lunes, 9 de agosto de 2010

Notas escolares (y 2)


La situación  no difería gran cosa de un lugar a otro a tenor de lo que los periódicos informaban. Las responsabilidades intentaban compartirse para que las culpabilidades, como casi siempre, se diluyeran. Pero insertos como el siguiente seguían haciendo acto de presencia:
¿Qué tiene que ver un barrio de doscientos o trescientos niños de ambos sexos con los juegos caciquiles?
Así gobiernan nuestros caciques; así seguimos y seguiremos, si no despertamos enérgicamente, si no nos elevamos a otro estado superior de verdadera conciencia ciudadana.
Hay que convencerse de esto y despojarse de los prejuicios que domina nuestra personalidad, porque así lo exige la pequeña patria, así lo exige nuestra propia dignidad. (La Voz de Junonia, La Laguna, 24-marzo-1923, año II, número 56, página 2)
La sección era “De enseñanza” y el título: Como andamos. Bastante ilustrativo.
El Gobernador Civil de la provincia, Buenaventura Benito Quintero, como manera de justificar la dictadura de Primo de Rivera, daba a conocer la situación de las escuelas antes de 1923 y los magníficos logros conseguidos con la implantación del nuevo sistema político.
La enseñanza en las escuelas, abandonada. Por lo que fuese, se nombraban maestros interinos, sin título alguno, que desempeñaban o no la escuela. La asistencia escolar, exigua. Maestros he encontrado yo, que apenas conocían los rudimentos de la escuela, y algunas docenas he examinado en que niños de 10 y 11 años no conocían apenas el cartel y los números y no sabían persignarse. Consta, sin embargo, que estos profesores de las escuelas nacionales, sin título de enseñanza eran buenos agentes electorales, por sí o por sus deudos y familiares.
Se ha progresado bastante en materia de enseñanza primaria, no sólo en cuanto a la construcción de escuelas, sino también y es lo más importante en la asistencia escolar de niños y maestros, y en el interés y apoyo que prestan la mayoría de las autoridades municipales a este problema de la enseñanza. Siguiendo así, dentro de unos años habrá dejado de ser esta provincia una de las que más analfabetos tiene dentro de las provincias españolas. (Provincia de Santa Cruz de Tenerife, datos sobre la vida administrativa de su Mancomunidad, Cabildos, Ayuntamientos y algunas de sus entidades oficiales, durante el primer quinquenio de la dictadura, Librería y Tipografía Católica, Santa Cruz de Tenerife, 1929, notas preliminares)
Aunque es cierto que hubo un incremento en la creación de escuelas en todo el Archipiélago, no es menos cierto que su establecimiento no clareó nada la oscuridad educativa en que se  hallaba la población infantil. Sus contenidos se habían ceñido a la asfixia de la personalidad del niño, pues no llegaron a variar con el paso de los años, consolidando el atraso cultural a través de las verdades a medias hábilmente plagadas de sesgos y dogmas. El número de escuelas privadas, lejos de mermar fue en aumento, contribuyendo al fomento del elitismo y al distanciamiento cultural intergrupal.
Esta fue la educación que recibieron los alumnos canarios en los primeros treinta años del siglo XX, según se desprende de las palabras del Inspector de Primera Enseñanza, José María Villergas (Eco del Magisterio Canario, periódico de Instrucción Pública y órgano de la Asociación Provincial del Magisterio de Primera Enseñanza; La escuela pública hasta el 13 de abril de 1931, 30 de julio de 1931, número 935, La Laguna), una vez instaurada la II República:
Las migajas eran para el Magisterio, las cuales se instalaban en zahurdas, el material era un síntoma de abyección y de abandono, la asistencia de los niños nula, la actuación del caciquismo ahogaba toda tentativa de liberación de maestros patriotas, el déficit de escuelas en las ciudades era algo calculado y meditadamente realizado para que la escuela privada absorbiese la infancia burguesa... La función educadora del Estado se veía relegada, atropellada por el mismo Estado a través de los que ocupaban cargos públicos, poniendo todos sus esfuerzos al servicio del interés particular y privado con grave quebranto para el magisterio nacional…
Con el permiso de ustedes, continuaremos, de vez en cuando, haciendo ligeros paréntesis en nuestros comentarios para intercalar estos recuerdos de años idos. Porque la educación, la instrucción pública, seguirá siendo tema recurrente. Y Milagros persiste en no nombrarme asesor. Esperaré a mayo de 2011.
La ilustración de hoy se la dedico, con todo mi afecto, a un asturiano-canario, que ejerce, y presume, de ambas “nacionalidades”. Maestro Ángel, va por ti (chacho, que no se enteren en Cataluña de estos saludos taurinos).

1 comentario:

  1. Tú sabes que siempre quise ser torero, pero tenía problemas con el estoque... ¡por eso de la talla!
    Saludos.
    ¡Milagros todavía nos puede sorprender!

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