Fraga (don Manuel) manifiesta abiertamente que el PP no es un partido de derechas porque no defiende a los ricos. No sé a santo de qué salió esta andanada de la boca del presidente honorífico, pero me recordó aquella locución latina de excusatio non petita, accusatio manifesta, es decir, excusa no pedida, manifiesta acusación, o, para entendernos, todo aquel que se disculpa de una falta sin que nadie le haya pedido tales disculpas, se está señalando como autor de la falta. Y pienso yo que a los oídos del veterano político habrán llegado los comentarios, cada vez más frecuentes, de si el PP, no conforme con su teórico viraje al centro, pretende aun traspasar la línea que por la izquierda debería, en buena lógica, ocupar el PSOE. Pero como siempre caemos en lo de que todo está cambiando (hasta el tiempo), sería pertinente el recordar la también antigua canción de qué tiempo tan feliz, dichosos tiempos que vivimos sin pensar, la, la la… Este mundo está trastocado. El Partido Popular abrazando postulados que creíamos…; quieto, déjalo estar. Camps (Francisco) regalando coches de alta gama entre los más necesitados de Vereda de los Cubos (Alacant). Núñez Feijóo (Alberto) construyendo adosados para los sin techo en Salgueiros (Ourense). Ruiz Gallardón (Alberto también) bailando sevillanas en el corral del Casino del Realejo Bajo con motivo de la presentación de Manolo Domínguez y como preámbulo o pórtico de las fiestas de San Vicente (culpen al que hizo circular cierta ilustración)… Entonces me desperté y me vi caminando por donde siempre. Y pensé:
‘No nos revolquemos en el valle de la desesperanza’. ¿Estaría Luther King pensando en el nuestro? En el que ya tenemos candidatos por doquier. El último presentado: Oswaldo Amaro. En el acto, me dijeron (a mí no me dejan entrar, no dispongo del carné de periodista), unas quinientas personas y otros tantos acompañantes. A saber, los primeros eran realejeros y los segundos de allende los barrancos de La Raya y Ruiz. Todos los oradores demandaron una mayoría absoluta. ¿Para qué si con los espectadores presentes y resto de sus familias rayan los diecinueve concejales (de 21)? Manolo Domínguez, al igual que yo, no estaba invitado, pero fue la diana de muchos dardos envenenados. Desde Ana Oramas hasta Alfonso Fernández pasando por el propio Amaro. ¿Temen, acaso, que haya una fuerte disputa de idéntico sector del electorado y que el sistema vigente para el recuento de votos, método D´Hont, cause demasiados estragos? Y no se quedó atrás Gallardón, cuya visita está al caer, y al que se calificó de prototipo de gestor municipal despilfarrador. Te cuestionaron amistades peligrosas, Domínguez, que te echabas muchos cortados y te perdías las votaciones en el Congreso, y se metieron en y con tu muro de feisbuc. Yo no sé, me di de baja.
Me maravilla la escasa memoria histórica de quienes pretenden ser nuestros representantes. Manolo (Domínguez) presume de una buena gestión cuando ejerció la concejalía correspondiente en el gobierno municipal en pacto con CC. Y el alcalde lo corroboraba. Hasta que llegó el divorcio. Ahí se inició la etapa de tirarse los trastos a la cabeza. Lo mismo ocurrió en el mandato actual, en pacto con el PSOE (ocupaba este partido, como aconteció con el PP, las concejalías de mayor empaque), hasta que estos decidieron abandonar el barco. Las hemerotecas estarán ahí para algo, digo yo. Pero me molesta enormemente el que sigan considerándonos inútiles, tontos e idiotas que solo valemos para ir a depositar la papeleta cada cuatro años.
Y ya no me molesta, directamente me cabrea, el que Francisco Linares señale que Los Realejos hasta 2003 era un pueblo indecente: "sumido en la indecencia". Tal cual. Textual. Que se les caliente el pico en el fragor de las loas de y a los incondicionales, pasa; pero que vengas de La Villa, de tu villa orotavense, a mi Villa de Viera a llamarme indecente, va a ser que no. Porque yo también formé parte de una de aquellas corporaciones iniciales en las que sentamos la bases que posteriormente se fueron desarrollando. Bien o mal, ese es otro cantar. Y eso no fue un sueño, amigo Paco. Lo mínimo que puedo pedirte (vuelve a repasar la grabación) es que pidas disculpas, que me pidas disculpas. Por lo tanto, yo te devolvería la moneda preguntándote desde cuando, desde qué año, Isaac Valencia dejó de ser indecente. Porque La Orotava gozaba de características similares, sobre todo en sus barrios (más grave en los altos, ¿o renegamos del libro de don Víctor, el cura salesiano, el que dio lugar a la procesión o manifestación de las antorchas?) a las que se estilaban en Los Realejos hasta bien avanzada la década de los ochenta del siglo pasado. Ahora resulta que Oswaldo es el no va más. ¿Ya te olvidaste de la noche (¿de los cuchillos largos?) de junio de 2007 cuando debiste venir a su casa para evitar el pacto, que luego se confirmó, con el partido socialista realejero. ¡Ah!, el tiempo lo borra todo. Pues te lo aplico: antes de 2003 también existió un pueblo llamado Los Realejos. Y no me hablen, por favor, de honradez, dedicación, ilusión y ganas. Ni la más mínima lección pueden darnos. Y sin dinero, sin asesores y con días exactamente igual a los de ahora mismo, de 24 horas. Por último (con respecto a esta ‘boutade linariana’), ¿cómo se les ocurrió nombrar gerente de la Mancomunidad del Norte al más ‘indecente’ (mera cuestión numérica) de los tres alcaldes habidos en el periodo democrático hasta ese entonces, hasta ese glorioso instante en el que llegaron ustedes, los salvadores de la patria (canaria, of course)?
Los pactos son horrorosos, dijeron casi todos, fundamentalmente el actual alcalde. Allí estaba Marcos Brito. Y Diego Afonso. A Ricardo Melchior le habrá llegado el resumen. A Zerolo, también. Y para Javier González Ortiz, el señor Soria, hasta ayer socio bien avenido, es solo “un tío estirado” que nada va decirnos de cómo se gestiona una Comunidad. Y el público asistente interrumpió su discurso con una ovación de las que hacen época. Increíble. Qué cara (de cemento, como el de la foto: Polígono Industrial La Gañanía).
No serán las de mayo elecciones generales, recalcaron hasta la saciedad. Sin embargo hubo dos palabras en la citada presentación que ocuparon, con nota de sobresaliente, los discursos de los nacionalistas: Rajoy y Zapatero. Todo un paradigma adobado a lo color de esperanza. Viva la Virgen del Rosario…
Me senté un rato en uno de los bancos que están en los alrededores de la Cafetería Miniño (¿se escribe así?), me aflojé la liga del tenis derecho que me apretaba un mogollón, sacudí la cabeza un par de veces y, lentamente, me dirigí al coche que estaba aparcado en el Polígono de San Jerónimo. En el corto trayecto pensé mucho. Pero cuando llegué a casa y me duché, al tiempo que cavilaba qué cuatro meses nos esperan, me percaté de que por el sumidero se iba toda la mugre. Bendito alcantarillado.
A modo de posdata: hoy es el cumple del ‘plan de pensiones’, con derecho a roce y cama, que firmamos mi mujer y yo el ya lejano 18 de enero de 1973. En consecuencia, se admiten bastantes comentarios (políticos) y algunas felicitaciones.
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