
Ayer tuve la
oportunidad de saludar a bastantes amigos en San Agustín tras la presentación
del libro Memorias realejeras. Por la tarde, y después de echarle una visual, me senté
ante el ordenador y comprobé que se me habían quitado las ganas de escribir.
Decidí tomarme unos días de descanso y poner en orden ideas y mil atrabancos
(arritrancos a arretrancos, dicen otros) que andan revueltos en gavetas y
carpetas (también de las modernas informáticas). Pero no me podía abandonar
(momentáneamente) y dejar a los chicos (Pepillo y Juanillo) que se fueran a Los
Roques a darse unos baños (que bien merecidos se los tienen), sin que ustedes
no tuvieran conocimiento del particular.
Y recurrí a
un cronista de antaño, don Sabas Pérez Correa, maestro de los de antes y
colaborador en varios periódicos. Que incluso sirvió de corresponsal durante el
tiempo de su estancia cubana. Hombre de izquierdas –echen una visual a las
ilustraciones (La Prensa,
30 de octubre de 1933, página 8)–, del que ya he ubicado alguna que otra reseña
en Facebook y del que di norte, asimismo, en mi libro 75 años en la historia de
un barrio (El Casino de Las Dehesas) al haber formado parte de su junta
directiva en varias ocasiones, así como miembro destacado en las actividades
culturales en los festejos de aquel núcleo portuense.
Transcribo
este artículo de opinión del citado dehesero, datado en Icod el Alto y que nos
traslada al inicio de la década de los treinta del pasado siglo y en la que
demanda a las autoridades locales de los dos pueblos (que él aboga por su
unificación) la construcción de un hotel en El Lance. Se publicó en La Prensa, el 22 de enero de
1930, páginas 1 y 2. Bastante interesante, entiendo:
“De los
pueblos: Icod el Alto

Hoy, con
motivo de la reciente visita que hizo a esta isla el delegado del Patronato
Nacional de Turismo y últimamente el ingeniero del mismo, don Luis Peipoch, se
cree este humilde cronista rural en la obligación de insistir sobre su idea,
máxime si se tiene en cuenta el propósito que existe por parte de aquel
organismo, de emplazar dos grandes hoteles en Tenerife, uno en Santa Cruz y
otro en el valle de la
Orotava.
Lo hemos
dicho en diversas ocasiones y lo repetimos una vez más: El Lance es el sitio de
la isla que más bella vista panorámica puede ofrecer a quien nos visite. Desde
él se divisa, desde los Roques de Anaga hasta la Punta de Teno, desde el
majestuoso Teide hasta las negras rocas y preciosas playas de nuestro hermoso
mar...
El delicioso
y poético Valle de Taoro, tendido a sus plantas, cual artística alfombra matizada
de flores, confeccionada al centro de una calle y contemplada desde un balcón.
¡Oh, Lance no deberías llamarte así, sino Atalaya de Tenerife!
Si en este
sitio se hiciera un hotel, no cabe duda que sería el preferido, no solo ya del
turista, sino de todas las familias pudientes de la isla que lo tomarían como
refugio de verano, pues aparte de que, construida su carretera, estaría a diez
minutos del valle, por la altura en que se halla (unos setecientos metros sobre
el nivel del mar) se disfruta un clima tan saludable y […] para no envidiar el
resto del mundo. Hablando de esto días pasados con el reputado doctor don
Domingo Hernández González, nos decía: Icod el Alto, es uno de los pueblos más
felices de Tenerife, porque es un Sanatorio natural.
Como según
nos dicen, es un hecho que este año serán acometidas por el Municipio, en
colaboración con el Cabildo Insular los obras de una pista que ponga en
comunicación este rico y bello rincón de Nivaria, de nuevo nos permitimos
llamar la atención a quien corresponda, sobre nuestra humilde, pero sincera y
patriótica idea.
Se nos dice
que muy en breve, seremos de nuevo honrados con la visita de nuestro amadísimo
e ilustre prelado y como el Excmo. señor Gobernador civil también nos ofreció
honrarnos con una visita, por mediación de una Comisión de vecinos de este
pueblo que le visitó en meses pasados, nos vamos a permitir rogarle a nuestro
dignísimo alcalde municipal invite al Excelentísimo señor gobernador, al
Presidente del Cabildo y otras distinguidas personalidades, por si todos unidos
pudieran visitarnos y así contemplar el señalado sitio del Lance,
convenciéndonos de una vez, si es o no el más indicado para el emplazamiento de
dicho hotel.
Por demás
está decir que Icod el Alto pone a la orden de tan distinguidas personalidades
las mejores caballerías de que dispone, para transportarlos desde Tigaiga. a
este pueblo, solo con avisar un día antes.

Y termino
hoy, como en mi primer artículo, encomendando el asunto a los dignos alcaldes
de ambos Realejos, por creer que dichas personalidades son las llamadas a
emprender la iniciativa y porque entendemos que ambos pueblos serían
beneficiados, si el hotel que piensa hacer el Patronato nacional del Turismo,
llega a edificarse sobre El Lance.
El
Realejo-Alto, no debe mirar si El Lance pertenece al Realejo-Bajo y este a su
vez, no debe tener en cuenta si la proyectada pista debe salir o no del
Realejo-Alto. Nosotros, que no somos localistas, entendemos que por sobre de
todo debe imperar el patriotismo, única forma de llegar al éxito, que en este
caso no sería solo para Icod el Alto, sino para esos dos pueblos, que aun no
comprendemos porque siguen siendo dos (y se trata de hacer otro más, según
hemos leído) y se siguen llamando Realejos y no Villa de los Realejos del Rey.
Sabas P.
Correa. Icod el Alto, enero de 1930”.
Varias
decenas de sus artículos han sido rescatados de la hemeroteca digital (Jable)
de la Universidad
de Las Palmas. Que junto a tantos y tantos de otros ‘maestros’ (debe ser que la
profesión tira) duermen plácidamente a la espera de tiempos mejores…
No hay comentarios:
Publicar un comentario