viernes, 15 de enero de 2010

Radios municipales

En estos días pasados, merced a los tres mil doscientos cincuenta comunicados recibidos (e-mail, teléfono y/o comentario directo en mis pateadas), he realizado un profundo análisis (alguno lo llama encuesta) acerca de la realidad en las radios municipales: con una altísima fiabilidad (margen de error de ± 3,1415926535… hasta vete tú a saber, alguno habla ya de trillones de decimales; sin varianza y, por ende, sin desviación típica) y unas conclusiones que no admiten duda:
El 98,5% piensa de una radio municipal que la participación de quienes viven en el pueblo es fundamental y las puertas de la radio deben estar abiertas a propuestas y opiniones, y también a programas de colaboradores, asociaciones y también personas a título individual.
El 98,7% estima que el objetivo principal es el de facilitar a los ciudadanos un medio de comunicación local que amplíe el marco de la pluralidad informativa, garantizando al mismo tiempo la libertad de expresión y de información reconocida y amparada en nuestra Constitución.
El 99,2% cree a pie juntillas en los principios de objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones; la separación entre informaciones y opiniones; el respeto al pluralismo político, religioso, social y cultural; el respeto al honor, a la intimidad de las personas, a la propia imagen y a los demás derechos y libertades reconocidos en la Constitución; la protección de la juventud y la infancia y el respeto a los valores de igualdad…
Un buen amigo me decía: “Comparto tu idea de que los medios de comunicación pública deben seguir una política que propicie la convivencia y, dentro de la discrepancia y la diferencia de opiniones e ideas, el respeto a los demás.
[...] La sociedad realejera actual sigue pensando, afortunadamente, que la diversidad de ideas y la lucha política no está reñida con el respeto al diferente, con la buena vecindad, con el compañerismo, con la amistad, y hasta ... con el amor”.
Bueno, ponía mucho más, pero como es un amigo tuve que dejar su opinión fuera del estudio. Si no, hubiese dispuesto de tres mil doscientos cincuenta y una valoraciones. Sí noté, sin embargo, que no hubo una sola respuesta discrepante. Por lo que deduzco que traté con personas sensatas. No pienses que el porcentaje restante hasta el 100% haya que incluirlo en los insensatos. No, eran los del no sabe/no contesta.
Extrapolando estos resultados a nuestra radio municipal, la de mi pueblo, la moraleja es obvia: cumple en el 90% (decimal arriba, decimal abajo) con la finalidad de un medio de comunicación de tales características. Lo detallo, por si alguno es de letras, con un ejemplo: si hay diez trabajadores en la empresa, nueve cumplen a rajatabla con su cometido en pro de la consecución de los fines o metas establecidas.
Saludos cordiales y gracias por el apoyo traducido en visitas.

2 comentarios:

  1. Ese 10% o, lo que es lo mismo, 1 de 10, es un valor residual despreciable, estadísticamente hablando, que para nada enturbia el restante 90%.

    Saludos y mucho ánimo

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  2. Ánimo, amigo Jesús. Es incomprensible que los mismos que reprobaron los comentarios editoriales del periódico EL DÍA en el parlamento canario, miren para otro lado, porque les interesa, ante determinados comportamientos de un trabajador de la emisora municipal y, por lo tanto, pública de nuestro pueblo.
    En cualquier caso, te sugiero que lo ignores. Eso le duele muchísimo, porque su "ego" le lleva a vivir permanentemente acomplejado, porque en su época de estudiante se quedó a las puertas de entrar a trabajar en la radio autonómica. Y eso que el niño se cree una gran figura.

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