13. Hablamos
con Cándido López
Cándido López es un ‘todoterreno’. Pero, por arriba de todo, es un
amigo que nació en Longuera-Toscal (Los Realejos). Bueno, nació en La Longuera , pero las
vueltas de la vida ha hecho que aquellos núcleos de Toscal y Longuera, otrora
tan enfrentados en sus famosos ‘piques’ (hasta en las fiestas), se hayan
fusionado y ahora caminen de la mano. Y este es el barrio que también vio nacer
al entrevistador. ¡Quién te iba a decir, amigo, que con el paso del tiempo, tu
fuerte iba a ser, precisamente, las fiestas!
Cándido ha hecho de todo, ha estado en todo, menos en política. Y
eso es un alivio. Trabajó en una agencia de viajes, por lo que su relación con
el campo del turismo está fuera de toda duda. De eso hace muchos años. Y desde
un inicio sacó tiempo al tiempo para simultanear su labor profesional con
aquello que siempre le atrajo, con ese gusanillo que le roía y le inducía a
introducirse en el mundo de la radio.
Radio Cadena (hoy desaparecida), Radio 21 (donde sigue manteniendo
el programa Patio canario), Radio Realejos (en la que tuvo dos programas: Fiesta
y Homenaje), y alguna otra de la que seguramente me habré olvidado, son solo
unos ejemplos de su relación con los medios de comunicación.
Eterno presentador de festivales, se dedica en la actualidad al
mundo del espectáculo. Aquí en el Norte, decir Producciones OYE (Organizaciones
y Espectáculos), es decir Cándido López. Son raras las fiestas, espectáculos
musicales, festivales de todo tipo, eventos culturales... que se produzcan por
estos lares, en los que no se encuentre el entrevistado en la presente ocasión.
Su vinculación al CIT de Los Realejos, en el que ha ostentado
siempre puestos de responsabilidad, con la organización del carnaval realejero
e inmensa mayoría de acontecimientos culturales y festivos, es patente y
notoria.
Pero de todas las facetas de Cándido, él siente especial
predilección por el mundo del folclore. Lo vive y se sumerge en el mismo,
dejándose arrastrar por cantares, coplas y decires. No creo que a estas
alturas, tras tantos actos presentados, quede grupo alguno al que Cándido no haya
escuchado. Y no digo que solo en la isla, porque su ámbito de acción trasciende
nuestras fronteras.
Esta vez, porque lo conozco, me ha tocado hacer a mí la
presentación. Y porque se trata de alguien cercano, lo he querido hacer de
forma breve. También, a decir verdad, su tiempo es tan escaso, que me dejó una
grabación, tras haberle enviado el cuestionario. Él sabía que la primera
cuestión era un pequeño currículum. Y lo obvió para que yo pusiese lo que
estimase conveniente. Pues queda dicho.
De esa primera cuestión planteada, solo ha sido capaz de
contestarme a su última parte, pero no te preocupes, el resto lo he puesto yo.
¿Qué aspecto consideras oportuno destacar?
Lo mío es la palabra, la radio, por eso nunca escribo. Así que
echo mano de esta cinta, que luego puedes aprovechar si te gustan los artistas
que están grabados a continuación. Con suerte, puede servirte para dos cosas.
Seguiré, pues, el esquema que me has dejado.
Desde tu faceta de empresario artístico, ¿se te solicita la
contratación de grupos folclóricos para actuaciones cara al turista? ¿En
establecimientos hoteleros u otros lugares?
A menudo no se hace como programación habitual. Hay algunos que
sí, pero no es lo normal. En los grandes hoteles del Sur –que es donde existe
mayor ocupación hotelera–, desde mi punto de vista, se hace menos de lo que se
debiera.
Cuando viene algún "paquete" especial, y los hoteles
realizan alguna programación excepcional, entonces sí que acuden a mi empresa
para la contratación de grupos folclóricos.
¿Tienes constancia de si estas actuaciones, u otras de las que
tengas referencia, procuran ser fiel reflejo de nuestras tradiciones o, por el
contrario, se va a escapar?
Siempre que voy por los hoteles, que tampoco voy mucho, veo
algunos grupos folclóricos que actúan en los mismos. Y me atrevo a manifestar
que en más de una ocasión he sentido vergüenza de lo que están ofertando en
esos establecimientos.
No es que deje de ser fiel reflejo de nuestras tradiciones y de
nuestras costumbres, no es que dejen de interpretar música de nuestra tierra;
es que yo a esa gente, ni siquiera los dejaba actuar en un lugar público. La
prueba de lo que te digo es que en la mayoría de las ocasiones, los empresarios
turísticos, buscando la economía, solo quieren grupitos.
