martes, 29 de marzo de 2011

Mirada y recomendación positivas

Me regalaron hace bien poco la ‘Ortografía de la lengua española’, una edición de 2010 de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Espasa Libros, Madrid). Y uno, humildemente, se atreve a recomendar a los responsables de las publicaciones con que los partidos políticos nos inundan en estos meses previos a las municipales que, aparte de prometernos infinidad de cosas –algo que es de agradecer, sobre todo si cumplen aunque sea la mitad–, cuiden lo que escriben. Siempre se nos escapará algo, pero lo que no parece tan normal es que caigamos en errores de los denominados de libro. Y una, pasa, mas la reiteración produce escozores visuales.
No ha tanto, recuerdo, me dirigí a los amanuenses de Coalición Canaria en Los Realejos (sí, esos que son más canarios que tú y que yo), para que tuviesen sumo tacto al escribir los signos de interrogación. Porque en el que cierra la frase u oración en cuestión cometían el pecado mortal de añadir el punto con el que normalmente concluye un enunciado. Hoy voy a ser mucho más práctico y me remito a copiar del manual al principio señalado:
Los signos de cierre de interrogación y exclamación, así como los puntos suspensivos, coinciden en una de sus funciones con la propia del punto, de ahí que sea incorrecta, por redundante, la aparición conjunta de ambas marcas. (página 300)
Nunca debe escribirse punto inmediatamente detrás de un signo de cierre de interrogación o de exclamación, ni detrás de puntos suspensivos, aunque con ellos termine el enunciado. (página 301)
Los signos de interrogación y exclamación pueden coaparecer con cualquiera de los signos de puntuación, salvo con el punto. (página 393)
Si los signos de interrogación y exclamación finalizan el enunciado, no debe añadirse tras ellos el punto de cierre. (página 393)
Tras los signos de interrogación y exclamación sí pueden colocarse otros signos delimitadores principales, como la coma, el punto y coma o los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación. (página 394)
Como no ha llegado a mis manos aún el nuevo ejemplar de ‘El realejero’ (burda imitación, como ya comentamos, del institucional ‘La Voz de Los Realejos’), pero en el que CC se apropiará, me imagino, de todas las obras realizadas con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, amén de rescatar lo finalizado hace la tira de años, y cargará, de paso, las tintas contra el PP, no me ha quedado más remedio que echar ‘la mirada positiva’ (número 8) y señalar a los escribanos populares que también guarden las formas en lo anteriormente mencionado. Tienen varios ejemplos. Sin ir más lejos, en la contraportada, ahí donde achacan a Oswaldo el que se gaste las perras en la decoración de la guagua de Las Llanadas (o de San Vicente, según baje o suba; esa, la de la línea 330).
Fue el pasado domingo. Día en el que me descontaron una hora y tuve que leer algo más deprisa que en otras jornadas. No obstante, pude atisbar algún titular curioso. Después te los transcribo. Antes déjame que te cuente (¿esto es una canción, no?) que APR-ANC (Alternativa por Los Realejos-Alternativa Nacionalista Canaria) se presenta a estas próximas elecciones. Bien, más donde elegir. Pero como solo restan dos meses, ya podrían habernos indicado quiénes son los componentes de esta formación política para irnos haciendo una idea. ¿Fallo del periodista, intento de mantener la emoción hasta última hora o les falta gente para completar la plancha? Ellos sabrán.
“El Tenerife seguirá vivo si no pierde ni empata hoy en Elche”. Bueno, el resultado ya ustedes lo saben. Y la pelea (verbal) del vestuario (con un ‘realejero destacado’ implicado) también. ¿Pero hacía falta tanto rodeo para informarnos de que o ganaba o subsistía más bien moribundo? Como queda tiempo, matemáticas y esperanza, Concepción –a muchos pies de altura por arriba de sus jugadores– sigue en plan conminatorio: ustedes nos metieron y ustedes nos sacan. A mí, los colores. A él, lo ignoro.
“Grave al ser arrollado por un motocultor en una huerta de Vilaflor”. Con todos mis respectos al herido, uno lee la cuestión y se imagina un cacharro mecánico corriendo detrás del pobre infeliz por esa huerta p´alante… Claro, después te señalan que se trataba de un señor con más de ochenta años a sus espaldas y tú puedes pensar que no dominaba tal artefacto, o que sufrió un desvanecimiento y se cayó del artilugio.
Hubo un señor en La Gomera que conocía la isla al dedillo. Se llamaba Agustín, era pintor y lo denominaban cariñosamente ‘el fachada’. Cierta vez que llevamos a unos alumnos de excursión, nos acompañó e iba contando a la tropa cuanto acontecimiento se le pasaba por la cabeza. Por saber, sabía hasta el número de curvas existentes en la carretera. Pero él le añadía siempre  su vocablo  favorito: ‘aproximativamente’. Aunque supiera el numeral exacto. Y lo recordé cuando leí: “Llega una patera a Lanzarote con aproximadamente 15 inmigrantes”. Como ya han localizado a nueve de ellos, deben seguir buscando a los cinco y medio restantes que, obviamente, hacen los 14,50 que venían en la barquilla.  Estas son las estadísticas en las que se basa Paulino para concluir en lo de la violencia machista. La que cometen los que vienen de fuera. Aunque luego matice porque no lo supimos entender. Efectivamente, ni ahora ni antes.
Hasta luego.

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