En el periódico La Opinión (22 de octubre de 2010) Javier Sánchez-Simón, actual presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y veterano militante del PP (ocupó, entre otros, los cargos de senador y diputado regional), al momento de poner su cargo a disposición de Paulino Rivero, tras la ruptura del pacto de gobierno (CC-PP), manifestó:
“Respeto la decisión de los órganos directivos del partido, pero no la comparto en absoluto. Especialmente porque hemos estado 16 años de pacto con CC en los que ha habido de todo, con épocas durísimas. Recuerdo que fui miembro de comisiones muy duras como las de Tindaya, Fuencaliente y el Icfem. Trabajamos todas las partes para mantener la propia identidad de cada partido después de críticas muy duras. A pesar de ello mantuvimos el pacto, no porque quisiéramos estar apoltronados, sino porque creíamos que era lo mejor para Canarias que hubiese una combinación de fuerzas como esa. Ahora siento que se haya producido esta ruptura. Lo siento profundamente”.
“Hemos tenido épocas de crisis de gobierno como la de la Presidencia de Manuel Hermoso, de muchísima dureza en los planteamientos de CC. Luego hicimos un planteamiento de reconducir las cosas. Prácticamente teníamos que ir a Madrid a cada momento porque aquí no éramos capaces de ponernos de acuerdo”.
“Yo estoy sometido a las decisiones que tome el Gobierno. Si decide sustituirme, pues me iré ya que no me queda más remedio. Además, estuve informándome, con mi régimen de incompatibilidad, cómo volvería a la administración pública, a mi puesto de inspector de Hacienda, y cobro prácticamente lo mismo y estaría mucho más cómodo. Vamos, que no es un tema de aferrarme al cargo sino que para mí sería el dejar unos proyectos que a mí me gustaría concluirlos. Los puede terminar otra persona pero estamos en una época difícil”.
Aclarar, antes de continuar, que fue ratificado en su puesto por Paulino Rivero en diciembre de 2010. De los tres párrafos anteriores me quedo con lo de que no pretenden estar apoltronados (es precisamente él un ejemplo, a pesar de lo duro, duro, duro que se hace el quehacer político), lo de que tenían que ir a Madrid para ponerse de acuerdo (repasen la historia desde cuando quieran y siempre la capital como árbitro; esto dice mucho de nuestro nacionalismo), y lo de volver a su trabajo (donde estaría mucho más cómodo y cobraría ‘prácticamente’ lo mismo –luego dirá otra cosa–; qué sacrificados son).
Dos meses después. Del diario digital Canariasahora.es (1 de marzo de 2011), estas guindas:
“El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez-Simón, ha reconocido este lunes que las cantidades que han trascendido del informe de la auditoría operativa provisional de la Intervención General del Estado sobre sus emolumentos anuales, que ascendieron en el ejercicio 2009 a un mínimo de 101.072 euros, se ajustan a la realidad”. Y añade: "Ni me lo he puesto yo ni pienso renunciar a él", Y recuerda: "Antes ganaba más" (tanto en su época como senador como en su actividad privada). E incide: "Las retribuciones las marca Puertos del Estado en base a un baremo. Tenemos una retribución básica, que es de 69.000 euros y, a partir de ahí, los complementos.” Y afirma que sus predecesores en el cargo percibían más "porque no se les aplicó el descuento del 5%".
Sánchez-Simón también se ha referido a uno de los aspectos conflictivos del informe de la Intervención General, que alude a la devolución de una subvención con fondos europeos para la puesta en marcha del puerto de Arinaga: El interventor se ha pegado una columpiada tremenda, adolece de rigor.
Como la Intervención solicita la devolución del plus de residencia que perciben tanto el presidente como el director de la Autoridad Portuaria, Sánchez-Simón ha aseverado: “Existen varias sentencias judiciales que han avalado el derecho de los altos cargos a recibir este plus”.
Analicemos para colegir que ahora reconoce que antes cobraba más, incluso en su actividad privada (a qué estará esperando; ¿no dijo hace un fisco que estaba más cómodo?). Su retribución básica (69 mil euros) coincide con la de los maestros (céntimo arriba, céntimo abajo). Y como la Intervención siga de farruquita, no me aplico el descuento. En relación al plus de residencia, Santa Rita, Santa Rita.
Pero lo mejor. Según el DRAE, adolecer: (Del ant. dolecer). 1. tr. ant. Causar dolencia o enfermedad. 2. intr. Caer enfermo o padecer alguna enfermedad habitual. 3. intr. Tener o padecer algún defecto. Adolecer DE claustrofobia. 4. prnl. compadecerse (sentir lástima). Si respecto a un defecto significa tenerlo, si respecto a una enfermedad significa padecerla o sufrirla, el interventor, señor Sánchez-Simón, no se pegó columpiada alguna. Porque quien metió la gamba hasta el fondo es usted al creer que adolecer y carecer son sinónimos. Y nada más lejos de la realidad. Si yo le espeto que usted adolece de inteligencia, aunque no es correcta la expresión, podríamos, no obstante, fijándonos en el significado del verbo con respecto a una enfermedad o un defecto, pensar que goza usted de un coeficiente intelectual algo superior a 69. Pero como quiso justificar lo que cobra como algo normalito (yo mismo, sin ir más lejos, gozo de una pensión que triplica sus emolumentos), resulta que le ha dicho al autor del informe precitado que lo ha bordado. Vamos, que le sobra el rigor que pretendió usted menospreciarle.
De nada, pero si me remite unos euros de sus complementos, lo mismo me doy un salto hasta Las Canteras y nos echamos unas cervecitas y una ración de gambas. ¿Le parece? Piense que Milagros no va a pagarme esta lección como horas extras. Bueno, otra vez será.
Se habrán percatado de que las declaraciones de los políticos son auténticos calcos. Por lo menos las de aquellos que suelen asomarse a los medios de comunicación para justificar… lo injustificable. Hasta luego.
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