Jueves, 24-04-25
¿De qué se ríe la Cuca / cuando escucha en el Congreso? / Si
solo sabe hacer eso: / ¿está siempre de
fiestuca? / Un día se me desnuca / con tan raro movimiento, / es lo que al
menos presiento / mientras la veo en su salsa; / no creo sea tan falsa / cuando
a Feijóo presta aliento.
Cuando hay tantos asesores / la podrían corregir, / que deje
ya de fingir / pues nos sobran los actores. / O inyectarle supresores / con
dosis de relajante, / porque seguir dando el cante / le va a causar un problema
/ y de ser estratagema: / ¿le dijo el MAR que pa´lante?
Un eterno observador / la mira con desconcierto, / pues en
sus rictus advierto / porciones de malhumor. / O sin el falso pudor / llamarla
directamente / malaleche en caliente / por su discurso incendiario, / inútil y
temerario / e impropio de un dirigente.
Más como a Vox se disputa / el espacio electoral, / debe ser
este el aval / como el me gusta la fruta. / Cada cual por libre esputa /
aquello que considere, / que en el fondo no difiere / de lo que Abascal
pregona: / ataques a la persona / en donde más le doliere.
La derecha tramontana / de aquel señor moderado / ─y de quien tiene a su lado─ / adquirió tarifa plana. / Y
hasta el seso se devana / con los ultras compitiendo, / por peteneras saliendo
/ sin que el ciudadano importe; / se salta como un resorte / en tus narices y riendo.
Ay, María Concepción / Gamarra más Ruiz-Clavijo, / perdona
si en ti me fijo / para volcar mi opinión. / Pero hacer oposición / no es
siempre decir que no, / habrá algo, digo yo, / que merezca ser tenido / en
cuenta y, pues, admitido, / ya que el pueblo lo pidió.
Tanto hablar del ciudadano / y no lo tenemos en cuenta, /
porque se impone la afrenta / y el vulgar golpe de mano. / No se atiende a lo
cercano, / ya que el ruido prevalece; / el pueblo no se merece / este circo
lamentable, / cuando es menester se entable / la concordia que ennoblece.
Viernes, 25-04-25
Qué bueno es ser concejal / de gobierno actualmente, / casi
siempre estás ausente / sin saber lo que va mal. / Y se lo pasan fatal / cuando
cobran sin retraso, / mas van saliendo del paso / con alguna ayuda externa, /
como luz de una linterna / que los salva de un trompazo.
La gente no los molesta / porque el móvil soluciona / lo que
hacía una persona / cuando se usaba la testa. / Ahora con tanta fiesta / no hay
tiempo para gestión; / hemos cambiado la acción / por al fácil acomodo, / y eso
de hincar el codo / ya traspasa su función.
Aparte del buen salario / ya tienen coche oficial, / pues
les parece muy mal / soportar este calvario. / Parecería ordinario / malgastar
el propio coche, / no puede ser un fantoche / una digna autoridad, / sería una
mezquindad / hacerles algún reproche.
Un rebenque como yo, / nacido en La Gorvorana, / lo mismo si
bien se afana… / mas la neurona falló. / Lo que este pueblo perdió / por no
tener ambición, / ¿me surgirá la ocasión / en un futuro inmediato / de comer
del mismo plato / con caviar y con jamón?
Pero no me elegirán / porque no quiero asesores / y eso
causará dolores / al comprobar que no están. / Los cauces ya mismo van / por
distintos derroteros / donde priman los dineros, / mientras tanto la gestión, /
al perderse la ilusión, / se cambia por echaderos.
A modo de conclusión:
Lo mismo tú y yo podríamos dar algo en esto de la cosa
pública. Nos acicalamos un fisco y venga fotos. Subimos peldaños y alcanzamos
la Carrera de San Jerónimo. Allí nos bastaría con leer los párrafos que nos
prepararían nuestros asesores –los de la formación política correspondiente– y
puede que nos aplaudan. High level.
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