No es que se
reproduzca la táctica de los once principios de Paul Joseph Goebbels, ministro
para la
Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi entre 1933
y 1945 (1 de mayo, fecha en la que se pegó un tiro después de haber matado a su
mujer, de otro disparo, y envenenado a sus seis hijos). Uno, porque las
comparaciones son odiosas, y dos, porque algo hemos avanzado en el sistema
democrático.
No olvidemos
el contexto bélico de aquel entonces, pero analicemos algunos:
Principio de
simplificación: Adoptar una única idea, un único símbolo.
Principio del
método de contagio: Reunir los diversos adversarios en una sola categoría o
individuo.
Principio de
la transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos.
Principio de
la exageración: Convertir cualquier anécdota en amenaza grave.
Principio de
la vulgarización: Adaptar la propaganda al nivel menos inteligente de los
individuos a los que va dirigida; debe ser popular.
Principio
de orquestación:
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y
repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes
perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni
dudas.
Principio
de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y
argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público
esté ya interesado en otra cosa.
Principio
de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se
tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también
contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines…
Vale, porque
casi los cito todos. Yo pensé en el manual del Partido Popular. Y me vine a mi
pueblo. Porque en el blog de Radio Realejos, que debe ser el sitio oficial del
ayuntamiento (en su web no atisbo tanta información), las notas de prensa del
Consistorio nos dan norte de lo mucho que aparentemente se viene llevando a
cabo en nuestra Villa. Recuerdo que en una sesión plenaria se debatió la
conveniencia de unificar esta diversidad de canales informativos. Pero al
actual grupo de gobierno, muy en la línea de los principios antes aludidos, y
explicados, no le interesa lo más mínimo. El machaqueo de pequeñas guindas
acaba por convencer a los innumerables ingenuos de que se desarrolla un quehacer
ingente.
Uno mata el
tiempo de jubilado como le da la realísima gana. Y mis apetencias pasan por
intentar estar informado. Puesto que difícilmente se podrá opinar sin el
adecuado conocimiento previo. Por todo ello, vamos con la penúltima que llevaba
el siguiente titular: “Los
Realejos convoca nuevas ayudas a la innovación y sostenibilidad agraria y
ganadera por 9.600 euros”. Lo que cobra el alcalde en un mes de paga doble. Marrón,
el jefe de la seguridad y autor material (vía copia y pega) del Plan de
Autoprotección y demás hierbas aromáticas, como es público y notorio, percibe
algo más. O mucho más, que recurrir al principio de exageración no es pecado,
al menos mortal. Y el venial, con un padrenuestro ya se sabe, a mentir otra
vez.
Pues sí, la Concejalía de
Desarrollo Rural de Los Realejos, dirigida por Alexis Hernández, convoca su
línea anual de ayudas de concurrencia competitiva para explotaciones agrícolas
y ganaderas particulares o de entidades del municipio que incorporen mecanismos
para la innovación y la sostenibilidad en el sector.
Y este
ignorante redomado se pregunta si con esa cantidad da para tanto. Los
mecanismos de innovación y sostenibilidad aludidos deberán ser adquiridos en la
chatarra. De lo contrario, no hay perras para que las explotaciones agrícolas y
ganaderas (¿se incluirán los caballos y el hipódromo?) se pongan al día con tan
avanzada tecnología.
Medio
trincado debió quedarse el autor material de las líneas de la nota de prensa
que en el desarrollo de la noticia, por aquello de que los ceros no valen nada
y pareciéndole exigua la cantidad, escribió: “El Ayuntamiento destina 9.6000
euros a esta iniciativa, cuyo plazo de solicitudes ya se encuentra abierto
hasta el próximo 6 de septiembre”. Va como ilustración a este post la correspondiente
captura de pantalla, no sea que me tilden de mentiroso.
Como no podía
ser de otra manera, recalca el señor alcalde con una sobredosis de énfasis,
para que todo el pueblo capte cómo se pueden estirar los nueve mil euros hasta
más allá de cualquier ley de la física cuántica, de la química orgánica medioambiental
y del sursuncorda:
“Es
indispensable ese requisito de la incorporación de mecanismos innovadores
y de sostenibilidad medioambiental en las explotaciones, que se pueden
materializar con sistemas de ahorro energético del agua o de cualquier otra
fuente de energía, con el empleo de energías renovables, con otras medidas
innovadoras que repercutan en la producción, la implantación de nuevas
tecnologías en la gestión de las explotaciones o el empleo de técnicas de
cultivo especialmente respetuosas con el medio ambiente”.
Y no se le
queda atrás el edil de los agricultores y ganaderos (no confundir, por favor,
con San Isidro): “El esfuerzo de los agricultores y ganaderos del municipio no
sólo por conservar un oficio o dedicación ancestral que a su vez define de
manera decisiva el paisaje rural realejero, sino por su capacidad de innovar e
implantar nuevos métodos para el ahorro de energía, la reducción de la
contaminación, el control de la producción o el cuidado de los cultivos
ecológicos”.
Pero
asómbrense, aún hay más. El área técnica (no sé qué es ni quienes la integran)
también tiene voz: “El sector primario del municipio ha venido incorporando en
los últimos años energías renovables, medidas de ahorro de agua y electricidad,
técnicas de mecanización de la recolección y de tipificación de productos
locales, venta virtual de la producción, aplicativos informáticos para la
mejora de la tarea agrícola o ganadera, implantación web, utilización de técnicas
de cultivo o gestión ganadera ecológicas, medidas de gestión de residuos y de
control de incendios forestales y mejora del entorno paisajístico”.
Como te oiga
quejarte de aquí en a delante que el sueldo no te alcanza ni para llegar a
mediados de mes, te voy a remitir, ipso facto, al ayuntamiento de la Avenida de Canarias. Allí
te explicarán con todo lujo de detalles el arte de estirar el dinero hasta el
punto de convertir el pueblo (todo, desde Icod el Alto hasta La Punta y desde la Cruz del
Castaño hasta lo alto del Roque Chico) en un vergel sin parangón en la
geografía canaria. Con grandes avances tecnológicos dotados de los mejores
sistemas de ahorro… Y todo eso, como dice la canción, con medio peso. O séase,
con 9.000 euros seremos la envidia… Déjalo, que tienes que recuperarte. Nos
venden humo en recipientes de varias capacidades, y tan contentos.
A perdonar el
exceso de líneas. Tengan todos un muy feliz fin de semana. Quedo a la espera de
cualquier llamada de Génova.
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