Seguimos:
Veo con satisfacción el gran acierto que han tenido Vdes. al pensar celebrar un acto que demuestre en algo el afecto que sienten hacia nuestro digno Sr. Inspector de la provincia. Sintiendo no poder asistir al proyectado banquete, sirva esta carta para expresar mi adhesión más sincera. (Pilar Bonora de Sáez–La Orotava)
Enterado del banquete que para el 11 del corriente desean dar al señor López Tamayo, estimado y querido Inspector nuestro, como prueba de cariño y adhesión y ya que personalmente estoy impedido de asistir, lo mismo que mi hermana, ruégole haga constar nuestra adhesión a la fiesta. (D. Negrín Medina–Garachico)
Con bastante satisfacción hemos tenido conocimiento de la fiesta con que se obsequia al digno e ilustrado Inspector Sr. D. Juan López Tamayo, en el “Hotel Aguere”, y tenemos mucho gusto adhiriéndonos a los merecidos elogios que a dicho Sr. se dedican. (Clara Eugenia Yanes y Nicolás Díaz Dorta–Buenavista)
Ruégole haga presente mi adhesión al banquete en honor de nuestro digno Jefe el Sr. López Tamayo, sintiendo no poder asistir personalmente a dicho acto. (Juan Pérez y Pérez–Los Silos)
He tenido conocimiento del agasajo que tratan de hacer a nuestro digno Inspector el Sr. D. Juan López Tamayo. En la imposibilidad de poder asistir a tan simpático acto, adhiérome a él de todo corazón. (María García Gutiérrez–La Victoria)
No pudiendo asistir al banquete que en honor del digno Inspector D. Juan López Tamayo se le dará mañana, tengo el gusto de adherirme y que me represente con su asistencia mi esposo don Antonio Hernández Perdomo. (Clemencia García Gutiérrez–Icod)
No pudiendo asistir al acto que en honor del Sr. Inspector celebra mañana el Magisterio, envío a V. mi humilde adhesión, y le ruego haga presente mi consideración y respeto al señor López Tamayo quien, con loable celo por la enseñanza, ha fomentado el prestigio de la misma en nuestras islas. (Francisco Acevedo Rodríguez–Valle de Guerra)
Ruego a V. me adhiera al acto que esta noche se habrá de celebrar en La Laguna en honor del celoso Inspector de Primera enseñanza don Juan López Tamayo, acto que es, a no dudarlo, fiel reflejo de la opinión del Magisterio de estas islas y que de un modo indirecto anatematizará la insidiosa campaña que se venía haciendo, y que en definitiva, aparte de su injusticia, va en desprestigio de todos. (Elena Mora y Sansón–El Rosario)
Aunque me ha sido imposible asistir a ese acto, mi corazón está con vosotros. Aquí tenéis uno más que se adhiere a ese salmo de amor, y de simpatías como otro compatriota, que os tiende los brazos y las manos para defender los legítimos derechos de “un inocente ultrajado”. Permitidme que me reserve el derecho de dar desde aquí un aplauso al Sr. Juan López Tamayo, no en sociedad con nadie, sino en nombre de la Patria y en nombre de mis convicciones, contribuyendo con la lealtad, la franqueza y la sinceridad que son propias de mi carácter, a los lauros merecidos por el dignísimo Inspector Jefe de Primera Enseñanza de Canarias. (Pedro Albelo–Realejo bajo)
En la imposibilidad de asistir al acto, que en demostración del aprecio que el Magisterio Canario profesa a su dignísimo Jefe don Juan López Tamayo, celebráis en honor suyo, os suplico encarecidamente hagáis constar mi adhesión a dicho acto. (María de los Remedios Melián–La Orotava)
Con la más viva satisfacción nos asociamos al excelente propósito de ustedes para obsequiar a nuestro querido y dignísimo Sr. Inspector Jefe. Sírvase tenernos para todos los efectos por realmente presentes, como en espíritu lo estamos. (Modesto Hernández Francisco y Casimira M. Acosta y Gómez–San Andrés y Sauces)
Continúan los discursos con el de D. Nicolás Díaz Dorta, Maestro de Buenavista, congratulándose del acto que se celebraba para prestigio y ejemplo de la clase, siendo el orador más aplaudido; D. Efraín Albertos, esposo de la Maestra de Santa Cruz Dª. Isabel Melián, que leyó unas cuartillas en encomio del Sr. López Tamayo; D. Isaac Viera, popular vate tinerfeño, cantando un elocuente himno a las excelencias de la instrucción primaria, ensalzando las cualidades del Sr. Inspector y la labor de los Maestros, todo adornado con poéticas y galanas frases; y por último, D. Antonio Cabrera de las Casas, que habló con marcada elocuencia sobre la importancia y trascendencia del acto.
