“Se fue el 87 y, como quien no quiere la cosa, sin apenas
avisarnos, se nos ha colado el 88. A pesar de las cuatro gotas caídas en la
noche del 31 de diciembre, han seguido días espléndidos, con un sol radiante.
Días que invitan a proezas propias de otras estaciones, haciéndonos olvidar que
el invierno está con nosotros.
Con la llegada del nuevo año, vaya la lícita pretensión de
querer vislumbrar un futuro pleno de ilusión y anhelo. Esperanza de lograr una
sociedad mejor, con un amplio horizonte de optimismo. Dejemos, por esta vez,
que las penas hayan fenecido con el extinto 87 y partamos de cero con el ánimo
dispuesto a intentar alcanzar grandes metas en este 88, que ahora comienza,
queriendo demostrar su buena voluntad al ofrecernos un día más (bisiesto), para
que los logros sean mayores, para que la meta pueda estar veinticuatro horas
más lejos, pero con bagaje superior. Y en este barco con destino común, cada
cual tiene su misión. No sería, pues, buena medida el intentar echar la zancadilla
al contrario porque nos retrasaríamos todos.
En el inicio de esta nueva singladura pidamos éxito en su
gestión a todos los que rigen los destinos del municipio. A todos, sin
distinción de ideologías, suerte en esta nueva etapa. Prueben a olvidar viejas
rencillas y luchen, codo con codo, por intentar alcanzar grandes logros para
Los Realejos. Olviden zancadillas y boicots y dedíquense a trabajar por quienes
tuvieron a bien colocarlos en el Ayuntamiento; seguro que no querrán, bajo ningún
concepto, que ellos se sientan defraudados.
Deseemos suerte inmensa a cuantos colectivos pretenden trabajar
con desinterés por el bienestar de nuestros ciudadanos; a las asociaciones de
vecinos para que salgan del ostracismo, casi generalizado, en el que se
encuentran sumidas y logren constituirse en el nexo de unión entre los vecinos
y nuestros representantes en los diferentes organismos oficiales; a las
asociaciones de padres para que sigan bregando con ahínco por mejorar la
calidad de la educación de nuestros hijos como pilar básico y fundamental de un
futuro mejor y de un progreso armónico y consecuente; a los diferentes
colectivos profesionales, sindicatos, partidos políticos, sociedades
culturales, recreativas y de ocio, y a toda la sociedad en general, para que
cada cual, en el puesto que la vida le haya deparado, aporte su sapiencia y no
regatee esfuerzos para, entre todos, lograr el bienestar de la comunidad.
Critiquemos sí, pero aportemos al mismo tiempo soluciones.
No sería, de manera alguna, buena táctica comenzar el año aprovechando cada uno
su particular situación para seguir desprestigiando al contrario según usos y
costumbres.
Seamos, pues, capaces de tener ilusión y esperanza. Lo contrario, mala señal sería”.
No, no me vale aquello de que eran otros tiempos. Fue el
otro día. Puede que solo haya cambiado lo que yo atisbaba en el contexto local
por el panorama nacional. Donde uno prevé que ni en los mensajes navideños, tan
tópicos y tan típicos, somos capaces de bajar decibelios, reducir la tensión.
Bien podría haberse ahorrado el Partido Popular resaltar los de SÁNCHEZ,
DIMITE. Si no basta con la gresca parlamentaria, echen mano de los recursos
democráticos para alcanzar el poder. Si Feijóo ya quiere –parece ser que cambió
de opinión– y emula a quien hablaba catalán en la intimidad, consigan los
apoyos necesarios e invoquen el artículo 113 de la Constitución. No hay más.
Eso es democracia: saber articular mayorías. Lo demás, zarandajas del tres al
cuarto. Y no persistan en la cantinela de dictaduras y estados de opresión.
Porque si así fuere, ¿podrían abrir la boca para soltar tanta estupidez? Seamos
serios.
Vamos a ponernos a trabajar que restan muchos asuntos por
resolver. Con diálogo, mesura y sin aspavientos. ¿Es mucho pedir para este
2025?
No hay comentarios:
Publicar un comentario