Sábado, 18-01-25
De la tele veo poco, / pues no estoy como una cabra, / si acaso
Pasapalabra / para no volverme loco. / Y
también me como el coco / apostando en La ruleta, / de Aquí la Tierra,
igualmente, / suelo yo estar pendiente, / porque cuadra en el horario, /
Informativos a diario / y al resto no meto el diente.
El deporte ya me cansa, / con el fútbol, sobre todo, / pues
ya no soporto el modo / cómo en el césped se lanza / –debe ser porque se cansa–
/ el jugador marrullero, / que se mueve por dinero, / pero suele ser tramposo,
/ aparte de muy mimoso, / debiendo ser caballero.
Y la Canaria se empeña / en hacer del periodista / el mayor
protagonista, / es decir, el santo y seña. / No es una cuestión pequeña, /
tampoco asunto menor, / pues no debe ser actor / el que cuenta la noticia: /
que no sea una primicia / el quehacer del redactor.
Por la noche, ya en la cama, / Veinticuatro horas yo veo, /
resumiendo ese conteo / que la jornada reclama. / Cierro con ello la trama /
informativa del día, / porque es esta la manía / que un servidor atesora / y
que me mantiene ahora / despierto como un vigía.
Domingo, 19-01-25
Es penoso, a mi entender, / la crispación permanente / ─resultando ya indecente─ / que atisbamos por doquier. /
Ojalá pudiera ser / que el sosiego se impusiera / y que todo el mundo viera /
la lógica discrepancia / con un toque de elegancia, / que concordia
transfiriera.
Deberían comenzar / a transmitir sensaciones / aquellos que
en ocasiones / se disparan a matar. / No es menester insultar / para enteros ir
ganando, / aparquen ordeno y mando / y confronten las ideas, / no entiendan por
odiseas / el encumbrarse gritando.
Parecen que van nadando / de espaldas contracorriente, / ¿es
invitar a la gente / a que se vaya alejando? / Si la nota siguen dando / con
exabrupto y rencor, / se profundiza el dolor / por tan vil comportamiento; / si
no cogen fundamento, / ¡qué bajeza, cuánto horror!
Un poco de por favor: / ¿te lo digo en verso acaso, / o
prefieres un piñazo / de los míos, sin dolor? / Parecen el impostor / que solo
busca hacer daño; / les vale cualquier apaño / aunque sea chapucero: / ¿van en
busca del dinero / escalando otro peldaño?
A modo de conclusión:
Crispación en cualquier ámbito. Con los manuales de
instrucción lanzando consignas cada diez minutos. Y los (las) cotorras
repitiéndose a destajo. Cuánto nivel. Nos siguen tomando por idiotas. Y me temo
que terminaremos creyéndolo. Somos tan conformistas que no ponemos más mejillas
porque solo tenemos dos. Si fuesen más, bien de cachetones alcanzaríamos.
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