"Si de mí dependiera, firmaría hoy mismo la independencia de Canarias como una de las respuestas legítimas al atropello, por ejemplo, que sufren los emigrantes canarios en Venezuela, que no pueden votar para elegir a sus representantes en las instituciones de las Islas", señala a EL DÍA en una entrevista el alcalde de San Juan de la Rambla, Manuel Reyes Reyes (Agrupación Independiente Sanjuanera-Coalición Canaria).
Dicho lo cual se enfundó el tamarco, agarró el banot, dio cuatro brincos, cual cabra morisca al uso, dentro del tagoror, y se dispuso a salir en busca del gánigo en actitud más que belicosa. Menos mal que no lo encontró, que si no le hubiera o hubiese pegado tan fuerte garrotazo que lo dispersa en mil y un añicos (en canario, lo hace gofio). Luego, tras la oportuna reflexión y encomienda al dios Acorán, volvió a colocarse su indumentaria habitual y llamó por teléfono a don José para adherirse a la santa cruzada.
Sí, amigos y fisgoneadores míos. Leo con fruición este primer capítulo de buenas intenciones y compruebo que para el mandatario norteño, el cambio en la legislación electoral, que deja fuera a los canarios residentes en Venezuela del ejercicio de voto, es uno de los hechos más tristes que se pueda soportar. "Ya no se trata de un canario de derechas, centro o de izquierdas -explica- sino de una persona con sangre en sus venas que tiene que sentirse dolido, triste y maltratado. Estamos ante la peor puñalada que se nos ha podido infligir; no hay derecho a que se nos trate de esta manera. Desconozco en qué parte de la Constitución está escrito que se pueda atropellar a una parte del pueblo canario en ese ámbito concreto. ¿No se nos trató mal cuando nuestros ascendientes salieron de aquí? Emigraron a Venezuela, nos dejaron un puestito de trabajo. Se fueron sin saber a dónde iban, a pasar necesidades, hambre y pena; y desde que ganaron los primeros bolívares, los mandaron para acá para sacarnos de la miseria que padecíamos".
Analicemos. Aparte de sus incursiones sapientísimas por los recónditos vericuetos de la legislación, qué bien le quedó lo de una persona con sangre en las venas. Le faltó lo de ‘muy macho’ para poner la guinda pertinente. Y lo de infligir no tiene desperdicio. ¿Lo buscó usted solito en la avanzada plataforma semántica de Wordpress? Luego alega desconocer aspectos de la Constitución. Ni me extraña, ni siquiera sé para que la menciona, si dentro de este mismo año (en el 2010, como preveía don José, no pudo ser) tendremos la nuestra propia (Cubillo está dándole los últimos retoques). Lo de Venezuela está bordado. Me caló tan hondo que he estado dos días con ligeros dolores de estómago. Dice que emigraron a esa nación y luego se pregunta que no sabían a dónde iban. No lo entiendo. Tan rico léxico (prueba evidente de sus doctas respuestas al periodista) de una parte, y un guirigay con lo del puestito de trabajo y lo de que se fueron a pasar hambre y necesidades (para qué si aquí existían a raudales).
Se pregunta el alcalde si los canarios somos seres humanos como los del resto de España. Para la inmensa mayoría de gente, me incluyo, creo que sí. Para usted y cuatro más, no sé. Porque no tiene mucho de humanismo el que seguidamente alegue que “hay que defender nuestros intereses con pantalones, con seriedad, honradez y con diálogo”. Pues me da, estimado don Manuel (Manolo para los amigos), que lo de pantalones sobra. Porque lo de honradez, seriedad y diálogo queda completamente desmontado con esos sesgos machistas del ordeno y mando. En vez de la prenda que utiliza como sinónimo (significa parecido, equivalente, semejante) de hombría y de cataplines (por no decir cojones), pudo señalar al amanuense… Déjelo estar, no se esfuerce. Sígale pagando por sus inestimables servicios (por el día y por la noche). Y cómprele, ya que tiene las arcas saneadas (pásele de camino el remedio a Marcos Brito y le manda el recado con el susodicho), un buen zurrón para que siga sobando.
