Sábado, 07-06-25
Un grupo del Magisterio / hoy viene hasta Los Realejos / –el
pueblo de los festejos– / a ejercer su ministerio. / Lo hace con buen criterio
/ cuando junio da comienzo / en un ambiente que, pienso, / nos sirve de amena
charla, / donde de todo se parla / en amigable consenso.
Sean todos bienvenidos / a este pueblo hospitalario / que
ejercerá de notario, / porque estamos
convencidos / de que momentos vividos /
en estas horas de asueto, / nos irán marcando el reto / para afrontar el
futuro, / que será, de buen seguro, / lo contrario a estarse quieto.
Aunque todos jubilados, / seguimos estando activos, / para sentirnos más vivos / y no trastos
aparcados. / Incluso nuestros enfados, / al ver tanto pasotismo, / demuestran
profundo abismo / con otro entender la vida,
/ donde gana la partida / el que vende un espejismo.
La pérdida de valores / es algo que nos preocupa / y habrá
que mirar con lupa / el papel de los actores. / Como somos los deudores / de
aquellos que con tesón / nos dieron la educación / que ha guiado la existencia,
/ tengamos santa paciencia / e infinita comprensión.
El lugar de nacimiento / de nuestro Viera y Clavijo / –el
ilustrado prolijo– / nos vale para ese aliento / –si no lo digo reviento– /
hacia el pueblo palestino, / que por mor de un mal vecino / sufre exterminio
indecente / masacrando al inocente… / ¿son lecciones de un rabino?
A ti, querido Tomás, / nuestro apoyo más sincero, / pues no
dejo en el tintero / que apesadumbrado estás, / ya que a tus raíces vas / con
cada bomba asesina, / que solo muestran la inquina / contra el civil desarmado,
/ ese blanco codiciado / de quien abyecto elimina.
No me olvido, Carricondo, / de tu trabajo en la sombra, /
aquel que nunca se nombra / pero que cala muy hondo. / En la forma y en el
fondo / tú siempre al pie del cañón, / para que esta promoción / siga
exhibiendo talante; / con tu ánimo constante / superas la evaluación.
A esta ilustre Sociedad, / y al amigo presidente, / el
cariño de una gente / que mejora con la edad. / Te decimos, de verdad, / mil
dones por la acogida, / pues debemos en la vida / reconocer deferencias / y ante tales evidencias / la gratitud más
sentida.
El que hayan disfrutado / de la estancia realejera / será la
mejor manera / de nuestro sublime agrado. / Al rebenque que ha rimado / con
humildes espinelas, / recordarle que hay escuelas / donde el verso se cultiva /
y que vaya la deriva / derechita con las velas.
Domingo, 08-06-25
Qué bien ayer lo pasamos / en mi Realejos norteño, / donde
viejos con empeño / un buen rato disfrutamos. / Unos platos nos zampamos / –me
refiero al contenido– / en ambiente distendido / de un lugar que nos brindó /
un puntal que se ofreció / a organizar el convido.
Lleva un insigne nombre / la Sociedad en cuestión, / que
siempre hace mención / a ese ilustrado prohombre / que al pueblo le da renombre
/ por ser un preclaro hijo, / académico prolijo, / que a Canarias ensalzó / en
todo lo que escribió: / José de Viera y Clavijo.
Aunque todos jubilados / por cuestiones de la edad, / la
promoción, de verdad, / mantiene lazos trincados. / Estos hitos son guardados /
como recuerdos muy gratos / y a pesar de algunos flatos / se continúa en la
brega, / no poniendo mayor pega / para vernos estos ratos.
Y cuando a casa nos fuimos, / tras el momento vivido, / no
hubo siquiera despido / sino qué sitio elegimos / ─porque en ello persistimos─ / para la próxima cita, / siempre que llegue la guita / que
nos fija la pensión / y nos brinda esta ocasión / de seguir la veredita.
A modo de conclusión:
Gracias, Grillo. Gracias, Carricondo. Gracias, a ti que
sigues asistiendo con tan lozana presencia. Y solidaridad infinita con el amigo
y compañero Tomás Abdullah. Sabemos que no son momentos fáciles por lo que
ocurre en Palestina. Nuestro recuerdo, asimismo, para aquellos que partieron a
esa otra dimensión. Hasta la próxima.
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