Este caluroso
fin de semana bien poco fue lo que hice. Debe ser que el cuerpo se me quedó
“esvaido”, como decía cierta parienta lejana. Me dediqué a husmear en
periódicos de aquí y de allá y alguna conclusión obtuve. Y de ello te doy norte
a continuación. Breves, eso sí, para una más fácil digestión.
Me llama la
atención que en la declaración de alertas por riesgo de incendio en Canarias
siempre excluyen las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Y de calores y calimas
puede que sepan tanto, o más, que el resto.
El sábado por
la mañana estuve viendo un rato la ceremonia de inauguración de los Juegos
Olímpicos. Y después comprobé que en casi todos los digitales aparecía un
cuadro (El medallero) en el que España ocupaba el primer lugar. Igual que
cualquier equipo de fútbol unos minuto antes de comenzar el campeonato. Y me
sentí tremendamente satisfecho. Equipararse a Estados Unidos o China, por
ejemplo, no es moco de pavo. Teníamos las mismas medallas, a saber, cero.
El PSOE
recibe presiones del PP para que se abstenga. Los bautizados por la prensa como
barones demandan, como mínimo, un debate interno. Podemos le indica que ni se
le ocurra, porque todavía hay posibilidad de un entendimiento cañoto, o al
menos afín. Acabará hipertenso y con pastillas.
Un titular me
indica las ‘10 profesiones que nunca tendrán paro’. Leo, y tras extensa
exposición, se concluye con un sugerente’ 10 posiciones que se reclamarán
siempre’. Creo que no es lo mismo Juana que la hermana. Porque si se solicita
una secretaria, por ejemplo, y existen veinte candidatas para el puesto, si las
matemáticas no engañan diecinueve van a seguir en lista de espera.
El Senado
paraliza su actividad parlamentaria en agosto. Me reí durante buen rato. Y con
los calores, eso no es bueno. Cuesta recuperarte. Después calculé cuántos días
hacía que habían tomado posesión estos sufridos trabajadores y le di un moquete
a la mesa donde tengo el ordenador que hasta mi mujer subió a toda prisa la
escalera por si me había caído.
El cuervo se
ha reducido en más de un 90% en Canarias. Y hace dos semanas estuvo la tele
autonómica repitiendo hasta la saciedad un reportaje en el que se mostraba el
enfado de unos campesinos majoreros, porque los animales mencionados destruían
sus cultivos y demandaban poco menos que su exterminio. Primero les damos de
comer en el mirador del Risco de las Peñas (linde entre Pájara y Betancuria) hasta
con la mano, junto a las ardillas, y luego ponemos el grito en el cielo. No me
casa una cosa con la otra.
Y volviendo a
lo de la ola de calor, tropiezo con ‘Ocho municipios canarios superan los 30º
esta madrugada’. Te transcribo la relación: Agüimes, Tacoronte, Lomo Pedro
Afonso, Las Tirajanas, San Bartolomé, Telde, Candelaria, Arico y El Paso.
Quienes redactaron la información deben ser unos portentos en geografía y
matemáticas.
La reforma de
la sede de la policía local comenzará por el edificio más nuevo. No, si te digo
yo que los viejos estamos para tirar. O a lo peor es que las construcciones
antiguas están aún de mejor ver que las modernidades que se caen a cachos al
par de meses.
El Rosario
aprueba la ordenanza sobre tenencia de animales en medio de abucheos, gritos e
insultos. Vamos, que menos ladridos hubo de todo. Tanto que el alcalde se vio
obligado al desalojo de los alborotadores. Valga el consejo: Empiecen por el
censo de los de dos patas. A lo mejor conseguimos que limpien la mierda que sus
mascotas dejan en las aceras. Por si fuera poco, en la próxima sesión plenaria
piensan llevar el control de las colonias de gatos en el municipio. Los maullidos
se van a escuchar en La
Matanza y parte de La Victoria..
Queda
redactado el presente en horas del mediodía del sábado 6 de agosto. Cuando tú
lo leas, este humilde escribidor espera y desea que el incendio de La Palma se halle estabilizado.
Compuse tres décimas al respecto que no quise publicar hasta que el fuego
estuviese controlado. Allá van. Sin dedicatoria especial, salvo el
reconocimiento y las públicas condolencias por la muerte del agente forestal.
Porque lo del alemán me sacó de quicio.
En la Palma un extranjero,
y es verdad, no se lo
pierda,
se quiso quitar la
mierda
que le quedó en el
trasero.
Y se limpió el
agujero
con papel bien
elegante,
para luego dar el
cante
quemándolo en la
pinocha:
al minuto no hubo
trocha
que al fuego le diera
un plante.
Vaya qué bien la cagó
un tío que defecaba,
y el muy rebenque
quemaba
el papel con que
limpió.
La pinocha se
prendió,
y pronto el monte
palmero
se convirtió en un
yesquero
que cercenó de raíz
la vida de un infeliz
cuya labor yo
pondero.
Siempre juega la
imprudencia
en contra de la
natura,
destruyendo la
hermosura
que se creó con
paciencia.
Que nos valga la
experiencia
en otras
repeticiones,
pues por muchos
smartphones
y nuevas tecnologías,
difícil parar las
vías
que
abre el fuego en ocasiones.
Hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario