jueves, 13 de mayo de 2010

Parece invierno


Hemos tenido un comienzo de semana medio raro en el aspecto climatológico. En este Realejo Alto parecía que estábamos en invierno. Generosos chorros de agua discurrieron calle abajo y el barranco que muere en Gordejuela transportaba unas buenas pipas. Que se pierden en la mar, mecachis en la ídem. Como lo hacen otras cascadas en la misma zona cuando la naturaleza nos brinda afortunados aguaceros. Pero como Wladimiro está en ello, Jesús se calla.
Van a buen ritmo, por fin, las obras de la ‘eterna’ vía de circunvalación del populoso barrio realejero de Toscal-Longuera. En las que hallaremos varias rotondas, algunas de diámetro kilométrico. Recuerden que sugerí la instalación de un helipuerto en la que se ubica en la autovía, a la altura del “difunto” bosque. Pero no me prestaron, como es lógico, el más mínimo caso y ya sembraron palmeras a tutiplén. Las farolas son de estética más bien dudosa, por no decir feas, pero me sigue intrigando si se acometerá la repoblación de los alrededores. Y de cómo se comportará esa enorme superficie asfáltica en unas lluvias torrenciales. Si para el próximo invierno, quisiera pensar que sí, los trabajadores del Hotel Maritim se hallan reintegrados en sus puestos de trabajo, cuídense de la avalancha de agua. Todavía me acuerdo del tremendo charco que se hacía en el lugar denominado como el ‘Garaje Medina’, con una carretera estrechísima. Señor, señor, cuando baje el torrente desde El Bosque. Y que no se tupa El Barranquillo. En fin, los ingenieros no viven por aquí.
Leí que la Asociación de Vecinos de Las Dehesas (Puerto de la Cruz) se había movilizado por los reiterados cierres de la carretera y del aislamiento que eso conlleva, y reclaman que se asfalte todo el recorrido desde el Salto del Barranco. Deberían cursar invitación a su vecina de La Barca para que se sume a la reivindicación. Porque el trazado de esa carretera insular en el tramo realejero (El Castillo hasta la bajada del Maritim) está de pena; presenta un estado que me remonta a la primera capa de piche que tuvo hace bastantes décadas (creo que todavía no iba yo a la escuela). Cuando caen cuatro gotas, y se llenan los hoyos de agua, ni el rally del Corte Inglés.
Como hoy escribimos del invierno, y en esta estación abundan las aguas, me acordé de la Fuente de las Islas Canarias. La situada frente a Correos y los institutos, a la que da la espalda don Antonio González, y a la que observo cada vez más ‘blanca’. Pero me pregunto si el PP realejero ya averiguó cuánto costó realmente, pues tras la noticia que nos dio Adolfo de 130.000 euros, nada más he escuchado. Ahora que se aproxima una etapa de duros recortes económicos, nos encantaría a todos los realejeros (menos a los que ordenaron el que se hiciera) conocer con todo lujo de detalles el desglose de las facturas. Y ya puestos, si los grupos políticos van a renunciar a su asignación, si se van a reducir (ya sé que están congelados) los sueldos de los concejales y alcalde, si van a suprimir asesores y enchufados, si van a suspender las fiestas sostenidas íntegramente con fondos municipales… Y seguiría con preguntas ingenuas como cuánto cobró  el grupo Los Sabandeños, qué vale hacer un escenario, cuánta luz se paga, qué cuesta el sonido e iluminación, flores, detalles… Porque estamos en crisis, ¿o no? Y será para todos y para todo, ¿o no? Si a mí me congelan la pensión y ya veremos cuando esto “escampe”, por la misma regla de tres… Ustedes me entienden, ¿o no?
Cuando las aguas vuelvan a su cauce, cuando los dineros circulen con mayor agilidad, cuando las arcas comiencen a recuperarse, cuando la clase política nos dé lecciones de austeridad, entonces y sólo entonces, saldremos, amigo Álvaro,  “del salón en el ángulo oscuro”, agarraremos el arpa y nos dirigiremos al Consistorio e indagaremos si nos publican las rimas (la VII o que la que sea).
Disfruten de una feliz jornada.

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