Hoy lunes, 5 de abril, con dos semanas largas de antelación para que puedas planificarte, me van a permitir que haga una excepción y comente algo diferente. No me voy a meter con Paulino ni con el alcalde de mi pueblo. Hoy, observa el titular de la entrada, corresponde dar norte de la presentación de un libro, anteriormente publicado en una edición ‘casera’, y que ahora se viste de largo en otra edición de ‘fundamento’. No es que la anterior no lo fuera (de fundamento), sino que esta que nos concita viene con su ISBN a cuestas por lo que fácilmente podrá ser adquirido en cualquier librería.
Debo destacar que las tres empresas o entidades que se citan luego, prestaron su apoyo incondicional al proyecto, para más tarde sumarse el ayuntamiento villero. De ahí que se haya elegido para esa presentación el antiguo cine de La Perdoma. Y por favor, no me hagas preguntas. Puedo indicarte, y sin que sirva de precedente, que no fue La Orotava el único ayuntamiento al que dirigí atenta comunicación. En la que señalaba que ya con el auxilio de los tres patrocinadores indicados, el libro saldría adelante. Aun así, Francisco Linares, edil de Cultura de La Villa también se subió al carro. Y quiero manifestar que en cuanto he puesto en su conocimiento, siempre lo ha hecho. Incluso en épocas difíciles, como la que atravesamos.
Por lo tanto, el próximo 23 de abril de 2010 (viernes, y Día del Libro), a las 21 horas (9 de la noche), en la sala Francisco Álvarez Abrante, antiguo cine de La Perdoma , se presenta el libro “Pepillo y Juanillo”, publicado por Ediciones Idea en su colección Iuvens Tid. Las palabras de rigor correrán a cargo de Ángel Cándido López García (Cándido López), amigo y responsable de Producciones OYE, empresa que junto a Savasa, Agriten y Ayuntamiento de La Orotava , colabora en su edición. Ahí, en la imagen que reproduce la tarjeta-invitación, lo tienes bien clarito.
Para que todo no sea protocolo y discursos, la Agrupación Folclórica de Higa, que ya cuenta con 30 años de existencia, nos brindará con unas perras de buena música de la tierra, porque de eso –de la tierra– sabían Pepillo y Juanillo un montón. Benito, su eterno presidente, siempre está ahí, al pie del cañón. E Higa me ha echado una mano en infinidad de ocasiones. A cambio, algunas letras sin mayor mérito están inmersas en repertorios y grabaciones.
Como es viernes y el sábado no hay que madrugar, no se admiten disculpas (bajo ningún concepto y ¡paso lista!). Lo único que se admite es un sinfín de agregados. Muchos. Si llenamos la sala y la editorial vende algunos ejemplares, ya tendré las puertas abiertas para el siguiente. Que no sólo está escrito, sino que te adelanto su título: “Potajito de cuentos”. Lo mío es de campo, qué le vamos a hacer. Pero Pili Pomares no sólo lo tiene asumido, sino que ya me tiene perdonado. No tengo remedio. El que nace barrigón, decía mi padre, ni aunque lo fajen de chiquito.
Sin más, esperando verte allí, debida y abundantemente acompañado, recibe un cordial y afectuoso saludo de este eterno aprendiz.
Mañana volveremos con los temas de costumbre. A perdonar el inciso de hoy. Que no es bueno caer en la autocomplacencia. Para eso están los políticos.
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