Cosas mías (y de mi pueblo)

Sigo dándole vueltas a la cabeza. Y me salen décimas. Algunas no las publico en este blog. La esperanza me mantiene, por lo que algún día… Iluso. Bobo.

Martes, 08-04-25

Con unas que no publico, / llevo ya confeccionadas / muy pocas de las logradas / y de malas, fuerte pico. / Como, a veces, no me aplico, / casi siempre, yo diría, / me entra tal bobería / que no sé por donde salgo: / ¡ay, señor, qué poco valgo, / descanso me convendría.

Pero al ser tan testarudo / continúo mi labor / hasta que reste un lector / que me sirva como escudo. / Sin embargo, poco dudo / de que cualquier señalado / ya me haya sentenciado / poniéndome cruz y raya, / al cual le diré yo: ¡vaya, / cuánto honor me ha dispensado!

Prometo que a fin de mes / ─antes del mayo festivo─ / de cómo llevo el archivo / daré cuenta de una vez. / Seguro que más de diez / y menos de dos millones, / pero en un par de camiones / sí se pueden transportar… / ¿tú te las puedes echar / y yo voy con los zangones?

Ni en la próxima descanso / cuando todos van de holganza, / yo seguiré de labranza / y puede que haciendo el ganso. / Me buscaré un buen remanso / do haya tranquilidad, / porque ya a uno la edad / le va pidiendo un detalle; / espero que no me falle / aún la capacidad.

Ya saben que yo me ausento / solo el día de los fuegos, / pues estoy hasta los "juegos" / de tanto ruido violento. / Y de limpiar cual jumento / los patios y azoteas, / que se quedan, tú no veas, / con cenizas por doquier, / por lo que toca barrer… / ¡carijo, que te chispeas!

Miércoles, 09-04-25

“El Partido Popular / de mi pueblo es marca blanca”: / se debe tener retranca / para tal cosa afirmar. / Solo nos basta mirar / el devenir de Manolo, / pues él se retrata solo / al vivir supeditado, / siendo por Madrid mandado / a seguir el protocolo.

Si en el Realejo no había / asunto que trascendiera, / es normal que no supiera / lo que allende se cocía. / Por ello cuando ascendía / a una nueva institución, / se nota que la gestión / le queda bastante ancha, / porque su mente no ensancha / al no haber preparación.

Es preciso mucho más / que poses y cuatro fotos, / pues no se arreglan los rotos / con el vacío detrás. / No es posible en un pispás / sacar jugo de un ladrillo; / no es ejercicio sencillo / tener altura de miras, / si solo sabes de giras / y vivir en tu castillo.

El peligro de ascender / sin base que lo sustente, / es mirar hacia el oriente / por si el sol se va a poner. / Se debe tener presente / que no es fácil gestionar; / no se puede colocar / al frente de cualquier cargo / a quien demuestra de largo / saber solo figurar.

Se prestigia la política / o prima la desconfianza, / no solo es llenar la panza: / hágase más autocrítica. / No hace falta una analítica / para curar este mal, / lo malo es que le da igual / al que debe echarse a un lado, / porque se cree agraciado / pudiendo ser carcamal.

¿Para ser buen candidato / hace falta oposición? / No tengo claro el guion, / pero habría que pensar. / Muchos van para fardar, / cuando ahora es menester / al ciudadano ofrecer / solución a sus problemas / y no marginar los temas: / no hay más tiempo que perder.

A modo de conclusión:

¿Será pecado decir la verdad? ¿Y qué es verdad? “Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira”, que dijera Campoamor. Pero, de verdad, echo en falta otros mimbres. En demasiados niveles. A estas alturas, visto lo visto, tengo mis serias dudas de si la Universidad de Wyoming hizo sus deberes adecuadamente. Porque solo con marketing… va a ser que no.