domingo, 2 de enero de 2011

¡Chiquito filón!

Informativamente hablando, que dirían los sesudos periodistas, ascendidos al gremio por mor de rifas en tómbolas que incluyen, además, coches de segunda mano (sin derecho a traspaso) y matrícula en la autoescuela. Sí, esos que cuidan el léxico hasta extremos de finura tal, irónicamente escribiendo, que lo soez es exquisitez a su siniestra (a la diestra es matemáticamente imposible). Y dicho lo cual, a modo de exordio, introduzcámonos, así en plan sumersión, en el meollo de la cuestión y que da pie al título de este comentario dominguero.
Corrales no se va, no se retira, no se rinde y sigue disparando a mansalva. El espectáculo socialista santacrucero está adquiriendo tintes no alarmantes –qué nos va a sorprender del quehacer, es un decir, de ciertos politiquillos, politicuchos y politicastros, en otro decir de Eligio Hernández–, sino de esperpento elevado a la enésima. Un sector seudosocialista capitalino, puede que no demasiado masivo pero sí bastante dicharachero, agarra el tranvía cada tres por dos y una vez puesta la pata en la Avenida de la Trinidad lagunera, enfilan hacia la calle Daute, esquina Cruz de Candelaria, y al desembuchar cuanto estiman conveniente, en notoria muestra de fidelidad a unas siglas centenarias, sienten enormes placeres al destripar al otro sector contrincante. El enemigo en casa, al más puro estilo de película de espionaje.
Viciana, que acude igualmente a esa isla informativa para ondear el trapo al que se adhirió toda la bazofia de peleas intestinas, tenía preparada la ruta alternativa. Y cual Cristóbal Colón se lanzará a la mar océana desde la ‘Nom trubada’, en nao recién botada, con unos doscientos tripulantes (la mayoría grumetes), para explorar los ampliados dominios acuáticos. Navegarán placenteros, a buen seguro, porque los piratas descansan en tierra custodiando los tesoros. Y ellos, los nuevos marinos, harán prácticas de periodismo digital (punto com o punto net).
A Julio Pérez no lo conozco de nada. A los mentados en los párrafos anteriores, tampoco. Pero tengo la inveterada costumbre de procurar estar informado utilizando todos los medios disponibles a mi alcance. Con tal ejercicio previo, creo estar en condiciones de afirmar que el bien ganado prestigio del primero es buen aval para evaluar que sus declaraciones me inspiran mucha más credibilidad que las de algunos advenedizos. Sitúese cada cual donde crea menester.
Julio, en una entrevista que publicó ‘Diario de Avisos’, respondió a una serie de preguntas que el periodista tuvo a bien hacer. Y, salvo que el susodicho haya tergiversado sus palabras en la transcripción correspondiente, vino a decir que hay que cumplir la sentencia del TS que anula la compraventa del frente de playa (las Teresitas) y que la causa penal que se sigue no se puede ignorar, pero que, por arriba de todo, está el que la playa funcione y sea un atractivo para la capital.
Esta es la que yo denomino mentalidad de Las Palmas, que vive de cara al mar, de cara a sus playas (fundamentalmente Las Canteras). Pues un servidor, y me imagino que miles y miles de santacruceros, estima que como hay gente de secano, al tiempo de no importarle la playa un pimiento (ellos no se bañan), pretenden darle la vuelta a la tortilla. Y de ahí el acudir raudo y veloz a encender el ventilador con lo de las verdades a medias e introduciendo sesgos más que evidentes. Porque Corrales, atacado a punta de bayoneta, tiró de teléfono y declaró a los cuatro vientos que a Julio (el candidato no propuesto por él, faltaría más; qué pronto olvidamos que él se autopropuso, un fisquito más y se autoproclama) no le interesa recuperar los 9.000 millones. Pues si el propio Pérez no se lo contó, la verdad es que no sé dónde demonios pudo leerlo.
En el comunicado del ex secretario de la agrupación capitalina se indica que ha habido un ‘cambio siniestro y sospechoso’, que el candidato oficial impuesto no está interesado en recuperar el dineral de la fallida operación urbanística, y, además, esta guinda: “parece mentira que alguien que ha sido secretario de Estado de Justicia se plantee que la justicia no debe perseguir contundentemente los casos de presunta corrupción política o las posibles irregularidades manifiestas dadas en la gestión municipal”.
Está clarísimo que el máster de periodismo de investigación que cursó Corrales en Tenerife II le ha valido para ver más allá, para leer entre líneas, para intuir lo que está detrás de unas respuestas o unas declaraciones. Qué bolas (de cristal) tiene el susodicho. Se las pediré prestadas para que mi sueño ‘primitivo’ pueda hacerse realidad más pronto que tarde.
Santiago Pérez dice que se retira de la política institucional. Chacho, Santiago, ni Viciana te quiere. Súbete al otro carro que es más socialista que el carajo. ¡Ah!, ¿que no se comerán una rosca? Claro, el electorado suele cobrar caros peajes y estas veleidades acaban pagándose. Y José Manuel bien ganada tiene la expulsión, junto con los amigos de feisbuc cuyos muros tienen más pintadas que las paredes exteriores de los IES de cualquier pueblo. Estas actitudes, lumbreras, lo único que han conseguido es dar por buenos los argumentos para crear las gestoras. ¿O no, inteligentes?
Vaya comienzo de año. Me reitero: admito propuestas. ¿…? También.

2 comentarios:

  1. Muy atinado el comentario. Lo único que siento es que has dado en la diana, una vez más, pero eso no es ningún consuelo para quienes trabajamos duro por nuestra gente tras unas siglas.

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  2. Me ausenté del partido -no sé si en el descanso o en la segunda parte- en 1987. Y cuando observo que en muchos pueblos de Canarias existen altas posibilidades de cambios al nefasto binomio CC-PP (y por ende lo que ello supone para Cabildos y Parlamento), el contemplar atónito estos 'marujeos' de quienes alegan defender nobles ideales (qué cinismo), me produce auténtica vergüenza.
    Ignoro, obviamente, las razones que condujeron a la disolución de las agrupaciones insular y santacrucera, pero intuyo que el escaso tiempo transcurrido las va sacando a la luz. Y cada cual se retrata con el perfil que mejor crea conveniente. Los menté (en la intimidad; les invito a que busquen alguna manifestación mía de aquel entonces, de cuando ya estaba en la banda y no en el terreno de juego, que pueda asemejarse siquiera un fisco a los circos de ahora mismo) como 'sectarios' en mi retirada y compruebo estupefacto que tal escuela sigue fabricando algún discípulo aventajado. Una lástima. Aun así, espero y deseo, aunque el tiempo es escaso, que se aíslen estas manzanas bichadas para que se pudran en la más ignominiosa de las soledades.

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