miércoles, 6 de octubre de 2010

Mayores

Menudo chollo han encontrado las administraciones públicas con el “Día Internacional de las Personas Mayores”. Trascendental filón de votos para ese mayo cada vez más cercano. Si repasas los diferentes medios de comunicación escritos, observarás que este último fin de semana hubo actos por doquier. Puede que el más significativo se haya producido en Icod de los Vinos, concretamente en Santa Bárbara. Y si de la susodicha sólo nos acordamos cuando truena, a los viejitos nos acercamos –pregúntenselo al Padre Antonio– cuando una cita electoral asoma por el horizonte.
Daba (dis)gusto contemplar a la grey política paseando entre las mesas y dando besos cual obsesos (eso lo estás pensando tú). Alcalde, concejales, Paulino (Rivero), Ricardo (Melchior), Cristina (Valido)… indicaban lo primordial de ser mayor, resaltaban el esfuerzo de años de penurias y alababan el magnífico estado del bienestar del presente. Todo ello regado con fotografías del bien quedar. Qué poses, qué arrumacos… Todo sea por un puñado de votos. Blanco, azul y amarillo. Siete estrellas verdes. Siete sobre el mismo mar. Quiero ser como Pepe…
Si creen ustedes que el estar aquí supone un sacrificio, dijo Paulino, están completamente equivocados. Constituye un grato placer, tanto o más que esos tostones de romerías a los que voy porque tengo el helicóptero aparcado a la puerta de mi casa, que si no otro gallo cantaría. Oye, presidente, ahora que me acuerdo, ¿puedo ir yo a la próxima cuchipanda o existe una edad mínima? ¿Fue Melchior en calidad de presidente cabildicio o por tener ya cierto tiempo a sus espaldas? Un servidor posee el carné de jubilado y el de Mundo Senior. Auténticos, sí, y firmados por la autoridad competente. ¿Puedo ir por libre o debo apuntarme al Club? No, lo manifiesto para no tener que conducir, sino que me lleven en la guagua cantando el “Doce cascabeles” de Joselito, ¿te acuerdas, Paulino?
Mientras CC se lo monta de tal guisa, los socialistas siguen con los navajazos. Ni siquiera saben explotar un proceso ejemplar de democracia interna como son las denominadas primarias. Apenas había concluido el escrutinio, dio comienzo la batalla. El perdedor, Santiago (lo mismo cree que no), advertía que casi un tercio de los militantes no quería pactar con CC (lo que pensara los más de dos tercios restantes se la traía floja). Que José Miguel haya ganado con el 72% de los votos, barriendo en Tenerife, es algo insignificante. Lo verdaderamente importante es que ganó en Santa Cruz, paradigma de la jaula de grillos en que se convierte el PSOE cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina. Es como si se encendiera una lucecita y tocan a rebato.
A la par que Pérez (José Miguel) intenta transmitir normalidad con una postura comedida, sin aspavientos y con un discurso de concordia y armonía, las viejas glorias, añorando vete tú a saber qué, saltan cual quíqueres curritos del gallinero. Alemán, intentando congraciarse con el ya flamante candidato y asegurarse el puestito que le permita no volver a la escuela, se va a la radio y aprovecha (sin mirarse previamente al espejo) para decirle a Santiago que se largue para casa. En ello estaba cuando un tal Valbuena descubre la pólvora y le señala también al perdedor Pérez que el juego entraña estos riesgos. El advenedizo Corrales, que recaló en Santa Cruz tras su salida de la cárcel (cuidado, era funcionario de prisiones; ahora es secretario general. Antes, azote; ahora, más bien, zote), no sabe si va o viene; mejor, hoy va, pero mañana ‘jala’ por la marcha atrás.
Odalys, reciente fichaje estrella, quiere ser alcaldesa. Directamente, sin ambages. Julio Pérez permanece en silencio. Al igual que el ‘viejito’ por excelencia, Pepe Segura. Lleva una temporada en que no dice ni mú. Cómodo que se está en Madrid. Y quiere seguir, faltaría más.
Yo, asimismo, me estoy promocionando. Mi relación con el secretario general de la agrupación socialista realejera, y candidato a la alcaldía, es buena. Y sabe de mi predisposición a ocupar el puesto vacante de Santiago (viejo por viejo), que volverá a la Universidad. También tengo unos amigos en Las Palmas que me sirven de puente ante José Miguel. Y si por un casual esta estrategia me falla, aún me queda el recurso de aspirar a un puesto de asesor. Si determinados periodistas ya han definido su postura y pretenden recalar en determinados ayuntamientos (Willy en Santa Cruz y Juanma Bethencourt en La Laguna), ¿por qué es descabellada mi idea?
Guardo, como último recurso, una bala en la recámara: a pesar de las aparentes críticas al maestro de El Sauzal, ustedes ignoran lo bien que nos llevamos. Pregúntenle, si no me creen, a Antonio Martín, excelente docente del IES Mencey Bencomo, que puede ratificarlo de pe a pa. Hasta luego.

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