miércoles, 19 de mayo de 2010

Cosas del Realejo


Estamos ‘flypando’ en el pueblo. Dicen los concejales que no hay dinero para nada. Consecuencia: gestión cero. Pero siguen al frente de sus áreas a la espera de que el temporal amaine y vuelva la lluvia sosegada (de millones). Aquélla que prometió Oswaldo hace años (era yo aún joven). ¿Y por qué no se van unos meses para casa y nos ahorramos –mira que les he aportado soluciones– unos cuantos (suculentos) sueldos? No hay Flypa, pero Manolo (otrora concejal de hacienda, en minúscula porque no hay capital) e Isabel (que no Isabel y Fernando) andan a la greña. Y los bobos, tú y yo, mirando para el palomo. Yo te escribo y tú me contestas. Luego yo te contesto y tú me escribes. Tú matas el rato del viaje en avión y yo no me aburro en esta oficina en la que no hay nada que hacer y mucho menos rascar. Hay algo que no entendí en una de esas misivas cruzadas. Reconozco que mi torpeza no me deja alcanzar el verdadero sentido de las intervenciones de sus señorías. Pero hago mis esfuerzos. Transcribo: Cada año han acudido a Los Realejos cerca de 500 personas, de las cuales un número importante proviene de los cinco continentes y son deportistas de élite que han reservado un hueco en su agenda para visitar las Islas Canarias, justo antes del comienzo de la temporada, que les va a exigir su presencia en todas las competiciones. Chacho, chacho, chacho, si un número importante proviene de los cinco continentes, ¿de dónde carajo viene el resto? Cada vez soy más ignorante. Mira tú que lo mismo se practica el parapente más allá de los límites terrestres. Pues cada noche cuando subo a la azotea a cepillarme los dientes (sigo con esa manía), no atisbo a nadie que ‘flype’ por los espacios siderales. Y mejor así, pues lo mismo me da un patatús que me quedo tieso con toda la boca llena de pasta (dentífrico) Colgate. Jesús, Jesús, Jesús. ¿Qué?
Se levantan quejas, muchas, por la telefonía móvil. Mejor, por las negativas consecuencias que tanta antena puede causar en los debilitados organismos en épocas de crisis. En La Longuera hubo tremenda movida hace años. Ahora le tocó el turno a otra instalación que se ubica en el campo de fútbol “Los Príncipes”. Y resulta que yo vivo justo al lado y nadie me dio una hoja para firmar. Como no acudo al campo (no veo un partido completo por la tele), y me imagino que los usuarios del mismo serán los principales afectados, me he enterado por los medios de comunicación. Me gustaría, no obstante, que alguien me señalara cuántos de los firmantes no tienen móvil. Porque me temo que, hoy por hoy –como se dice cada tres por dos, seis otra vez–, uno de los pocos que se halla legitimado para las protestas, soy yo. Sí, señor, y hago una encuesta sencilla. Deben responder a una única cuestión: ¿cuántos de los que se asoman a este blog no tienen móvil? Creo recordar que una es mi amiga Carmen Machado (a lo peor sí lo usa allá en La Francia). Al único que yo conozco por estos contornos inmediatos se llama Jesús. Ha aguantado el hombre.
Nos bombardean durante todo este mes para recordarnos que el Día de Canarias es muy importante y tenemos que ir a luchar, comer gofio, practicar vela latina, ordeñar el ganado, ver los informativos de la Autonómica (repetidos hasta la saciedad)… Y el día 30 será, asimismo, la romería de San Isidro en mi pueblo. Me lo estoy imaginando: ¡cuánto ganado reunido! Novillos y novillas por esas calles luciendo su palmito. Trajes ‘flemantes’ (que decía mi abuela), recién sacados de la costurera. Sutilezas al echarse el vaso de vino. No sólo acudirá Paulino (para intentar rescatar del pozo a Oswaldo), sino que don Soria acompañará a la tropa del PP, pues las encuestas les son favorables. Y vendrá, cómo no, Cristina Tavío, que reirá como nunca antes. Y el verde de sus ojos competirá con la singular belleza del campo realejero en este mayo florido. ¡Qué bonito, qué idílico! Cuidado, eso sí, con las vacas y los toros. No se recatan y hacen ‘eso’ en cualquier sitio. Y pueden resbalar. Y no quisiera contemplar a un representante público nadando en ‘eso’. Eso sería muy desagradable. Lo mismo acude Rita. Porque ésta es una fiesta turística. Y también Sebastián. ¿Tendrán una carreta preparada para nuestras pendientes? Por lo de la crisis. Allá cada cual con el peso de su responsabilidad. Disfruten.

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