Ayer estuve
leyendo dos entrevistas de Álvaro Morales (El Día) a Pedro Luis Cobiella y
Pablo Matos. El norteño se ha especializado en este género periodístico y sigo
su trayectoria desde ha bastante. Creo recordar, incluso, que coincidimos en
alguna clase cuando la
Facultad de Ciencias de la Información se hallaba
provisionalmente en unas dependencias del seminario diocesano en La Verdellada.
Pedro Luis
Cobiella, cabeza visible de Hospiten, fue ginecólogo de mi mujer en los años de
Maricastaña y atendió el nacimiento de mis dos hijos en la antigua maternidad
portuense. Luego, como afiliado a Muface, he sido paciente de sus hospitales en
reiteradas ocasiones. Donde, por cierto, siempre me han tratado de una manera
exquisita.
Te juro que
las leí de cabo a rabo. Y a lo peor te ahorro semejante sacrificio. ¿Con qué me
quedé de esta primera? Destaco esta respuesta: “Las mejores cosas en los últimos
35 años en el país las ha hecho el PSOE”. Dicho por mí tendría valor nulo y
credibilidad cero. Pero como fue manifestación de Pedro Luis, ¿chochea? Yo lo
veo enterito aún.
Vamos con el
político que pretende repetir. No será, pienso, por lo que los medios de
comunicación nos han trasladado acerca de su acción parlamentaria en estos
últimos cuatro años. Y significo los desatinos e incongruencias del señor
diputado cuando el periodista le aprieta las clavijas ante las salidas por
peteneras a cuestiones comprometidas. Y para ratificarnos en los recursos de
manual, a los que son tan dados, y sumisos, los militantes del PP: “La sociedad
española es ahora más rica que en 2011 y se ve en el consumo”.
Similar
discurso al de Manuel Domínguez, quien sostuvo parecida cantinela en otra
entrevista (Pepe Moreno, El Día Televisión), mientras los realejeros no nos
sentimos tan identificados con máximas triunfalistas, tanto o más insultantes
que los brotes verdes de Zapatero. Para rematar la bonanza económica de la que
disfrutamos, aunque no nos demos cuenta –qué torpes somos–, sostiene el
aspirante, y perceptor de dos mensualidades de transición (unos doce mil
apenas; cómo no va a mantener que somos más ricos), que la corrupción no les va
a pasar factura. Claro, a ustedes no, ya la resarcimos nosotros.
Deja que el
masoquista sea yo. Te hago una reseña de los muchos desatinos. Si crees observar
desajustes o incongruencias, guíate por lo de usted pregunte por lo que quiera,
que yo le contestaré lo que me da la gana.
Ley del
aborto: En el PP sí hay versos sueltos y debates profundos. No llevábamos un
modelo concreto de aborto, sino cambiar la ley para proteger a la infancia.
Gallardón –y los diputados que lo apoyaron– han sido apartados. Sí, porque
interpretando el programa promovió esa ley, pero otros no estábamos de acuerdo.
Impuestos:
Cambiados por las terribles circunstancias heredadas y comunidades con
problemas de financiación. Pero la mayoría del PP… Y Cataluña, y Canarias, y
creamos un fondo para pagar facturas pendientes… Pero el que más, Madrid… Sí,
pero en pago a proveedores era de los mejores (?).
La deuda:
Ahora es del 100%. Es fácil de entender, mientras se tenga déficit descontrolado, la deuda aumenta. Lo
rebajamos y se tranquilizaron los mercados. Nos dijeron que teníamos uno de los
mejores sistemas financieros y mire las cajas… Ya, pero Cajamadrid y Bankia,
con Blesa y Rato… Las regiones designaban dirigentes, como Caixa Catalunya.
Pero el peso mayor era del PP y lo más flagrante en preferentes se dio en
Bankia… Sí, pero fueron autorizadas por Zapatero. Pero fue un fraude en toda
regla… Es que la crisis financiera no nace aquí, fue internacional con la
quiebra de Lehman Brothers.
Burbuja
inmobiliaria: No, fue financiera, y Zapatero subió el gasto al creer que con
inversión pública se arreglaba. Pero eso fue más tarde con el Plan E. Que fue
un fracaso. ¿Y el empleo a través de proyectos que eligieron los ayuntamientos,
casi todos por consenso… Había que presentarlos rápido. Sí, y se construyeron
centros de salud, centros cívico-sociales… Y una calle, política típica de
izquierdas [que no lo haya leído el alcalde mi pueblo, especialista consumado
en piches electorales; me refiero al asfalto].
Control del
gasto: Zapatero (qué raro) no lo controló con partidas absurdas como el cheque
bebé de 2500 euros. Ustedes prometieron 3000. Ni hablar. Sí. Pero no para
todos. Para todos. Lo comprobaré.
Rato: ¿Le
defraudó? Por supuesto, pero el proceso está abierto y lo mismo se archiva (?).
Corrupción:
¿Por qué pierden más de 15 puntos si lo han hecho todo tan bien? Aún vamos primeros;
hemos tenido costes por la corrupción. Hay autos (Gürtel, Púnica, Baleares)
sobre financiación irregular y se borran discos de los ordenadores. Ya, pero
con los ERES se podría hablar también mucho. La corrupción nos pasa factura por
no ser ágiles, Rajoy reconoció errores, nos avergonzamos y se tomaron medidas
para que no pase más, aunque, si se detecta algo así y se imputa, rodean sedes
del PP, pero, con el PSOE, se rodean sedes judiciales. Con Camps y Barberá
fueron cientos a la puerta del juzgado... Pero no se ha visto la sede del PSOE rodeada
por los ERES.
…
Si me acusas
de haber estado espeso, te daré la razón. Aunque deberás agradecerme el que te
haya hecho un resumen y no te haya obligado a leer toda la entrevista.
Estarías, en ese caso, maldiciéndome para toda la vida. Y no por culpa del
periodista, que bastante trabajo habrá tenido es plasmar la conversación en un
escrito mínimamente descifrable, sino por la ‘claridad de ideas’ que transmiten
los cargos populares. Fiel reflejo, entiendo, de lo bien que se expresa el jefe
y de la transparencia de su mensaje.
Hasta mañana.
Y espero que esta calima de noviembre se vaya de una vez y retorne un fisco de
fresco.
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