Lunes, 09-06-25
Se publican los rumores, / que se amplían con las redes, / y
al ratito le concedes / con lealtad tus favores. / Así se empieza, señores, /
la cadena del absurdo, / pontificando el palurdo / sin prueba que lo sustente /
e impregnándose el ambiente / del equívoco más burdo.
Del bulo y la falsedad / al insulto, solo un paso, / luego
golpes con el mazo / y amplias dosis de maldad. / Se implantó la crueldad / con
lenguaje chabacano; / ahora se da la mano / para hundir en la miseria: / pues
sigamos con la feria / y “el nombre de Dios en vano”.
Este bucle peligroso / se halla inmerso en la política, /
donde se excede la crítica / cayendo en profundo foso. / Es un afer tan
tramposo, / que condenarlo merece, / pero lo malo es que crece / a pasos
agigantados, / con mierda por todos lados: / qué pobre imagen ofrece.
Sin visos de mejorar, / cada día es un calvario, / do se
repite el temario / del oprobio sin faltar. / Como es lícito el copiar, / las
respuestas son calcadas, / pasándonos las jornadas / machacando como loros / e
inundando inodoros / con semejante arcadas.
Esperemos que esto sea / una moda pasajera, / que pase lo
más ligera / esta increíble berrea. / Ojalá que yo la vea / otra manera de
hacer, / en la que saber perder / se encaje con elegancia, / demostrando la
prestancia / de todo noble quehacer.
Martes, 10-06-25
Cuando escribo soy consciente / de que alguno muy lanzado /
pensará que estoy herrado / y sin luces en la mente. / Pero debo ser prudente /
con quien así se conduce, / porque sé que le produce / enorme satisfacción / el
hacer la traducción / de aquello que en rima puse.
Ya me lo dijo un amigo / bastantes años atrás: / a dónde
carajo vas / que tus escritos no sigo. / Pues si la verdad te digo, / tienes
rara habilidad / de contarnos la maldad / con tal dosis de ironía, / que al
final ya no sabía / si eran cosas de la edad.
Es libre el interpretar / lo que en un texto se expresa, /
pues cada cual lo sopesa / a su forma de pensar. / Mas no me debo quejar / por
tales apreciaciones, / ya que brindan ocasiones / para seguir en la brega, /
hasta que haya una entrega / que reciba bendiciones.
Aunque siempre habrá “listones” / que den vuelta a las
tortillas, / para buscar las cosquillas / y tocarme los c…ataplines. / Nos son pocas ocasiones / en las que uno tropieza /
–eso sí, con gran tristeza– / con un presunto aludido / que salta con pecho
henchido / a la caza de su presa.
Y sin contar hasta quince, / ni a nadie encomendarse, / les
ha dado por lanzarse / a mi cuello como un lince. / De provocarse un esguince,
/ lo mismo soy el culpable / y debo echarles un cable / para salir del
embrollo: / si no entiendes el meollo, / no desenvaines al sable.
A modo de conclusión:
Alguien dijo: te llaman gordo y te pones a dieta; te llaman
ignorante y no te pones a leer. Añado que la comprensión es fundamental. Como
uno camina siempre que puede y transita por la izquierda –como debe ser–
inexorablemente tropieza en las mismas piedras. ¿O serán matacanes?
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