lunes, 10 de mayo de 2010

Restar importancia


Aparte de las ‘curiosidades’ que te señalé el pasado sábado en aquella ojeada al diccionario, asimismo es ejercicio saludable echar algo más que una simple visual a los titulares de los periódicos. He hallado una expresión que se lleva la palma y a la que no he restado importancia alguna. Porque miren ustedes que las dos palabras ‘restar’ e ‘importancia’ han dado juego a los periodistas para montar frases hechas. Me voy a limitar a poner unos ejemplos en esta entrada de principio de semana, pero podrían llenarse páginas enteras con este contenido. Así que, sin más preámbulos, destaquemos unas pinceladas de la importancia de “restar importancia” a cualquier asunto que se nos plantee en la vida. Táctica que también se utiliza en estas islas, en las que no resolvemos los asuntos, pero les restamos importancia.
Paulino Rivero resta importancia a la suspensión de la reunión entre Soria y la Fecai, pues era un encuentro de partido (esa pasmosa facilidad que tiene José Manuel de desdoblarse sin partirse).
Paulino Rivero resta importancia al reportaje de ‘La Noria’ sobre las dunas de Maspalomas.
Paulino Rivero resta importancia a las críticas de Pérez Camacho por su viaje a Cuba (fruto de su incontinencia verbal).
La prensa del régimen cierra filas y resta importancia al intento de Paulino Rivero de enchufar indecentemente a una sobrina en la policía de Arona.
Fernando Alonso resta importancia a los entrenamientos libres.
Ferrari resta importancia a los problemas de fiabilidad de sus bólidos.
Schumacher resta importancia a su pobre rendimiento.
El PP resta importancia a la citación de Cospedal.
El Gobierno asturiano resta importancia a quedarse fuera de la Unión del Noroeste.
Aído resta importancia a los descuentos en abortos por el carné joven.
Pajín resta importancia a que Obama no venga.
Bill Gates resta importancia a la censura china en la Red.
Ortega resta importancia a la violencia en Nicaragua y acusa a la OEA de injerencia.
Sócrates resta importancia al déficit público portugués.
Washington resta importancia al documento que leyó Hugo Chávez en Unasur.
Chile resta importancia al traslado de uranio enriquecido a Estados Unidos.
Bogotá resta importancia a la negativa de las FARC a dialogar.
Martínez (presidente de la Central Unitaria de Trabajadores) resta importancia a la comisión y dice que el salario mínimo lo define la CUT y el Gobierno.
El Gobierno resta importancia a la rebaja de la calificación de la deuda española.
Tras estos breves brochazos de aquí y de allá, convendrás conmigo que es mucho mejor despreocuparse del todo, tumbarse a la bartola, dejar que el tiempo corra, echarte un cortadito de vez en cuando y “restarle importancia” a las cosas, que se nos viene el mundo encima por una tontería. Deja que todo fluya, la naturaleza es savia, no le des tanta importancia a las cosas. Si no lo podemos hacer hoy, pues no lo hacemos y ya está. Qué mañana ni ocho cuartos, que no se hace. Así de simple, así de sencillo. Eso funciona y te lo puedo demostrar científicamente. No sólo en ayuntamientos, también en centros docentes, ¿qué te apuestas?
Feliz comienzo de las jornadas laborales en esta nueva semana de mayo. Mañana nos adentraremos en el campo educativo, que donde hubo siempre queda.

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