Me asombra que manifieste el que tiene sus teléfonos (expresión que me recuerda a lo de ‘mis abogados’) intervenidos y nada alega de si ya fue a denunciarlo. Eso es un delito gravísimo. Pero mucho no tendrá que ocultar si no ha acudido a la policía. Como dice que ocurre desde la celebración del último Beñesmén, lo mismo al verlo disfrazado le confundieron con algún animal peligroso en vía de extinción y como a sus antepasados los acribillaron (¿con aviones o tanques de guerra?) en estas tierras tan dignas que tenían para vivir, puede que sea la Academia Canaria de la Lengua la que lo está espiando para la confección de una nueva edición del diccionario enciclopédico guanche.
Me asalta una terrible duda, Manolo (y a perdonar la familiaridad). Cuando le escucho hablar con Wladimiro, echándose el vasito de vino y la chuleta donde bien sabe, o le entrevistan en esa tele que bien conoce, no me cuadra su manera de expresarse oralmente con este párrafo que leo en la prensa: El mandatario norteño destaca como uno de los logros más significativos de su acción de gobierno durante los últimos años, el saneamiento de las arcas municipales y haber conseguido una salud financiera excelente, con un alto nivel de ahorro neto, que se destina a atender las demandas más urgentes de la población, especialmente, en tiempos de crisis. La gestión de los recursos propios desde la perspectiva de la prevención y contención del gasto y la consecución de fondos de otras administraciones públicas figura entre sus basas más sobresalientes. Manda narices (o lo otro, que diría Trillo, el de la ultraderecha, a su entender). Esto es de máster en economía o copiado de la Wikipedia. ¿Usted se leyó y se comprendió a sí mismo mismamente?
Y no se da cuenta de que choca un montón con sus cuentas de la abuela: Para Manuel Reyes, el secreto de la salud financiera de su corporación reside en que practico las cuentas de la abuela: si gano cuatro, debo gastar tres, nunca excederme de los ingresos.
También le quedó muy bien lo siguiente: Si ganamos las elecciones tendremos que seguir trabajando por el desarrollo de este municipio, buscar, de alguna manera, que nuestra gente encuentre empleo, porque si no hay trabajo, no hay comida, y si no hay comida no hay bienestar social. Si no hay comida falla la armonía. El estómago no sabe de política, sólo entiende que se ha de llenar tres veces al día, con todas las garantías porque si no resulta imposible vivir en una sociedad moderna.
Esto de llenar la tripa (barriguita llena, corazón contento) es lo suyo. Uno domina lo que practica. Coincido plenamente: o ‘te jartas como una pita’ o no se puede ser parte activa de una sociedad moderna. Y deja que compremos con el ‘áfrico’… Ño, eso va a ser una gozada.
Acabo: ¿ya contabilizó el porcentaje que puede perder con los votos de esos pobres emigrantes que nacieron allá y que jamás han pagado un euro al fisco español (o canario en nuestro caso)? Para la demagogia, gran verdad, no es menester ir a la Universidad. Y mejor sería dejar el tema de la emigración bien tranquilo, porque habría mucho de qué hablar o escribir. Que fueron también muchos los que se largaron, dejando mujer e hijos al albur, y si te vi no me acuerdo. Tengamos la fiesta en paz.
¡Ah!, en el próximo Beñesmén no lleve el móvil escondido en el disfraz. Vaya practicando el silbido, que será el principal vehículo de transmisión a distancia. Me lo estoy imaginando arriba en el risco de El Mazapé enviando a Marcos el orden del día de las sesiones plenarias. ¡Ay, mería!
Jajajaja, me destornillo.... qué bueno, Jesús, qué bueno....
ResponderEliminarY que el sistema democrático permita que esta basura nos siga gobernando! Dios mio, hasta cuando!
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