del
Se corrió tupido velo en la construcción a mansalva, se legalizó el conglomerado por intereses políticos que a nadie se oculta, se miró hacia otro lado ante quejas y lamentos de los habitantes de aquellos abandonados predios bajo el estribillo de ciudadanos de segunda, tercera o cuarta (cuando detrás se hallaban los especuladores de siempre)… Lanzarote (y sus aledaños), qué diferente en todo. Donde realmente faltan habitaciones, y no para alquilar, es en cierto edificio de Tahíche.
Hasta mañana, si la censura no manda otra cosa.

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