domingo, 15 de noviembre de 2009

Pintadas

Después de muchísimos años de ‘experiencia’, ya debe haber llegado la hora de que los ayuntamientos pongan a disposición de los grafiteros algunas paredes de los pueblos para que den a conocer sus inquietudes pictóricas. Cierto es que hay, también, mucho aprovechado que al socaire del buen hacer de los citados, se arrancan, spray en ristre, con bríos gamberriles y pintan a destajo en los sitios más insospechados. Los exteriores de los centros docentes suelen ser buen cobijo de los infractores para tales desmanes. Y ya se sabe que el mantenimiento de esos edificios supone otra mordida a las arcas públicas.
Uno trabajó hasta hace bien poco en el IES Mencey Bencomo (Los Realejos). Y este particular se planteó en alguna ocasión. Más de uno (me incluyo) opinó que se podía habilitar el costado sur de la cancha polideportiva o los muros que limitan el centro docente con los jardines municipales anexos (costado oeste), para que, con orden y concierto, bajo la dirección y tutela del profesorado de Plástica, exteriorizaran los artistas toda su sapiencia. Otros no opinaron igual y la propuesta quedó en simple amago.
Hace tres años, merced a generosa aportación de la Consejería, se dio un importante lavado de cara a todo el recinto (al verde). Pero debe ser el olor a la pintura o la sensación de limpieza, pero vete hoy. Y lo que allí han plasmado, de buen gusto nada de nada. Frases soeces e insultantes, a porrillo. Las paredes que dan hacia el otro IES y hacia la Avenida de Canarias, cuánto horror. La puerta de entrada, realizada por los alumnos del Ciclo de Soldadura, ha sufrido, asimismo, los embates artísticos. Ahora surgirá el dilema: ¿lo volvemos a pintar o no? Mejor no, porque si se adecenta otra vez no tardarán una semana en repetir la jugada. De paso, tendremos contento al personal de mantenimiento (ver, si apetece, la otra puerta de salida por la cancha) y… ¡no queda tan feo después de todo!
Pues lo dicho: si no queda tan feo, ¿por qué la oposición a que se habilitara un espacio? Y estaría más controlado. Y los chicos más contentos aún, pues no se considerarían prófugos con el agravante de la nocturnidad. Pregunta ingenua: ¿cómo quieres entenderlo si al propio ayuntamiento le pintan los restos del monumento que estaba ubicado en la rotonda de Correos?
Hay un personaje carnavalero que dice: “mi no entender”. Yo tampoco. Hasta luego.

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