miércoles, 18 de mayo de 2011

Detalles

Hemos llegado al miércoles previo (al 22) y estamos en el punto álgido de la confrontación dialéctica y/o publicitaria-propagandística. Y uno sigue observando detalles que no se escapan al que ponga los cinco sentidos en la dirección adecuada. Si le añado la singular manía de asomarme a esta ventana diariamente, tengo todos los ingredientes para que el servicio se realice con cierta prestancia.
El enrame desaforado que Coalición Canaria ha llevado a cabo en cuanta farola tuvo a su alcance, en una región en la que el número de parados alcanza cifras escandalosas (y en Los Realejos ni te cuento) –y que desaparecerá en unos meses por arte de magia–, demuestra el cinismo de unos dirigentes que en su práctica cotidiana solo se les reconoce los periplos pedigüeños en la capital de reino. Si el número de votantes guardara relación directa con el de carteles y pancartas, seguro que CC ganaría por tremenda goleada, con lo que el planteamiento de no conseguirse en Canarias mayorías absolutas se iría por los suelos. Pero como llegó a mis manos una nueva versión de El Realejero (en chiquito), con un Oswaldo dispuesto a saltar al vacío desde La Corona y sin parapente, en el que –para eso esperaron hasta última hora– copian muchas iniciativas presentadas con anterioridad por otros partidos y prometen unos treinta y cinco mil parques –dónde habrán estado escondidos estos ocho años anteriores–, dejaré para mañana un análisis más concienzudo. Siempre que no me sorprenda cualquier vuelo del helicóptero.
Me llamó la atención, y los felicito, la firma ante notario del Programa Electoral del Partido Socialista de Los Realejos. Una muestra más de su decidida apuesta por dar un giro radical a los usos y costumbres hasta ahora en vigor. Es lo que denominan “un acto más de compromiso y seriedad”. De la nota de prensa, que gentilmente me envían, rescato:
 “Miguel Ángel Regalado, candidato a la alcaldía del Municipio de Los Realejos, recalcó la importancia que este hecho comporta para generar confianza entre los realejeros y realejeras cansados de que se les venda humo y asumió como objetivo realizar la práctica totalidad de un Programa realista, con el punto de mira puesto en la creación de empleo, sin olvidar las particularidades sociales de los vecinos y vecinas del Municipio. En este mismo sentido, comentó sentirse motivado para luchar porque la participación ciudadana sea la principal protagonista en la puesta a punto de Los Realejos, y conciliar con este gesto, el Municipio que todos queremos”.
No sé si la cercanía a la cita está poniendo de los nervios a mucha gente. Pero mientras CC estuvo con la cantinela, machacona y sistemática, de meternos hasta en la sopa la aburrida receta del calco que suponen PSOE y PP, alejados de los problemas autóctonos y su rechazo a la bandera de las siete estrellas verdes y todas esas martingalas, resulta que en esto llega el PP, hasta hace media hora socio ferviente e inseparable de CC, y nos espeta que votar a PSOE y CC es exactamente lo mismo. Y se descuelgan con una tremenda valla con foto de Paulino y Zapatero. Son los ahorros que predica Soria, al que le siguen descubriendo amaños de cuando ejerció cargos de alcalde (Las Palmas) y presidencia del cabildo grancanario. Pero para mí que también dispone de muchos más amiguitos del alma de los que presume el mismísimo Camps.
Leí en cierto sitio que una Junta Electoral había puestos reparos a una candidatura del PSOE, por hacer lo que yo, no poner los puntos en la siglas. Si esto se llevara a rajatabla, la candidatura del PP realejero al ayuntamiento habría que anularla ipso facto por la terrible confusión ortográfica en nombre y apellidos de los aspirantes. Ni una tilde, tú. Y ya me han llegado por dos conductos: correo y reparto a domicilio. No puedo votarlos pues como enamorado de la escritura decente, no es admisible –de recibo, dirían ellos– que yo piense en Domínguez González y en realidad he introducido una papeleta con un tal Dominguez Gonzalez. Pero están los Perez, Martin, Rodriguez, Devora, Paez, Lopez, Hernandez, Leon, Garcia, Farrais. E, igualmente, Maria, Jose. ¿Dónde se escondieron esos (y esas) lumbreras que ponen a sus hijos en los colegios privados porque la enseñanza pública no les ofrece garantías? Que no, si de algo quiero y pretendo presumir es de seriedad en lo que escribo. Con matices irónicos, sarcásticos o lo que ustedes crean conveniente, pero siempre guiado por criterios de estricta objetividad. Y si no quieren que lo traslade a este blog, digan a cierto candidato (o candidata) comprendido entre los puestos 10 y 15 que calladito está más guapo. Y que no se jacte de ir a defender lo público en el ayuntamiento, si en la práctica cotidiana no solo se le ve el plumero sino que practica todo lo contrario. Son los disfraces, que yo menciono.
Estuve hablando con un par de policías locales el pasado sábado en las II Jornadas de Emergencias celebrada en Realejo Alto. Y nada me comentaron acerca del nuevo aparato que les compró el alcalde para medir la cantidad de asistentes a los eventos. Más de 30.000 personas en el Baile de Magos de esa misma noche me parecen demasiados. Tendré que hablar con Evaristo para que me haga uno de sus cálculos. Si las mismas fuentes nos señalan que en el precitado acto (donde vi un amplísimo despliegue de medios técnicos y materiales; los que echa en falta la plantilla realejera) solo acudieron unas 500 personas, entre participantes y público (yo era uno de ellos), no me cuadran los números. Propongo unificar este con el de La Villa, a realizar en San Jerónimo, y juntamos, sin exagerar ni un tanto así, unos ochocientos cincuenta y un mil magos en torno a la rotonda de Ambrosio (la de dos millones de euros).
Hasta luego.

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