lunes, 20 de enero de 2025

Tele y crispación

Nuevo empujoncito. Vamos cumpliendo el encargo. Pero como todo anda tan revuelto, lo mismo un día de estos me para la policía cuando me vea aparcado con lápiz y papel en ristre.

Sábado, 18-01-25

De la tele veo poco, / pues no estoy como una cabra, / si acaso Pasapalabra / para no volverme loco. /  Y también me como el coco / apostando en La ruleta, / de Aquí la Tierra, igualmente, / suelo yo estar pendiente, / porque cuadra en el horario, / Informativos a diario / y al resto no meto el diente.

El deporte ya me cansa, / con el fútbol, sobre todo, / pues ya no soporto el modo / cómo en el césped se lanza / –debe ser porque se cansa– / el jugador marrullero, / que se mueve por dinero, / pero suele ser tramposo, / aparte de muy mimoso, / debiendo ser caballero.

Y la Canaria se empeña / en hacer del periodista / el mayor protagonista, / es decir, el santo y seña. / No es una cuestión pequeña, / tampoco asunto menor, / pues no debe ser actor / el que cuenta la noticia: / que no sea una primicia / el quehacer del redactor.

Por la noche, ya en la cama, / Veinticuatro horas yo veo, / resumiendo ese conteo / que la jornada reclama. / Cierro con ello la trama / informativa del día, / porque es esta la manía / que un servidor atesora / y que me mantiene ahora / despierto como un vigía.

Domingo, 19-01-25

Es penoso, a mi entender, / la crispación permanente / resultando ya indecente / que atisbamos por doquier. / Ojalá pudiera ser / que el sosiego se impusiera / y que todo el mundo viera / la lógica discrepancia / con un toque de elegancia, / que concordia transfiriera.

Deberían comenzar / a transmitir sensaciones / aquellos que en ocasiones / se disparan a matar. / No es menester insultar / para enteros ir ganando, / aparquen ordeno y mando / y confronten las ideas, / no entiendan por odiseas / el encumbrarse gritando.

Parecen que van nadando / de espaldas contracorriente, / ¿es invitar a la gente / a que se vaya alejando? / Si la nota siguen dando / con exabrupto y rencor, / se profundiza el dolor / por tan vil comportamiento; / si no cogen fundamento, / ¡qué bajeza, cuánto horror!

Un poco de por favor: / ¿te lo digo en verso acaso, / o prefieres un piñazo / de los míos, sin dolor? / Parecen el impostor / que solo busca hacer daño; / les vale cualquier apaño / aunque sea chapucero: / ¿van en busca del dinero / escalando otro peldaño?

A modo de conclusión:

Crispación en cualquier ámbito. Con los manuales de instrucción lanzando consignas cada diez minutos. Y los (las) cotorras repitiéndose a destajo. Cuánto nivel. Nos siguen tomando por idiotas. Y me temo que terminaremos creyéndolo. Somos tan conformistas que no ponemos más mejillas porque solo tenemos dos. Si fuesen más, bien de cachetones alcanzaríamos.

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