Creía yo que
la única en funcionamiento me duraría unos doscientos años más. Pero, como mi
viejo ordenador (me pide un cambio a marchas forzadas), el periodismo y la
política me traen por el camino de la amargura. Recuerdo aquellos lejanos años
en que uno se levantaba con toda la ilusión del mundo y se iba a ejercer su
labor en un centro docente. Y siempre estaba el atravesado de turno que
intentaba sacarte de tus casillas.
Ahora, como
pruebo a seguir tomándome las cosas en serio, me asomo a los digitales informativos
y siempre tropiezo con el inconveniente que te pone de mal humor. Como el
graciosillo de Rajoy. Que vino a soltar otra de sus lindezas y no sabe si habrá
gobierno cuando arranquen las olimpiadas en el año 2020. Siempre dispuesto a
pedirle prisas a los demás, solo se acelera cuando sabe que las cámaras captan
sus elegantes andares. Ridículo. Se han inventado una nueva modalidad: la
abstención patriótica. Viene a significar que todos los que no lo votamos, nos
taponamos cuantos agujeros puedan darnos norte del exterior y dejamos que siga
haciendo lo que le venga en gana. Como persistir en los mordiscos a la hucha de
las pensiones, incremento de la deuda, recortes salariales…
El
ayuntamiento de Arrecife (y va la segunda) ha abierto un expediente de penalidades
a la empresa Urbaser, la encargada de la limpieza viaria y recogida de
residuos. Comprenderás que me dejó patidifuso eso de las penalidades. Que debe
ser sinónimo de calamidades, desgracias o reveses. Uno se imagina que la
pretenden penalizar o multar por una incorrecto cumplimiento del pliego de
condiciones. Pero no ve al gerente de la susodicha de rodillas y con los brazos
en cruz en medio de la Avenida Marítima
o en la playa del Reducto y sosteniendo El Quijote en la izquierda y la Biblia en la derecha. Es
decir, pasando unas terribles penalidades.
Tremendo
susto me llevé al leer que ciertas obras que se efectúan en San Juan de la Rambla han supuesto un
avance en la mejora de la villa realejera. Por un instante soñé que Manolo,
rodeado por su equipo de gobierno, atravesaba el Barranco de Ruiz y clavaba la
bandera municipal, o el pendón, en los aledaños de la Rambla de los Caballos para
luego seguir su incontenible avance hacia Las Aguas y San Juan. A punto estuve
de llamar por teléfono a la familia para que se viniera unos días a la Villa de
Viera no fuera que en la refriega sufrieran algún percance. Lee tú y
desengáñate si crees que voy de farol: http://www.canarias24horas.com/portada/tenerife/item/53826-buen-avance-de-las-obras-de-mejora-que-recorren-la-villa-realejera.
Mi alcalde es mucho. Tiene un espíritu tan expansivo que un día de estos se
sale de su propio cuerpo. O de la fotografía.
Qué bueno es
nadar fuera del agua. Y si es en un chiringuito, mejor. Como en Las Teresitas.
Me recuerda este asunto algo que comenté hace un año, más o menos, acerca de La Graciosa. Ya lo expresé hace
unos días en otro comentario. Y me trae a la memoria el viejo dicho de amor no
quita conocimiento. Ya está. Si no lo entendiste es que no sigues la
actualidad.
Digo yo que
si se llaman tortugas boba será por algo. Y me cuestiono que si un ejemplar es
rescatado en la isla de El Hierro y tras el proceso de recuperación la sueltan
en Agaete, ¿cómo demonios se las va a arreglar para encontrar ella sola su
residencia? Y como cada acción para devolverlas a su hábitat se rodea de una
parafernalia de mil pares de narices, el contacto con el líquido elemento debe
suponerles terrible trauma. Entre cámaras, políticos, chicos de las escuelas y
cientos de espectadores, el estrés de los pobres animales les hará peligrar
rumbo y deriva. Hace poco escuché a un especialista en la materia que esas
sueltas deberían ser por la noche, sin ruidos y sin molestias. Pobre caretta
caretta.
Ningún vecino
a día de hoy me ha parado por la calle para decirme que está preocupado por el
pacto de gobierno, ha manifestado el alcalde portuense. Don Lope, antes responsable
de la gestión que ha desembocado en la penalización o recorte de un millón de
euros en los presupuestos locales (ahí es nada para cómo están las calles y los
servicios municipales), debe vivir en una nube. O a lo mejor su neurona está en
peores condiciones que la mía. Menos mal que el turismo es fiel a pesar de
todos los pesares. Será Loro Parque, será Playa Jardín, será lo que queda del
Lago o será la intervención divina. Y las comisiones ejecutivas insular y
regional del PSOE, de vacaciones. Quizás en el Puerto.
Mañana
haremos 1900. Lo pienso celebrar comprándome otro ordenador. El que tengo, un
viejo Pentium, sistema operativo Windows XP y 960 MB de memoria RAM es más
lento que Mariano formando gobierno. Y como el antivirus se empeña en no dejar
pasar ni la más mínima intrusión… Y qué te voy a contar yo si tú tienes una
máquina. Hasta más ver.
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