Como no
quieren suprimirlo (el debate de investidura; tampoco el Senado, cementerio de
elefantes y de elefantas), y la tele autonómica (cuyos índices de audiencia
volvieron a dispararse: ¿No dijiste que ibas a cambiar esa táctica, Santiago
Negrín?) no me deja descansar, estuve ayer leyendo unas curiosidades surgidas
en torno al acontecimiento.
Saben, o han
escuchado, que Clavijo recurrió al “buen rollito” para ganarse los cariños de
los parlamentarios. Pues Antona, don Asier, el palmero, no entró por ahí (llegó
a Teobaldo Power molesto con la niebla de Los Rodeos y cabreado por tener que
abandonar su isla en tiempos de fiestas y bajadas), hizo señas a los suyos y
confianza denegada.
Me llamó la
atención el discurso combativo de Román (Nueva Canarias). Cuando espetó a los
socios del pacto (CC-PSOE) que “no ofrecen una alternativa económica ni
esperanza de cambio”, debió recapacitar en y de su pasado glorioso. Porque ni
el calificativo de su formación política nos hace olvidar lo que ha sido en la
historia no tan reciente de esta Comunidad. Pero cuando reclamó medidas de
austeridad, recordé que cada vez que debo visitar al urólogo en Hospiten
Rambla, y ya no creo en las casualidades, me lo encuentro en el Mencey. No, yo
no entro a esos sitios, pero una vez que cogía un taxi, otra que hablaba por el
móvil y una tercera que debía esperar algún fichaje. Qué dura, cuán austera esa
vida plagada de sinsabores. Salió de La Aldea y… más
nunca.
De Podemos,
demasiada teoría para combatir la falta de concreción del aspirante. Antes leía
a Paco Déniz. Como ahora no tendrá tiempo para escribir, me imagino que le
dictará unas notas a Noemí. Y como sé de sus comentarios críticos hacia las
muchas boberías que nos hemos inventado en esta sociedad, puede que a lo peor
no comulgue con lo de buenos días a todas y todos, las canarias y canarios, los
canarios y canarias, los diputados y diputadas, las diputadas y diputados, los
abuelos y abuelas, los trabajadores y trabajadoras, las trabajadoras y
trabajadores… Delante de la tele no estuve, pero luego lo repasé enterito.
Ahora bien,
el mejor, sin duda, Casimiro. Portavoz de sí mismo y jefe de otros dos que
dicen militar en ASG. Oh, fíjate si tengo razón que en los digitales gomeros se
expresa: La ASG
de Casimiro. Todo dicho.
Curbelo comenzó
su intervención constatando que "soplan vientos nuevos y aires de
cambio". Para mí que ese era el discurso del PSOE en La Gomera, tras la ruptura,
para significar que en el Cabildo era menester abrir puertas y ventanas. Pues
mira por donde viene el eterno mandamás en la Colombina y presume en
Tenerife de nuevos aires. O aires nuevos. Que no es lo mismo que buenos aires.
Ni aires buenos. Tiene gracia escuchar de sus labios lo de brisas de cambio.
Fiel a sus
principios humanitarios de tener los estómagos hartos y agradecidos, demandó
que la bonificación del 75 por ciento en los transportes con las islas menores,
anunciada por el candidato, se intente llevar hasta el cien por cien, y pidió
inversiones en conectividad para su isla, mejores horarios en el transporte y
que se cierre el anillo insular de carreteras. Incluyendo la de Taguluche, con
embotelladora en el cupo. Sí, señor, como los entierros, gratuidad total. Desde
cualquier parte del mundo. Me imagino que para mí también cada vez que me dé un
salto. Y deberá serlo, asimismo, la línea marítima interior. El día que se meta
un talegazo va a ser de órdago. Más alto subió la palma y al suelo bajó a
barrer.
En La Gomera no existe el paro.
Todos están ocupados. El problema no se ha radicado en su territorio sino en
‘las islas y en quienes las han gobernado’. Él no estaba ni pasaba por allí, es
aire nuevo. Canarias no es una tierra pobre. Los pobres (gestores) son los
gobernantes. Los otros, los del escalón superior. Y nos da la solución: “Es
necesario potenciar la sanidad, la educación y los servicios sociales y para
ellos hay que comprometer el gasto necesario y conseguir ingresos”. Porque él,
al contrario que Fernando Clavijo es “más concreto en sus propuestas y no tan
generalista”. ¿Conseguir ingresos? ¿Estás pensando lo mismo que yo? Algo
chirría entonces.
A Casimiro le
gusta que le toquen los huevos al completo. Nada de medias tintas. Sí, aseguró
que “tenemos la gallina y el gallinero pero que apenas nos tocan una parte de
los huevos”. Buena filosofía. Por eso ha votado afirmativamente, a pesar de que
algún politiquillo se ha quejado por no contemplar en la previsible
configuración del futuro gobierno un gomero en la primera línea. ¿Para qué? Es
como preguntar el nombre de los otros dos diputados de ‘su’ formación. Ahí está
él, en todo. No requiere ni siquiera circunstancias. Es la versión laica del
Padre Antonio, que en paz descanse esté. Cuando vuelva a ser senador (para
resolver los asuntos pendientes en Madrid) y se siente con Julio Cruz, mi
Gomera será un emporio. Trasladaremos la capital a El Cabrito (lo siento,
Sonia, pero Chipude deberá esperar), para lo que ampliaremos la línea de
atraque de cruceros hasta más allá de La Guancha… Parece que lo estoy viendo.
Hasta mañana.
¿Cómo van de calor?
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