El discurso del Sr. Inspector se vio precedido por una prolongada salva de aplausos, poniéndose en pie todos los circunstantes. Comenzó manifestando que hubiera renunciado al uso de la palabra si no le hubiera obligado una necesidad poderosa e irresistible, cual era dar las más profundas gracias a todos cuantos pusieron un granito de arena en aquella obra de honor y justicia. No para su humilde persona, sino para el decoro y prestigio de todo el Magisterio. Porque se demostraba que los discordes eran sólo dos o tres, a quienes la fiebre del odio perturba las inteligencias.
Venimos, prosiguió, de aquellas áridas estepas, de mala recordación, en que contemplábamos deshechas nuestras escuelas y sumidos en la miseria nuestros hogares, éramos víctimas del menosprecio y de la mofa de una sociedad poco dispuesta a redimirse.
Y ahora cuando se comienza a vislumbrar un futuro más esperanzador, no es lógico que se produzcan disensiones y nos tiremos los trastos a la cabeza, porque volveremos a retroceder y el enemigo de la indiferencia, propenso a hundirnos con la burla y el ridículo, acecha sin cesar, y espera el momento de oportuno de clavarnos la zarpa despiadadamente.
Finalizó con el profundo agradecimiento, haciendo ver que todo el honor era para los organizadores, para los que hacen el acto más que para el que lo recibe.
Curiosidad o anécdota la intervención, al final del acto, del maestro de La Victoria, D. José Gutiérrez Fernández, cuyo precioso discurso hubo de ser interrumpido por la marcha obligada de los compañeros que tuvieron que coger el último tranvía de Santa Cruz.
De la relación de asistentes, aparte de los ya indicados, señalar (por ser maestros, la mayoría, que ejercían en el Norte de la isla), entre otros, a: D. Agustín C. Herrera, D. Inocencio Mascareño, D. Pablo Marrero Brito, D. Agustín Acosta y Castro, D. Francisco Álvarez, D. Amaro Álvarez, D. Eladio Acosta y Castro, D. Juan Salas, D. Ildefonso Maffiote, D. Julio Navarro, D. Francisco González Díaz...
La Comisión organizadora acuerda enviar mensajes al Ministro de Instrucción Pública, al Director general de Primera Enseñanza y al Delegado Regio de Enseñanza de Canarias. En el remitido a este último, se expresa la formal protesta contra la reprobable conducta de cuatro compañeros de Santa Cruz…
Y hasta aquí el resumen de la amplísima información. Espero no haberlos defraudado (mucho) con este nuevo recopilatorio. Hasta la próxima.
Pues va a ser que yo no estaba en tal acto de rendición de pleitesía al Sr. Inspector. ¿Y realmente han cambiado tanto las cosas hoy en día? El próximo lunes, 28 de marzo de 2011, hay en mi centro un acto de agasajo a la Consejera de Educación -el eficiente Milagro de Paulino-. No sé si las loas serán tan profundas como las dedicadas a este regio servidor de la Instrucción Pública, pero se esperan babeos y genuflexiones a tutiplén y seguro que pocas referencias a su responsabilidad, casi tanta como la de su jefe, en el profundo deterioro de nuestra Escuela Pública Canaria.
ResponderEliminarSalu2
JL HDEZ