Imagínate un grupo folclórico como en el que tú te encuentras, que
suelen ser unas treinta personas. Difícilmente para esas actuaciones de diario,
para esas actuaciones que semanalmente se hacen en los hoteles, de forma más o
menos asidua, los empresarios buscan grupos de esas características, ya que,
según ellos, lo que pueden pagar se calcula entre 18 y 25 mil pesetas. Y eso al grupo no le da, muchas veces, ni
para trasladarse al hotel. Luego, en consecuencia, el grupo se fragmenta en
pequeñas parrandas folclóricas, que se organizan poniendo, por ejemplo, dos
parejas de baile y cuatro tocadores. Estos, para mayor desgracia, se dedican a
interpretar aquellos temas que, según el empresario turístico, son las que
deben gustar al extranjero. Es decir, que arriba estas ofertas turísticas lo
único que hacen es romper los grupos.
Mi pensamiento va totalmente al contrario de esto, porque cuando
uno visita cualquier otra ciudad europea, cualquier otro punto del mundo,
observa que el folclore que está contemplando allí, guarda estrecha relación
con lo tradicional de ese lugar.
Nosotros somos así, y como aceptamos el adaptarnos a una serie de
cosas, nos acostumbramos a ver unos grupos folclóricos que simultanean las
isas, las folías con el "Viva España", o lo mismo te salen por
bulerías.
Por otra parte, si estudias un poco la vestimenta que llevan,
desgraciadamente, poco tiene que ver, ni es fiel reflejo de lo que deberían
llevar los grupos canarios en cada una de las actuaciones.
Desgraciadamente es así. Creo que para solucionar este problema,
los organismos deberían intervenir en todas estas cosas. No solo por la pureza
del folclore, sino para que las actuaciones procuren ser fiel reflejo de
"lo nuestro" y de las buenas cosas que se pueden hacer aquí.
Ya me pierdo en si la solución es apoyar a los empresarios o a los
grupos con una serie de subvenciones. Tampoco sé, de seguir así, hasta dónde
puede llegar este tipo de desviaciones. Lo que sí sé es que lo que se está
haciendo y se está dando, tradicionalmente, en los establecimientos hoteleros
difiere mucho de lo que cualquier persona enamorada del folclore desea que los
turistas vean.
Desde tu actual labor, amparado en la anterior experiencia de trabajador
de la rama del turismo, ¿crees que se da buena imagen al visitante en esta
faceta de nuestras costumbres? ¿Se hace todo lo necesario o prima únicamente el
negocio?
Como consecuencia de lo que anteriormente te venía reflejando,
prima el negocio en todas estas cosas. Los grupos siguen actuando, entiendo,
porque el turista lo demanda. Al igual que se solicita un grupo de baile
español dentro de una actuación internacional, se contrata, en las que
semanalmente tiene el hotel, un grupo folclórico para un día determinado.
La pena de todo esto es que los grupos son pequeños. Y mientras
sea un trío organizado, por ejemplo, todavía se suele reflejar fielmente los
aires de nuestra tierra. Lo malo es cuando con poquísima gente se intenta
realizar un baile o algo parecido. Lo harán a la carrera y, por consiguiente,
mal y a escapar, porque tienen que salir pitando para cubrir dos o tres
establecimientos más. La finalidad
es sacar "algo", pues los
pagos no sobrepasan las 15 o 18 mil pesetas en el supuesto de un trío o
cuarteto y, si hay alguna persona más, nunca sobrepasará las 25 mil pesetas.
Te voy a contar una anécdota ocurrida en la Gala de Elección de Miss
España en el Hotel Bahía del Duque, retransmitida por Tele 5. Fue una... Bueno,
voy a dejarlo sin nombre. A veces uno prefiere reír, para no gritar y decir
barbaridades.
Venía un "cualificado" coreógrafo, que hemos visto en
multitud de ocasiones en las diferentes cadenas de televisión. Nos
solicitó un grupo folclórico para abrir esta gala, pero
querían que fuera de la siguiente manera: escasos segundos de cada uno de los
aires más representativos (isas, folías, malagueñas) y pasar de uno al otro,
incluso sin que el cuerpo de baile completase las figuras correspondientes a
cada uno de los temas.
La pretensión llegó al extremo de que, en beneficio de la
coreografía, el cuerpo de baile diese un pequeño salto, de un lado a otro de la
piscina, en un tramo que ni siquiera estaba cubierto.
Al final hubo que desistir, porque era completamente imposible.
Todo se limitó, en conclusión, a una interpretación de Santiago Melián con el
tema "Ay, Santa Cruz".
Pueden ser gentes que, dentro del mundo artístico, conozcan
muchísimas cosas, pero la pincelada del folclore que quiso darse para abrir el
espectáculo, dejó mucho que desear. Tanto que, realmente, lo que allí estábamos
sentimos muchísima vergüenza.
Hay establecimientos, como el Mediterranean Palace, que, cuando
celebran grandes congresos, solicitan un "gran" grupo folclórico, al
que luego limitan tanto el espacio que casi no pueden actuar. Tal es así que
muchas veces deben dejar las cosas a la mitad.
La gente de los grupos, que
van a actuar en esas circunstancias, no pueden contener en ocasiones su rabia.
Pero luego comprenden que están las pesetas de por medio, la supervivencia del
grupo y está, en suma, el recaudar unos dineros a costa de hacer algo que no
deberían. La vida del grupo tiene que seguir, y por eso acceden a cosas
impensables.
(Continuará)
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