O no tenemos
presupuesto. ¿Lo has oído, no? Cualquier gobernante que se precie tiene la
frase preparada para disparártela a las primeras de cambio. Te encuentras a un
concejal por la calle, al que conoces de toda la vida (aunque ahora más
distanciado por razones de rango), y le señalas que en la calle donde se ubica
tu domicilio hay una bombilla del alumbrado público fundida y te lee el acuerdo
plenario por el que dicho servicio fue privatizado y que recayó, casualmente,
en la empresa del hermano del ministro. Y que, casualmente de nuevo, unos días
antes se había puesto en contacto, a través de sus representantes, con el
alcalde para ultimar detalles del flujo… de electrones.
Como es la
mía, Benito Pérez Galdós, en la Urbanización
Los Príncipes, una de las que se oscurece con demasiada
frecuencia (debe funcionar con un reloj que no va con los adelantos
tecnológicos; y como cambien la hora el pobre se disparata), creo hallarme
legitimado para preguntar a quien corresponda por qué observo a los pocos
electricistas que quedaron en la plantilla de las empresas municipales tras la
mentada privatización llevando a cabo labores de ‘adornos navideños’ si tal
cometido también correspondía a la empresa adjudicataria. ¿O no? Lo mismo es
para que el concejal delegado de servicios tenga algo en lo que entretenerse. Y
justificar… lo injustificable.
En 2016, los
sueldos de concejales liberados y toda esa parafernalia que se mueve a su
alrededor sufrirán un incremento de 146.118 euros. Y no hay dinero. En tal
cantidad deberá entrar, asimismo, unos retoques al alza de las asignaciones a
los concejales sin cometido específico por esas reuniones mensuales
‘inventadas’. ¡Ah!, y nada menos que 10.000 euros para darle publicidad al Plan
de Emergencia que Marrón (ya bien podría echarse piropos con sus 80.000) se
copió. Debemos reconocerle que ni eso lo hace con estilo porque a veces se
olvida y deja el nombre de la población de procedencia.
El empleo no
es cosa nuestra. Y le espetan una buena sajada a ese capítulo que ya viene
menguado de tiempo atrás. Y digo yo que prediquen con el ejemplo ediles y
allegados. Porque si todo se reduce a la encomienda a Nuestra Señora del Amor
(que debe ser la patrona de los besitos), que para eso la hemos condecorado, a
los ateos, agnósticos y seres de otras creencias religiosas no nos va a quedar
más remedio que tirarnos de cabeza desde el Roque Grande con la mar vacía. Y no
hay dinero.
Tampoco serán
los de 2016 los presupuestos del patrimonio municipal. Todo se reducirá, porque
no hay dinero, a elaborar un catálogo de los bienes inmuebles que son propiedad
del ayuntamiento. La lista correrá a cargo de uno de los concejales ‘reunidos’
(ya te lo expliqué antes) y tendrá de plazo hasta febrero o marzo de 2019, a fin de que esté
lista (la lista) para ser incluida en el programa electoral de ese año, salvo
que la Universidad
Europea (privada, porque es lo único que funciona acorde con
nuestros intereses) nos presente, junto al proyecto de la Casa de La Gorvorana, los del
Cine Viera, Casa de Viera, Ídem de Agustín Espinosa… En fin, para lo que el
dinero nos dé, es decir, Plan de Barrios (mucho piche, que viste más que casas
viejas).
Lo dicho,
Plan de Barrios, la joya de la corona, con un montante económico (fondos
propios) casi tan elevado como el asignado a los agraciados, en el que se
ejecuta lo que yo crea oportuno por réditos electorales, sin participación
ciudadana alguna. Y los plenos, tempranito, que Manolo va a salir de casa. Y de
caza.
La prueba de
que no hay dinero la hemos sabido ayer mismo. Empresas que pagan las encuestas
electorales en las que el PP queda magníficamente retratado. Eso sí, a cambio
de unas módicas adjudicaciones de unos parcos proyectos municipales que suponen
unos escuetos miles de euros. Oye, que tales hechos ocurrieron en Madrid. Vale,
pero todo se pega. E intereses empresariales también existen por estos lares. A
lo peor más. Y ya que estoy en ello, son tantas, y tan dispares, las encuestas
publicadas que se me hace muy difícil pensar que no haya una que sea de tu
agrado. Hasta una carta de Echenique, que pide el voto para Podemos, me sumerge
en la duda más profunda. Porque lo único que saqué en claro de su contenido es
que ellos (Podemos, nuevo partido al uso) han cambiado tanto, y en tan escaso
periodo de tiempo, que garantías me brindan pocas.
Como no hay
dinero y los cargos públicos que entienden que repetir es lo mejor que nos
puede pasar a los ciudadanos y no quieren gastarse el suyo (Ana Oramas, para no
salir de los peñascos que lleva dos meses viviendo de gorra), se han volcado en
redes sociales. Incluso me imitan con blog. Menos mal que Pepe Segura se
retira, si no tendría que cerrar este negocio. El Facebook está inundado de
páginas atractivas que te demandan un Me gusta. Y vuelcan pareceres,
propuestas, promesas y otros ganchos tan sugerentes que parece que nunca han
estado. Hasta el Photoshop los rejuvenece.
Basta con
darse una vuelta por la Audiencia Nacional
para comprobar de que no hay dinero. El pobrecito de Díaz Ferrán, el que se
mangó los capitales en Viajes Marsans, no tiene para arreglar su audífono. Y la
jueza ha tenido que aparcar todo el tinglado judicial hasta después de Reyes.
En la esperanza de que los susodichos le dejen uno nuevo. Me dio una pena.
Los canarios
creíamos que el abaratamiento de costes que ofrecía la compañía aérea Norwegian
era buen síntoma. Y que provocaría que el resto hiciese algo parecido. Pero
jamás pensamos que los bajos precios de los billetes llegarían al extremo de
poner a sus aviones gomas recauchutadas. Y, claro, el estampido del reventón se
escuchó en Arguayo. Las colas llegaron a Gando.
Finalizo.
Coincido plenamente con Luis García Montero: No me gusta ‘La Marsellesa’. Su letra
incita a la violencia. Su contenido nada tiene que ver con los tiempos que
corremos. Tuvo su razón de ser, no lo niego, pero ahora… Apliquemos el ojo por
ojo y acabaremos todos ciegos (Gandhi).
Hasta mañana,
si Movistar no me sube la cuota, porque no tengo dinero. Hablaré con Salvador
por si dándome de alta en la
Asociación de Periodistas (¿me dejarán?) estaré en
condiciones de ser contratado aunque sea por Artiles. Que estrena nuevo
proyecto (el tropecientos y algo). ¿Tendrá dinero o irá dando tranques como
otros que a lo peor fotografié en este comentario de hoy?
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